Los desastres meteorológicos provocan más de 43 millones de desplazamientos infantiles en seis años

UNICEF insta a todos los gobiernos a proteger, preparar y dar prioridad a la infancia para combatir el impacto que el cambio climático tiene y tendrá entre los niños y las niñas de todo el mundo
Por UNICEF Comité País Vasco 27 de octubre de 2023
cambio climático desplazamiento niños y niñas
El cambio climático es la mayor amenaza a la que se enfrentan los niños y las niñas del planeta; no solo por ser los más vulnerables a las condiciones meteorológicas extremas, los riesgos tóxicos o las enfermedades que provoca, sino porque el planeta se está convirtiendo en un lugar cada vez más peligroso para vivir. Los datos que el impacto de la crisis climática deja sobre la infancia son demoledores: 1.000 millones de niños y niñas están expuestos a un «riesgo extremadamente alto» de sufrir las consecuencias del cambio climático, la mitad de la población infantil mundial.

Una de las consecuencias más inmediatas del impacto del cambio climático son los desplazamientos de la población afectada. El último informe de UNICEF sobre niños y niñas desplazados por el cambio climático registra 43,1 millones de desplazamientos internos en 44 países debido a inundaciones, tormentas, sequías e incendios forestales de 2016 a 2021. Es decir, lo equivalente a 20.000 desplazamientos infantiles diarios. Asimismo, examina las previsiones para los próximos años: solo las crecidas de los ríos desplazarán a casi 96 millones de niños y niñas en los próximos 30 años.

Por ello, mientras los dirigentes mundiales se preparan para reunirse en la Cumbre sobre el Cambio Climático COP28, que se celebrará en Dubái en noviembre, UNICEF insta a proteger, preparar y dar prioridad a la infancia para combatir el cambio climático.

Millones de desplazamientos de niños y niñas

Las inundaciones y las tormentas representaron 40,9 millones —o el 95 %— de los desplazamientos infantiles registrados entre 2016 y 2021. Mientras que las sequías provocaron más de 1,3 millones de desplazamientos internos de niños y niñas, y los incendios llevaron a 810.000 a dejar sus hogares. 

En el caso de que ocurra una catástrofe, la decisión de trasladarse puede ser inevitable y abrupta o ser el resultado de una evacuación preventiva que permita salvar vidas, pero que también obliga a muchos niños y niñas a afrontar los problemas que supone el desarraigo de sus hogares, a menudo durante largos periodos.

Los más jóvenes están especialmente expuestos al riesgo de desplazamiento en países que ya se enfrentan a crisis superpuestas como los conflictos y la pobreza, y donde las capacidades locales para hacer frente a cualquier desplazamiento adicional de niñas y niños son bastante limitadas. 

La crisis climática es una crisis de los derechos de la infancia

niña refugiada en Somalia
Una niña sentada junto a la tienda de campaña en la que vive su familia en un campamento para desplazados internos en Mogadiscio, Somalia, en octubre de 2022.
Imagen: Mark Condren / Unicef

La crisis climática es una crisis de los derechos de la infancia. Por un lado, por su alta exposición a los riesgos, perturbaciones y tensiones climáticas como puede ser la escasez de agua, las inundaciones, los ciclones, las olas de calor, la contaminación o las enfermedades. Fenómenos que se superponen entre sí, agravándose, y haciendo que determinados lugares del mundo sean aún más precarios y peligrosos para los niños y las niñas, lo cual reduce drásticamente su potencial futuro. 

Por otro lado, los riesgos climáticos y ambientales no solo perjudican el acceso de los niños y niñas a servicios clave, sino que la falta de acceso a estos también reduce la resiliencia y la capacidad de adaptación de la población infantil, lo que acentúa todavía más su vulnerabilidad a dichos riesgos. Por tanto, se crea un círculo vicioso que hace que los niños y niñas más vulnerables se hundan todavía más en la pobreza a la vez que aumenta el riesgo de que sufran los efectos más terribles y mortíferos del cambio climático.

El acceso que los niños y niñas tienen a los servicios esenciales de salud, nutrición, agua, saneamiento y protección es fundamental, ya que influye directamente en la vulnerabilidad que la infancia demuestra frente al cambio climático.

La infancia africana, la más expuesta a los riesgos

Los niños y niñas en África se encuentran entre los que más riesgo corren de sufrir el impacto del cambio climático y, sin embargo, están lamentablemente desatendidos por los principales flujos de financiación que necesitan para adaptarse, sobrevivir y responder a la crisis. De hecho, la población infantil del 98 % de los países africanos está en riesgo alto o extremadamente alto de sufrir el impacto del cambio climático. Los niños y niñas que viven en República Centroafricana, Chad, Nigeria, Guinea, Somalia y Guinea Bissau son quienes corren mayor riesgo.

Proteger, preparar y dar prioridad a la infancia frente al cambio climático

En este contexto, resulta esencial proteger, preparar y dar prioridad a los niños, niñas y jóvenes en la lucha contra el cambio climático. 

Es fundamental protegerlos frente a los desastres y los desplazamientos, garantizando sus servicios esenciales como educación, sanidad, protección social y de protección a la infancia. Resulta imprescindible también prepararlos para vivir en un mundo de cambios climáticos mediante la mejora de su capacidad de adaptación y resiliencia. Asimismo, es imprescindible dar prioridad a los niños, niñas y jóvenes en la acción y la financiación en materia de catástrofes y clima, y en la política humanitaria y de desarrollo.

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