La UE pide al Ministerio de Sanidad español más control para la carne de lidia

Por EROSKI Consumer 2 de abril de 2002

La Comisión Europea (CE) ha pedido al Ministerio de Sanidad español más controles e información para la comercialización de la carne de toro de lidia. La solicitud comunitaria nace tras un estudio realizado entre 1998 y 1999 en el que se detectó en esta carne la presencia de fenilbutazona, antiinflamatorio usado para tapar posibles lesiones y cojeras y prohibido para el ganado vacuno.

Esta es la segunda vez que Bruselas pide a Sanidad una medida como esta. El objetivo es controlar la presencia de sustancias que, aunque estén permitidas, puedan entrar en la cadena alimentaria humana al no haber pasado el tiempo necesario para que el organismo pueda eliminarlas. El director general de Sanidad y Protección de los Consumidores de la Comisión Europea, Robert J. Coleman, recibió una denuncia, a finales de 2000, de parte de la Asociación Nacional para la Protección y el Bienestar de los Animales (ANPBA). El informe denunciaba que la carne de toro de lidia se comercializaba a pesar de que se habían detectado sustancias prohibidas.

Los controles quedaron anulados tras la adopción de las medidas contra la crisis de las «vacas locas». Para prevenir la difusión de la enfermedad, todos los toros muertos en la plaza se consideraron material específico de riesgo (MER), por lo que acabaron destruyéndose sin pasar ningún tipo de control específico de toma de muestras y análisis de residuos. Sí se presentaron a la UE los resultados de los análisis realizados entre 1996 y 2000, que detectaron dos positivos de ivermectina en 20 muestras de antiparasitarios, tres positivos de xilacina en 39 muestras de tranquilizantes y seis positivos de desametasona en 27 muestras de antiinflamatorios, según informaba ayer El País.

Sanidad se sustentaba, para la no realización de pruebas específicas, en el hecho de que no existía, en la normativa comunitaria, un plan específico que obligara a analizar la carne de toros de lidia. Sin embargo, la Comisión Europea considera que la directiva europea vigente indica que los planes de residuos deben dirigirse hacia objetivos específicos según la información y evidencias de que dispongan los Estados miembros sobre la mala utilización o el abuso de determinadas sustancias.

Los responsables de Agricultura europeos consideran que la detección de antiparasitarios, tranquilizantes y antiinflamatorios obliga a dedicar un capítulo especial de control. Por este motivo, ha pedido por segunda vez que Sanidad valore el riesgo en este tipo de carne y aporte más información sobre el número de muestras a realizar en toros de lidia durante 2002. Según el estudio realizado entre 1998 y 1999 por el Departamento de Química Analítica, Nutrición y Bromatología de la Universidad de Salamanca y la Estación Tecnológica de la Carne de Castilla y León, el 23% de los toros analizados durante 1998 y el 22% del segundo año contenían en sus carnes el antiinflamatorio fenilbutazona, una droga prohibida en el ganado bovino que disimula lesiones y que son difíciles de diagnosticar.

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