Murcia liberó en 2009 más de 250 millones de insectos para el control biológico de plagas

El Gobierno murciano destaca que la región es "pionera" en el empleo de técnicas de control fitosanitario respetuosas con el medio ambiente
Por EROSKI Consumer 4 de enero de 2010

A través del programa «Murcia Agricultura Limpia», la Consejería de Agricultura y Agua del Gobierno murciano liberó durante 2009 más de 250 millones de insectos útiles para el control de plagas en cultivos, tanto en invernadero como al aire libre. Estas acciones tuvieron un coste de 3,2 millones de euros.

La región de Murcia es «pionera» en el empleo de estas nuevas técnicas de control fitosanitario respetuosas con el medio ambiente, que han supuesto un cambio de estrategia y la necesidad de una mayor formación por parte de técnicos y agricultores, señaló el director general de Modernización de Explotaciones y Capacitación Agraria, Ángel García Lidón. El director general apuntó que las primeras experiencias se desarrollaron en la década de los 90 para el control del virus del Bronceado y el virus de la Cuchara en el cultivo del tomate. Después estos programas se han ampliado y extendido por todo el área hortícola de la comunidad murciana, lo que ha conllevado un «merecido reconocimiento internacional», indicó.

La Consejería desarrolla actuaciones en zonas productoras de tomate de Mazarrón, Lorca y Águilas, e incluye al resto de cultivos enclavados en esta zona, con el objetivo de reducir la población de mosca blanca y las virosis transmitidas. La superficie de actuación abarca 5.500 hectáreas, con un coste de dos millones de euros. En el Valle del Guadalentín, Agricultura desarrolla actuaciones en el pimiento de bola y otros cultivos al aire libre, como el brócoli o la lechuga, para el control biológico de las poblaciones de trips y el tratamiento mancomunado de orugas de lepidópteros. La superficie de actuación abarca 1.100 hectáreas, con un coste de 600.000 euros. El control biológico en el Campo de Cartagena abarca la práctica totalidad del pimiento de invernadero, con actuaciones en 2.300 hectáreas y un coste de 600.000 euros.

La horticultura desarrollada en el arco mediterráneo se caracteriza por la sucesión de un gran número de patógenos, sobre todo insectos y ácaros, propiciados por la bonanza climática, «que ejercen una gran presión sobre los cultivos», explicó García Lidón. El control de estas plagas se realizaba de forma tradicional con productos fitosanitarios, pero la prohibición del uso de buena parte de los tratamientos químicos establecida por la Unión Europea (UE) propició la introducción de las técnicas de control biológico, señaló.

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