El hambre, una deficiente salud y la pobreza atenazan el Cuerno de África

Farmamundi alerta de que Kenia registra una difícil crisis de refugiados en algunas de sus fronteras
Por Mari Carmen Noya, Azucena García 25 de mayo de 2012
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Imagen: Farmamundi

El hambre, una deficiente salud y la pobreza marcan a una región, el Cuerno de África, donde cada vez son «más frecuentes los episodios de sequía y hambrunas, interrumpidos por periodos de recuperación tan breves que han agotado la capacidad de las comunidades para afrontarlos», según pone de manifiesto Eunice A. Ngwawe, responsable de proyectos de HESED Africa, ONG socia de Farmamundi en Kenia, con motivo de la celebración este 25 de mayo del Día de África.

Ngwawe señala que el «círculo vicioso» que vive el Cuerno de África implica que se dediquen menos recursos a la atención de la salud de las poblaciones afectadas, «justo cuando sus necesidades aumentan como resultado de una precaria alimentación». Además, la falta de servicios de agua, saneamiento e higiene «aumenta el riesgo de enfermedades transmisibles como el cólera, la fiebre tifoidea, la diarrea, las infecciones respiratorias agudas y el sarampión», advierte.

El «círculo vicioso» que vive el Cuerno de África implica que se dediquen menos recursos a la salud de las poblaciones afectadas

La responsable de proyectos de HESED Africa y Farmamundi también quieren aprovechar el Día Mundial de África para llamar la atención sobre la situación de precariedad en que se vive en los campos de refugiados en Kenia, un país que registra una «difícil crisis de refugiados en algunas de sus fronteras que lo hacen prácticamente inviable sin ayuda externa», advierte Ngwawe. En Dadaab, el mayor campamento de refugiados en el mundo, con una población estimada de 550.000 personas, se viven grandes problemas, incluidos «extremas tasas de hacinamiento y la falta de recursos sociales básicos», explica Ngwawe. Esta problemática se puede agravar aún más, pues se prevé que la población alojada en este campamento se incremente si no se acaba el conflicto en Somalia.

Farmamundi trabaja desde hace varios años con la ONG HESED Africa en colaboración con el Ministerio de Salud Pública y Servicios de Saneamiento en el Distrito de Dadaab y Fafi. La ONG explica que presta servicios curativos, preventivos y de educación para la Salud Pública en intervenciones de emergencia con refugiados somalíes que llegan a las inmediaciones de Dadaab y que ya no son admitidos por falta de capacidad. También gestionan varios campamentos de socorro médico en los distritos de Garissa County, Dadaab y Fafi.

Por su parte, Misiones Salesianas pide en el Día Mundial de África que «1.200 millones de personas no sean olvidadas» y que se mantenga la ayuda a los países de un continente «lleno de esperanza y de futuro, a pesar de los conflictos, la inestabilidad y las hambrunas que está sufriendo en este último año». Para conmemorar esta jornada, la organización humanitaria religiosa preguntará a través de las redes sociales «¿Qué conoces sobre África?» (#DiadeAfrica). Esta iniciativa pretende sensibilizar a la población sobre este gran continente y hacerle más visible.

Maternidad en Mozambique

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Imagen: Manos Unidas

Tan solo diez países en todo el mundo concentran el 60% de los fallecimientos de mujeres relacionados con el embarazo y el parto. La cifra es alarmante, destaca Manos Unidas, que recuerda cómo, de esta decena de regiones, cinco se localizan en África: Nigeria, República Democrática de Congo, Sudán, Etiopía y Tanzania.

En Mozambique, esta organización gestiona la maternidad del centro de salud de Estaquinha, donde ya han nacido los primeros bebés. Ellos dan a esta jornada «el aire festivo que merece un continente tan inmensamente rico como maltratado», señala Manos Unidas. «En ellos se simboliza que, a pesar de los obstáculos, en África, como en el resto del mundo, la vida se empeña en continuar, imparable, su curso», añade.

Ser madre en África no es fácil, en especial, en las zonas rurales. A menudo, implica arriesgar la vida al dársela a los hijos, ya que se carece de las condiciones mínimas para dar a luz. Por este motivo, recuerda Manos Unidas, «la construcción de maternidades como la de Estaquinha, sumadas a la capacitación del personal cualificado, la formación de la mujer y el seguimiento del embarazo son la clave para que las madres puedan vivir una maternidad segura».

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