Negocios inclusivos, ayuda del Norte para combatir la pobreza

Este tipo de negocios se basan en el comercio de productos y servicios con personas de bajos ingresos o en situación de exclusión
Por Azucena García 28 de octubre de 2011
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Imagen: Donnaphoto

Los negocios inclusivos tienen como fin combatir las tasas de pobreza. Son actividades empresariales que se centran en personas desfavorecidas, con bajos ingresos, que residen en países en desarrollo. A través de ellos se establece una relación comercial entre una empresa del Norte y un país del Sur, que provee de un producto o servicio.

No es caridad, sino solidaridad. Quienes forman parte de los negocios inclusivos obtienen un beneficio o lucro. La diferencia con respecto a otros intercambios comerciales es que la relación se establece con personas pobres cuyas condiciones de vida necesitan mejorar. Son ellas quienes proveen de un producto concreto o acceden a un servicio que cubre una necesidad social o carencia. Ellos se convierten en parte de la oferta -son empleados, productores o dueños de empresas- o de la demanda -son a la vez clientes-.

Cuando las personas con menos recursos forman parte de la demanda, los productos o servicios que se les facilita son tan necesarios como el acceso a la sanidad, a la energía o el saneamiento. No solo se busca que la empresa proveedora obtenga unos ingresos, sino que al hacerlo logre una mejora de la calidad de vida de las personas a quienes se dirige.

Las personas con menos recursos se convierten en proveedores de productos y servicios o bien en consumidores de los mismos con ciertas ventajas

Al apostar por esta parte de la población, se ayuda a un buen número de personas. La principal ventaja es que los negocios se desarrollan en los canales habituales, a diferencia de otro modo de negocio solidario, como el comercio justo. Incluso se pretende que estos negocios sustituyan a la ayuda oficial al desarrollo en algunos casos, aunque esto no siempre es posible y la idea cuenta con algunas críticas.

Los beneficios son tanto para el Norte como para el Sur. En el primer caso, porque la empresa que pone en marcha estos negocios mejora su imagen ante la sociedad, mientras que en los países menos desarrollados, los productores aumentan sus ingresos con un trabajo digno.

Beneficiarios de los negocios inclusivos

Los negocios inclusivos tienen como destinatarias a las personas con menos recursos, tanto quienes tienen ingresos bajos como quienes carecen de ingresos constantes o periódicos. De ahí que su fin sea mejorar la calidad de vida de los destinatarios, que no siempre son prioridad para las empresas «ante su escasa capacidad de compra», destaca José Ángel Moreno, miembro de Economistas sin Fronteras y profesor en la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED).

La finalidad es combatir la pobreza y, para ello, se dirigen a quienes menos tienen, con los productos o servicios que necesitan. Un riesgo que se corre es que las empresas que se dirigen a este sector de la población obtengan un beneficio menor del esperado y caigan en la tentación de dejar de prestar el servicio o aumentar su precio.

Cómo se combate la pobreza

En su artículo «Negocios inclusivos, microfinanzas y usureros» (publicado en el dossier «Sombras en la microfinanzas», de Economistas sin Fronteras), José Ángel Moreno establece las características que deben cumplir los negocios para considerarse inclusivos.

  1. Los productos o servicios deben tener alta calidad, precio bajo y condiciones muy adecuadas para la población pobre.

  2. Deben satisfacer necesidades reales de la población pobre y no generar necesidades artificiales o no básicas.

  3. La utilidad social del producto o servicio se debe conseguir mediante formación, el incremento de las capacidades y el empoderamiento de la población.

  4. Se basan en una metodología de cooperación integral, en especial, con la población beneficiaria y con agentes locales.

  5. Los negocios generan empleo, actividad y renta, ya que los destinatarios son clientes y participan en el trabajo, el suministro y la distribución de los productos y servicios.

Fines sociales y económicos de los negocios inclusivos

Los negocios inclusivos combinan fines sociales y económicos. No solo se obtiene un beneficio al vender un producto a las personas más pobres, sino que adquieren algo que suponía una carencia en su vida y mejora la calidad de esta. Son personas que, en ocasiones, carecen de acceso a agua potable o electricidad en el hogar y que no están familiarizados con las tecnologías.

A su vez, ellos mismos pueden poner en marcha sus empresas para proveer al Norte de productos autóctonos y aumentar sus ingresos. No obstante, esta opción es poco frecuente por el desembolso inicial que supone, por lo que en general se convierten en asalariados de las compañías.

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