Save The Children denuncia abusos a menores por parte de cooperantes y fuerzas de la ONU

Un informe de esta organización recoge casos registrados en Haití, el sur de Sudán y Costa de Marfil
Por EROSKI Consumer 28 de mayo de 2008

Save The Children denunció ayer que se siguen cometiendo abusos sobre niños por parte de fuerzas desplegadas por la ONU para la resolución de conflictos, trabajadores de organizaciones humanitarias y cooperantes de ONG en diversas partes del mundo a pesar del compromiso internacional alcanzado en 2005 para atajar este problema.

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Imagen: CONSUMER EROSKI

Un informe de esta ONG, que el año pasado echó a tres empleados por abusar sexualmente de menores, recoge casos de abusos a niños en Haití, el sur de Sudán y Costa de Marfil. Estos abusos dañan seriamente a huérfanos, niños separados de sus padres y niños en familias que dependen de la asistencia humanitaria.

La organización asegura que en las situaciones de emergencia hay niveles significativos de abuso que en la mayoría de los casos no se denuncia, y añade que los intentos para eliminar la explotación «seguirán teniendo fallos».

Para realizar el estudio, la ONG creó 38 grupos de discusión con 250 niños y 90 adultos, seguidos por entrevistas en profundidad con algunos de ellos e investigaciones. Los grupos de discusión identificaron a niños de tan sólo seis años como víctimas de abusos, pero la mayoría tenía entre 14 y 15 años. De los 38 grupos, 20 identificaron a las fuerzas de paz de la ONU como los posibles sospechosos, aunque un total de 23 organizaciones humanitarias, de paz y seguridad fueron asociadas también con casos de abuso sexual en los tres países.

Más compromisos

La existencia de este problema ya saltó a la opinión pública mundial en 2002. Desde entonces se han tomado algunas medidas, como la adopción de códigos de conducta por parte de las distintas organizaciones, el establecimiento de mecanismos para animar la denuncia de los abusos y la elaboración de guías de actuación. Pero Save the Children reclama más compromisos, como la creación de una oficina internacional que se ocupe específicamente del asunto.

Estos abusos dañan seriamente a huérfanos, niños separados de sus padres y niños en familias que dependen de la asistencia humanitaria

«Todas las agencias humanitarias y de paz que trabajan en situaciones de emergencia, incluida Save the Children, deben aceptar el hecho de que son vulnerables a este problema y tratarlo directamente», explicó Jasmine Whitbread, directora de la ONG en el Reino Unido.

Un portavoz de la ONU, Nick Birnback, indicó que, si bien es imposible conseguir que haya «cero incidentes» en el caso de una organización que tiene 200.000 personas trabajando en todo el mundo, lo que hay que hacer «es asentar el mensaje de tolerancia cero, que significa complacencia cero cuando se presenten creíbles alegaciones, e impunidad cero cuando los hechos hayan ocurrido».

Control

La Asociación Pro Derechos del Niño y la Niña (Prodeni) cree que la culpa de que se cometan estos abusos sexuales que denuncia Save The Children es tanto de los países que reciben ayuda internacional como de las ONG.

José Luis Calvo, portavoz de Prodeni, considera que los Estados que reciben a los cooperantes de las organizaciones humanitarias tienen la obligación de llevar un control exhaustivo de su labor. Además, señala que las ONG que tienen voluntarios deben seleccionar el tipo de personas que se presentan, más aún si se trata de delegaciones que acuden a países pobres como Haití, Liberia, Costa de Marfil o la República Democrática del Congo (RDC).

Save the Children reclama más compromisos, como la creación de una oficina internacional que se ocupe específicamente del asunto

«Hace un año ya se conoció este tipo de denuncias en el Congo y si Save the Children lo vuelve a decir es que el fenómeno de la pederastia se está extendiendo cada vez más de una manera peligrosa», afirma Calvo.

Para Prodeni, el informe de Save the Children demuestra que no existe control ni por parte de las autoridades de los países que reciben este tipo de ayuda internacional ni de las ONG que acuden para proporcionar asistencia.

La asociación lamenta además la «impunidad» que tienen los abusadores al colarse en importantes organizaciones no gubernamentales, porque muchas veces las víctimas no denuncian los abusos, tal y como indica el informe.

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