La falta de fondos por la reducción en el respaldo de los países donantes obligará al Programa Mundial de Alimentación (PMA) a cerrar a finales de año todas sus operaciones de asistencia en Angola, según informó el propio organismo. La agencia de la ONU ha estado directamente involucrada durante las tres últimas décadas en el citado país africano.
Según las negociaciones entre el PMA y el Gobierno angoleño, éste podría hacerse caso de las existencias de alimentos almacenadas en el país, así como encargarse de su transporte y distribución a los necesitados. «El objetivo del PMA ha sido siempre entregar la responsabilidad de la asistencia alimentaria y para el desarrollo al Gobierno angoleño», declaró en Luanda la directora interina para el país, Sonsoles Ruedas. La agencia humanitaria tiene alrededor de 13.200 toneladas de alimentos en almacenes situados en las ciudades portuarias de Luanda y Lobito.
Con un valor total previsto de 90 millones de dólares, las actuales operaciones del PMA en Angola se iniciaron en abril pasado y tenían previsto extenderse hasta marzo del 2009. Sin embargo, las contribuciones de donantes hasta la fecha suman 19,5 millones de dólares, lo que constituye un déficit de poco más del 78%. En septiembre pasado, la agencia comenzó a suspender la distribución de alimentos entre 700.000 angoleños, incluidos 220.000 niños registrados en programas alimentarios escolares.
El PMA comenzó a operar en 1976 en Angola, donde la guerra civil creó cientos de miles de desplazados internos sin medios de subsistencia. Al final del conflicto, en 2002, el PMA se involucró en el proceso de reconstrucción del país y la repatriación de refugiados angoleños desde otros países de la región meridional de África. Se calcula que hay todavía más de 80.000 angoleños refugiados en campamentos en Namibia, la República Democrática del Congo y Zambia.