Un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) calcula que unos 925 millones de personas sufrirán este año hambre crónica, 98 millones menos que en 2009. No obstante, el documento admite que es una cifra «inaceptablemente alta».
«Cada seis segundos muere un niño por problemas relacionados con la desnutrición», de manera que «el hambre es todavía la mayor tragedia y el mayor escándalo del mundo», señaló el director general de la FAO, Jacques Diouf. «Esto es absolutamente inaceptable», aseguró. Diouf advirtió de que la dimensión del problema del hambre «hace que sea extremadamente difícil alcanzar no sólo el primer Objetivo de Desarrollo del Milenio (ODM), sino también los demás ODM».
Los ODM son ocho metas fijadas por la ONU en el año 2000 y que deberían alcanzarse en 2015. La primera de ellas se propone erradicar la pobreza extrema y el hambre. Sin embargo, el objetivo de reducir el hambre a escala internacional corre «un grave peligro», ya que según Diouf su consecución se ve amenazada por el reciente incremento en los precios de los alimentos.
«La acción enérgica y urgente de los países y del mundo ha sido eficaz para detener estas cifras galopantes del hambre», si bien «no es el momento de relajarse», destacó la directora ejecutiva del PMA, Josette Sheeran. «Debemos seguir la lucha contra el hambre para garantizar la estabilidad y proteger la vida y la dignidad» de las personas, apuntó.
Los datos citados se recogen en el informe anual «El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo», que publicarán la FAO y el PMA el próximo mes de octubre. El del año pasado cifraba en 1.023 millones las personas que padecen hambre crónica. El estudio atribuye en gran medida la reducción en las cifras para este año a las previsiones de crecimiento económico, en especial, en los países en vías de desarrollo, y a la bajada de los precios de los alimentos registrada desde mediados de 2008. Sin embargo, prevé que el reciente aumento de estos precios hará más difícil la lucha contra el hambre.
