La Subcomisión para la promoción y protección de Derechos Humanos de las Naciones Unidas ha aprobado por primera vez un código ético dirigido a todas las empresas, independientemente de su tamaño o del sector económico al que pertenezcan.
Este código constituye una interpretación autorizada y acreditada de la declaración universal de Derechos Humanos de 1948, «adaptada a un mundo en constante cambio en el que las empresas han pasado a jugar un papel fundamental con actuaciones que afectan a los derechos esenciales de las personas y los pueblos», explicó la Subcomisión.
El documento proporciona una serie de directrices para aquellas empresas que trabajan en zonas de conflictos o donde se violan de manera continuada los derechos de personas y trabajadores. Asimismo, hace referencia a la corrupción, los sobornos, las actividades que perjudican a los consumidores y al medio ambiente. De momento, 50 empresas se han comprometido a cumplirlo.
Desde Human Rights Watch consideran que este código viene a cubrir un importante hueco en la protección de los derechos humanos en el mundo. Según esta ONG, hasta ahora, este tipo de pautas y recomendaciones publicadas por la ONU habían estado limitadas a sectores específicos, como los derechos de los trabajadores o los principios de seguridad y derechos humanos en la industria extractora de recursos naturales.
Naciones Unidas pretende que el código, que no es vinculante, sirva como base a gobiernos y empresas para que asuman sus responsabilidades en materia de derechos humanos. En principio, cierra la laguna legal que limitaba el ámbito de las normas a los gobiernos y grandes multinacionales. Precisamente, estas últimas criticaban que esta laguna constituía, en anteriores documentos, un agravio comparativo por no afectar al resto de las empresas.
