Veterinarios Sin Fronteras, proyectos internacionales para mejoras locales

Por Mar Mediavilla 3 de agosto de 2001

Esta ONG, que surgió como iniciativa de un grupo de estudiantes de Veterinaria, consolida sus proyectos en diferentes puntos del mundo. Su trabajo se centra en iniciar y mantener el desarrollo de explotaciones ganaderas en zonas del mundo donde los niveles de pobreza son elevados.

En 1997 un grupo de estudiantes de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Autónoma de Barcelona creó la organización Veterinarios Sin Fronteras. Hoy en día tienen 13 delegaciones en España, centradas en las Facultades de Veterinaria. Fue una de las primeras Organizaciones No Gubernamentales laicas y profesionalizadas creadas en España. Su objetivo en los países en desarrollo era claro: ayudar a los campesinos a mejorar la productividad animal y de esta forma mejorar obtener unos recursos económicos para vivir. Su iniciativa se fue consolidando y hoy en día forman parte de una red europea bajo la que se agrupan organizaciones no gubernamentales de estas características. Sus fondos económicos provienen «de ayudas públicas y privadas» dentro del primer bloque «nos presentamos a las convocatorias públicas de becas o ayudas y luego hay que reajustar presupuestos» y en el segundo » las aportaciones de empresas privadas y de los socios, de momento algo más de mil personas, aunque cuesta bastante darse a conocer».

Con el paso del tiempo han comenzado a trabajar en diferentes proyectos, pero antes de dispersar esfuerzos han optado por centrarse en el desarrollo de una segunda de los iniciados o actuar de una forma más amplia en la misma zona. Han conseguido ser un referente para muchas personas que carecen de un apoyo en sus países. Recurren a ellos para tener el asesoramiento técnico de sus proyectos o conocer como arrancar con una determinada iniciativa. Pero, todavía «recibimos llamadas de teléfonos o correos electrónicos de personas que nos realizan consultas sobre sus animales domésticos o que piensan que nos dedicamos a salvar animales», algo que no ocurre en los países donde han realizado proyectos.

Recuperar las raíces

En los países en desarrollo gran parte de la población tiene ocupación en el mundo rural, y dentro de él la ganadería tiene un papel importante. La sanidad animal es una de las actividades dentro de los proyectos de apoyo a los campesinos. Este fue el caso de uno de los proyectos más curiosos llevados a cabo desde la Organización. En Guatemala, concretamente en San Marcos, la propuesta era recuperar el conocimiento indígena sobre el uso de las plantas medicinales para tratar las enfermedades de los animales. Esta información, que desde tiempos históricos se había pasado de padres a hijos, se estaba perdiendo y muchos jóvenes de la comunidad indígena desconocían las propiedades y utilidades de las citadas plantas.

En el trabajo de recuperar los conocimientos participó también la organización francesa Jardines del Mundo. El curso, dirigido a la población indígena joven, se basa en conocer las plantas, aprender a cultivarlas y saber cómo debían de tratarse para realizar preparados que sirviesen para desparasitar animales, cómo tratar las heridas de animales o cómo fabricar jabón para tratar su ganadería, centrada en chanchos, caballos y vacas. Los buenos resultados del curso han permitido una continuidad en el mismo, donde a la hora las comunidades indígenas volverán a elegir a sus representantes, equitativamente hombres y mujeres, que participarán en el curso y luego transmitirán sus conocimientos al resto de su comunidad.

En otro punto del planeta, concretamente en al Noreste de Uganda, en el distrito de Soroti, otro proyecto de esta ONG intenta reintroducir los bueyes de tiro. «Estos animales se empleaban para el trabajo del campo, pero con la guerra desaparecieron», apuntan desde Veterinarios sin Fronteras. En la actualidad a través de una ONG pequeña de allí se están realizando cursos entre los campesinos para dar a conocer como manejar y mantener el cuidado de estos animales.

Algo más que ayuda económica

No se trata sólo de ayudar a los campesinos en casos puntuales, bien con asesoramiento técnico o aportaciones económicas, sino que en contrapartida estas personas están en condiciones de ayudar y aconsejar a los habitantes de su comunidad sobre temas de sanidad animal, prevención y tratamiento de enfermedades y otros aspectos relacionados con la mejora de la rentabilidad de su trabajo, como genética o nutrición, apuntan fuentes de la organización.

En algunos casos las ayudas económicas son los «créditos rotatorios». Según apunta desde VSF, en ellos el campesino no recibe dinero, recibe un animal, por ejemplo una vaca, con el compromiso de que en 5 años tendrá que devolver al fondo otra vaca. Este es un modelo que se está llevando a cabo entre mujeres agricultoras de Uganda. En muchos lugares que comenzaron a trabajar, desde Guatemala, Haití, Cuba o Uganda, los agricultores tienen animales a pequeña escala, «es como un recurso o una hucha que permitirá en algunos casos pagar los estudios de los hijos» pero nuestra idea es que pasen a considerar los animales como un recurso de subsistencia y de esta manera poder tener recursos un año de mala cosecha. De ahí la importancia de la tener animales sanos y en consecuencia de salubridad de las personas que viven en las zonas menos favorecidas.

Leche fresca y red de sanidad animal

No todo el mundo tiene este acceso a un alimento que consideramos como básico con unas garantías de salubridad. Es el caso de la isla más grande Las Antillas, Cuba, donde el racionamiento de leche hace que sólo este garantizado su consumo a los niños menores de 6 años así como a las personas que están enfermas. Veterinarios Sin Fronteras continuará este año con un proyecto de apoyo a una cooperativa de productores de leche en la provincia de la Ciudad de La Habana. En este proyecto, donde se llevará a cabo la segunda parte, la idea es apoyarles en la comercialización de la leche para que ellos puedan seguir adelante con los materiales de que disponen, siempre que se tenga en cuenta que no podemos trabajar con tecnología punta ya que sería una misión imposible conseguir una pieza de repuesto para la maquinaria. De forma paralela en el asentamiento de familias campesinas que vivían en chabolas a pasar a unas casas más habitables.

En otra isla de las Antillas, Haití, donde la producción ganadera está bastante limitada por los problemas sanitarios, enfermedades parasitarias que suponen repercuten en problemas de salud humana. Una organización no gubernamental de este país, Veterined solicitó su ayuda para crear una red de asistencia técnica veterinaria en el citado país. El objetivo era que los agricultores a través de cursillos se convirtiesen en «veterinarios de primeros auxilios», además de ofrecer créditos a bajo interés cuyos beneficiarios serán los agricultores.

Tienes un email

La carta electrónica es la forma más frecuente por la cual Veterianios Sin Fronteras recibe numerosas peticiones desde diferentes puntos del planeta. Fuentes de esta organización señalan que llegan más correos con proyectos muy interesantes pero debemos centrarnos en dar continuidad a programas ya inciados, por recursos económicos y también porque no podemos llegar a todos los lugares del mundo donde se precisa ayuda. En algunas ocasiones las personas que nos solicitan ayuda programan un viaje para visitarnos. En estos casos aprovechamos para organizar charlas o conseguir contactos que puedan ser satisfactorios para sacar adelante el proyecto. Conseguir fondos es la tarea más difícil en todos estos casos.

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