Las emergencias ponen a prueba la capacidad de reacción de las personas. Pero además, exigen conocer una serie de normas que ayuden a resolver estas situaciones. En el caso de las personas con discapacidad es más importante, si cabe, puesto que a menudo necesitarán la ayuda de otros para hacer frente a la emergencia y no siempre podrán contar con ella.
Imagen: Maciej Chojnacki
Ante un accidente, las personas con discapacidad deben poner en práctica una serie de normas que les ayuden a reaccionar de manera correcta. Es conveniente que conozcan estas reglas desde la infancia. Saber cómo actuar en caso de incendio, robo, accidente de tráfico o cuando se produce un apagón permite responder en el modo correcto.
Con este objetivo, alumnos del colegio de la ONCE de Madrid recibieron a finales del pasado año una serie de consejos por parte del Cuerpo de Bomberos. Aprendieron cómo actuar cuando se produce un incendio y, sobre todo, una premisa básica: memorizar el número de emergencias 112 para marcarlo siempre que sea necesario.
Hay una premisa básica: memorizar el 112, el número de teléfono de emergencias
Los niños ciegos, deficientes visuales y sordociegos aprendieron también que, cuando se produce un incendio, nunca deben esconderse, ya que si lo hacen será difícil encontrarles. El resto de consejos coinciden con las normas generales, aunque no está de más recordarlas: cerrar puertas y ventanas, colocar trapos húmedos en las rendijas, no usar el ascensor -ni las escaleras si el fuego está en el exterior- y esperar en un lugar seguro desde el que se pueda pedir auxilio y recibirlo.
Por su parte, las personas sordas disponen de una guía de bolsillo editada por la Generalitat de Cataluña. En ella se destacan diferentes situaciones, cada una con un código, que requieren avisar a:
- Bomberos: siempre que se produzca una fuga de gas, incendio o explosión, cuando una persona se quede encerrada en casa o tenga un accidente de coche, entre otros.
- Policía: después de un robo, amenaza, secuestro, agresión u otro caso atendido por este Cuerpo.
- Servicios de sanidad: cuando se tiene fiebre, dolor, fractura, quemadura o golpe, vértigos, vómitos, convulsiones o intoxicación.
Siempre que se produzca una de estas situaciones, las personas sordas pueden contactar mediante sms o fax para alertar de lo ocurrido. En el aviso deben indicar el número de código, nombre y apellidos, y lugar en el que se ha producido el accidente.
Accidentes domésticos
Los accidentes en el hogar son frecuentes. Niños y mayores pueden sufrir cualquier percance en este espacio. Por ello, el Ayuntamiento de Madrid ha habilitado una página web en la que informa a los ciudadanos sobre cómo prevenir y responder ante situaciones de emergencia en la propia vivienda y dedica un capítulo especial a las personas mayores y discapacitadas.
Los consejos se centran en crear una red de apoyo personal entre vecinos para «verificar mutuamente la situación del otro» en caso de emergencia o evacuación y, cuando la persona reciba ayuda por parte de un servicio de asistencia, conocer cómo actuará éste en la misma situación.
Otros casos específicos que plantea están relacionados con: personas en silla de ruedas, a las que recomienda planear su evacuación; personas ciegas o con problemas de visión, que deberían contar con un bastón plegable y un silbato al lado de la cama por «si necesitan llamar la atención»; personas sordas o con problemas de audición, para las que considera necesario mantener los dispositivos auditivos «en un contenedor sujeto a la base de su cama o mesita de noche» para que sean localizados rápidamente.
La accesibilidad es un factor de vital importancia en algunos casos. Una persona discapacitada podrá ser evacuada con mayor facilidad si se encuentra en un edificio accesible. “La evacuación de las personas que sufran una discapacidad o de edad avanzada es una prioridad absoluta en el momento del diseño de cualquier edificio nuevo o en cualquier trabajo de renovación”, defiende la Asociación Europea de Ascensores.
El diseño de los edificios debe fomentar la autonomía de las personas con discapacidad para que, en caso de emergencia, no dependan de otros para escapar
La accesibilidad es tan importante como la evacuación. Todos los edificios se deberían diseñar bajo ambas premisas. El objetivo es conseguir la autonomía de las personas con discapacidad, que en caso de emergencia no dependan de otros para escapar. “La sociedad moderna promueve la accesibilidad total y ello es muy positivo, pero accesibilidad también significa evacuación de todas las personas presentes en el edificio en llamas”, añade la Asociación.
Las emergencias preocupan. A finales del mes de mayo, el Instituto Nacional Estadounidense de Estándares (ANSI) publicó un informe que recoge los hallazgos y recomendaciones consensuadas en un taller organizado el mes de febrero. Se proponen soluciones normalizadas para atender a las personas con discapacidad en situaciones de emergencia y desastres naturales.
El documento hace hincapié en la idea de elaborar planes de emergencia que tengan en cuenta las necesidades de las personas discapacitadas y los procedimientos para su evacuación ante un desastre. De hecho, la ANSI se ha comprometido a crear un grupo de trabajo formado por personas con discapacidad a las que se pedirá sus propuestas para la mejora de la asistencia en casos de emergencia.