La crisis ha aumentado la vulnerabilidad de las familias y el número de personas en riesgo de exclusión. Ha revelado que cualquiera puede enfrentarse a un futuro incierto, incluso aunque se tenga una mejor situación de partida. Personas con estudios y experiencia laboral, jóvenes o mayores, sucumben sin remedio a las consecuencias de una crisis que nunca termina, pese al anunciado final. Luis González, director del área de Acción Social en España de Acción contra el Hambre, explica que a la vulnerabilidad estructural se ha sumado la coyuntural. Por ello habla de desarrollo de competencias y emprendimiento inclusivo, convencido de su capacidad para mejorar la empleabilidad de todas las personas. “El elevado nivel de desempleo y la reducción de mecanismos de protección social -alerta- ha variado mucho el perfil de personas en riesgo de exclusión”. La crisis nos afecta a todos.
Por supuesto, la crisis que atraviesa nuestro país y, en especial, la creciente vulnerabilidad de cada vez más familias españolas. La fusión solo ha sido un canal para contribuir de manera más directa a mitigar esta situación, nunca ha sido un fin.
“El emprendimiento inclusivo apoya a personas en situaciones de vulnerabilidad para que mejoren sus medios de vida”
El emprendimiento inclusivo consiste en apoyar a personas que se encuentran en situaciones de vulnerabilidad para que emprendan una actividad económica y mejoren sus medios de vida, haciendo que este proceso se convierta en un canal para su inclusión sociolaboral. Está claro que no todo el mundo es emprendedor, pero el desarrollo de competencias emprendedoras mejora la empleabilidad de todas las personas y estas son especialmente útiles para personas en riesgo de exclusión.
En la actualidad, el perfil de personas en riesgo de exclusión ha variado mucho, debido al elevado nivel de desempleo y a la reducción de mecanismos de protección social. Se distingue entre vulnerabilidad estructural y coyuntural, motivada por la situación de crisis. Respecto a la vulnerabilidad estructural, en los últimos años, no hemos sido capaces de reducirla, sino que más bien ha aumentado, debido sobre todo a la reducción de los mecanismos de protección social. La vulnerabilidad coyuntural, sin embargo, ha aumentado debido al incremento de familias con todos sus miembros activos en situación de desempleo. En este tipo de vulnerabilidad podemos encontrarnos a profesionales, personas con estudios y experiencia laboral, personas mayores, jóvenes, etc.
“La Ley de Emprendedores debería haber abordado de manera más valiente el fomento del espíritu emprendedor entre personas en riesgo de exclusión”
Si bien valoramos las mejoras aplicadas por la nueva Ley de Emprendedores, consideramos que debería haber abordado de manera más valiente el fomento del espíritu emprendedor entre personas en riesgo de exclusión, principalmente, con medidas específicas o impulsando instrumentos de financiación más acordes con las necesidades de estos colectivos, como las microfinanzas. Por otro lado, la ley hace discriminación positiva con los menores de 30 años, pese a que el hecho de emprender y ser emprendedor no tiene edad.
Desde Acción contra el Hambre apostamos por dotar de más oportunidades a las personas que se encuentran en situación de dificultad y, en esta línea, apostamos porque estos colectivos no queden excluidos de las políticas activas de empleo y promoción del espíritu emprendedor promovidas desde el Ministerio de Empleo y Seguridad Social.
Dentro de los programas de empleabilidad y emprendimiento la participación de mujeres es prioritaria. En este sentido, existe discriminación positiva.
Colaboramos con organismos públicos como el Fondo Social Europeo, que es el principal cofinanciador del programa operativo de Lucha contra la Discriminación, el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, así como otras entidades y organismos autonómicos y locales. Con organismos privados estamos tejiendo una red de colaboradores que aportan su “know-how” y experiencia. Además, cooperan con nosotros ONG especialistas en microfinanzas y emprendimiento, así como organizaciones privadas del ámbito empresarial.
Estamos basándonos en metodologías que hemos aplicado en países de renta media. Sin embargo, estas han sido adaptadas por completo a nuestro contexto, tanto a nivel legislativo, como a nivel económico-social.
La principal similitud es la necesidad de generar medios de vida que permitan a las familias alcanzar una cierta estabilidad económica en un contexto de especial vulnerabilidad para ellas. Esta necesidad es común entre ambos contextos, lo que cambia es el cómo. A partir de aquí, cada programa debe ajustarse a las necesidades de los colectivos con los que trabajamos y al contexto de cada país, ya que siempre trabajamos de forma alineada con las prioridades de las políticas públicas.
“Los microcréditos son una herramienta que, en muchos casos, encaja muy bien con las necesidades de financiación de personas en riesgo de exclusión”
Por supuesto. Los microcréditos son una herramienta que, en muchos casos, encaja muy bien con las necesidades de financiación de personas en riesgo de exclusión, tanto por el volumen del crédito, como por las condiciones del mismo. En España existen instituciones privadas que ofrecen microcréditos, pero aún es una herramienta de financiación marginal. En Acción contra el Hambre consideramos que desde la Administración pública deberían impulsarse medidas específicas de apoyo al microcrédito, ya que el acceso a financiación es una de las principales dificultades a la hora de emprender.
Vives Proyecto nace de la fusión entre Acción contra el Hambre y Fundación Luis Vives. Es una iniciativa a favor del emprendimiento inclusivo, para ayudar a personas en riesgo de exclusión sociolaboral que quieran desarrollar una actividad microempresarial. Sus primeros pasos se han dirigido a personal técnico de distintas organizaciones del tercer sector, a quienes han instruido y prestan asistencia en cuestiones de emprendimiento, para que a su vez trasladen este conocimiento a sus miembros.