Turismo sostenible y responsable en acción

El turismo sostenible y responsable nos invita a reflexionar sobre ello, porque propone una manera de viajar que incluye el cuidado del medio ambiente, y el respeto cultural y social hacia las poblaciones y los lugares que se visitan. Más en concreto, según la Organización Mundial del Turismo (UNWTO), el turismo sostenible debe:

• Dar un uso óptimo a los recursos medioambientales, que son un elemento fundamental del desarrollo turístico, manteniendo los procesos ecológicos esenciales y ayudando a conservar los recursos naturales y la diversidad biológica.
• Respetar la autenticidad sociocultural de las comunidades anfitrionas, conservar sus activos culturales y arquitectónicos y sus valores tradicionales, y contribuir al entendimiento y la tolerancia intercultural.
• Asegurar unas actividades económicas viables a largo plazo, que reporten a todos los agentes unos beneficios socioeconómicos bien distribuidos, entre los que se cuenten oportunidades de empleo estable y de obtención de ingresos y servicios sociales para las comunidades anfitrionas, y que contribuyan a la reducción de la pobreza.

Se trata de que la actividad turística contribuya al desarrollo sostenible y genere un impacto positivo en la comunidad local.

Así, en el ámbito de la cooperación internacional al desarrollo han ido surgiendo iniciativas de turismo sostenible y responsable impulsadas por las comunidades locales y acompañadas por organizaciones aliadas que quieren contribuir a generar condiciones de vida digna en entornos de exclusión y pobreza.

Tal es el caso, por ejemplo, del IMCA Hotel en Colombia, una iniciativa de la Fundación IMCA que durante más de 60 años trabaja por el bienestar, la calidad de vida, el buen vivir y los sueños colectivos de las comunidades rurales, principalmente campesinas e indígenas, en el Valle del Cauca. En este sentido, IMCA Hotel funciona como una empresa social y solidaria que sirve de pieza clave en el cumplimiento de la misión de la Fundación.

Este hotel es un aliado en el desarrollo de acciones relacionadas con la producción agroecológica de alimentos, la comercialización de productos frescos y transformados de las organizaciones rurales. Unas veces, como cliente, y otras, como nicho para facilitar la venta de productos que cuenten con agregación de valor y artesanías de la economía familiar, campesina y comunitaria. Así, el impacto positivo en la comunidad local se traduce en la creación de empleos dignos, el apoyo a los pequeños productores y la promoción del bienestar comunitario. 

Hoy en día, ser turista responsable no solo es posible, sino que es necesario para cuidar de los entornos naturales y socioculturales que configuran la riqueza, belleza y diversidad del planeta.