¿Cómo es el Tercer Sector de Acción Social en España?

Más de 30.000 entidades sociales trabajan para ayudar, educar, cuidar y garantizar los derechos sociales de las personas más vulnerables que residen en nuestro país
Por Esther Camuñas 27 de noviembre de 2015
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Imagen: Jim Fischer

El Estudio del Tercer Sector de Acción Social en España, coordinado por la Plataforma de ONG de Acción Social, muestra la realidad actual de todo el conjunto de organizaciones sociales que promueven valores de solidaridad en defensa de los derechos sociales. El Tercer Sector da empleo a casi 645.000 personas y aglutina a más de 30.000 organizaciones que trabajan en el ámbito socio-sanitario, derechos humanos, integración e inserción laboral, cooperación internacional, acción social, medio ambiente, vivienda y participación. En este artículo se explica qué es el Tercer Sector de Acción Social, los retos a los que se enfrenta y cómo le ha afectado la crisis en su intervención social.

¿Qué es el Tercer Sector de Acción Social?

Según la definición aprobada por el Consejo Estatal de ONG de Acción Social, el Tercer Sector de Acción Social (TSAS) es «el ámbito formado por entidades privadas de carácter voluntario y sin ánimo de lucro que, surgidas de la libre iniciativa ciudadana, funcionan de forma autónoma y solidaria tratando, por medio de acciones de interés general, de impulsar el reconocimiento y el ejercicio de los derechos sociales, de lograr la cohesión y la inclusión social en todas sus dimensiones y de evitar que determinados colectivos sociales queden excluidos de unos niveles suficientes de bienestar».

El 37% de las entidades sociales se dedican a la intervención con personas con discapacidad

Más de 30.000 entidades sociales trabajan para ayudar, educar, cuidar y garantizar los derechos sociales de las personas más vulnerables que residen en nuestro país. Desde estas organizaciones se atiende a las personas que, por diversas razones, están excluidas o en riesgo de exclusión: desde mujeres, personas sin hogar, jóvenes, niños, personas con drogodependencias, personas mayores, víctimas de trata, etc. El Estudio del TSAS en España demuestra que los grupos prioritarios de personas a las que se atiende desde estas entidades son las personas con discapacidad y las familias. El porcentaje de organizaciones dedicadas a ellos son el 37,1% y el 41%, respectivamente.

Por cada hombre hay cuatro mujeres que trabajan en el sector

Este sector da empleo a casi 645.000 personas remuneradas, pese a la bajada del volumen de ocupación desde 2010 en más de 27.000 personas, posiblemente por la caída de proyectos sociales procedentes del sector público, a su vez motivada por los recortes en política social. En su mayoría, las personas que trabajan en el sector son mujeres (por cada hombre hay cuatro mujeres), con estudios universitarios y menores de 35 años.

Los ingresos de este sector representan el 1,51% del PIB nacional (similar a otros sectores como metalurgia, telecomunicaciones, consultoría, informática o actividades artísticas, recreativas y de entretenimiento).

Cómo ha afectado la crisis al sector

Durante los últimos años de recesión económica, el número de personas con necesidades básicas (alimentación, vivienda, ropa) no cubiertas ha aumentado, por lo que, ante esta situación, el conjunto de organizaciones sociales ha tenido que flexibilizarse e intervenir ante las nuevas demandas sociales. Es el caso de los desahucios, que en años anteriores era un campo de actuación irrelevante y ahora casi el 8,7% del total de las entidades se dedican a ello. También ha adquirido más relevancia el papel de denuncia de la pérdida de los derechos sociales, coincidiendo con las acciones reivindicativas de movimientos cívicos. Sin embargo, la mayoría de las organizaciones se dedican a la intervención directa (53,1%) en materia de inserción laboral, formación y educación, asistencia psicosocial, atención de día, ayuda a domicilio y alimentación.

La crisis ha provocado un aumento del voluntariado en casi 200.000 personas

Entre otras cosas, la crisis también ha provocado una disminución en el número de personas remuneradas trabajando para el TSAS y, en consecuencia, un aumento del voluntariado en casi 200.000 personas y en el número de horas de dedicación.

El descenso generalizado de las fuentes de ingresos del canal público ha hecho incrementar la tendencia a conseguir ingresos propios provenientes de socios, donantes, patrocinios y entidades privadas.

Retos con los que se enfrentan las ONG

Entre los retos de todas las organizaciones están: en primer lugar, garantizar la prestación de bienes y servicios a todas las personas y colectivos más vulnerables; y, en segundo, aumentar la incidencia política y social parar generar cambios estructurales.

El 55,3% de los ingresos del sector provienen de la Administración Pública

Sin embargo, en este sentido y con el surgimiento de movimientos sociales y la nueva fase de protesta social con la recesión de 2008, el TSAS se ha sentido al margen y no siempre ha tenido una postura decidida en torno a los nuevos movimientos sociales. Entonces, se identifican dos problemas inmediatos: la débil incidencia política y su limitada relación articulada con la sociedad civil.

En la actualidad, las entidades sociales siguen dependiendo económicamente de la Administración Pública, pues la financiación pública llega al 55,3% de los ingresos del sector. Esto significa que las organizaciones siguen estando muy condicionadas para dar una respuesta inmediata a los problemas de la sociedad, ajustar los recursos para lograr tal desempeño y abrir el campo de conexiones institucionales para facilitar la financiación y el logro de los objetivos. Uno de sus grandes retos es la diversificación de sus fuentes de ingresos.

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