Save the Children recuerda que educar a las niñas «significa salvar muchas vidas infantiles»

Los hijos de madres sin formación corren dos veces más peligro de muerte o desnutrición que los nacidos de mujeres con educación
Por EROSKI Consumer 21 de septiembre de 2005

La educación de la mujer es clave para luchar contra la pobreza en los países en desarrollo. Cada año de escolarización de su población femenina hace descender dos puntos la probabilidad de mortalidad infantil. En el mundo hay 103 millones de pequeños en edad escolar que no pisan un aula; de ellos, 58 millones son niñas.

El informe anual de Save the Children sobre el «Estado mundial de las madres» se detiene este año en la educación femenina como factor clave de desarrollo socioeconómico. Educar a las niñas «significa salvar muchas vidas infantiles», asegura José Miguel Contreras, presidente de la sección española de la ONG. Según indicadores internacionales, los hijos de madres sin formación corren dos veces más peligro de muerte o desnutrición que los nacidos de mujeres con educación secundaria o superior; en un país pobre de tipo medio y una población de 20 millones de habitantes, cada año más de enseñanza escolar para las niñas supondría salvar la vida de al menos 60.000 niños menores de cinco años. Hasta el sida retrocedería con la entrada masiva de las niñas en las escuelas del Tercer Mundo; donde la diferencia de alfabetización entre niños y niñas es menor de un 5%, «la incidencia de VIH baja un 40%», señala el informe.

La educación tiene un efecto multiplicador que se extiende a todos los órdenes de la vida. En los países pobres las niñas llegan pronto a la edad adulta; las escolarizadas llegan más sanas, retrasan entre cinco y siete años la edad del matrimonio y tienen partos menos problemáticos, acceden en mayor media a la planificación familiar, están más capacitadas para cuidar de su progenie, y, en el caso del sida, conocen mejor los riesgos y el modo de evitar la infección de madre a hijo. Además, una vez convertidas en madres, luchan por que sus hijos, niños y niñas, se eduquen mejor que ellas mismas, pasando así un testigo esperanzador a la siguiente generación.

Save the Children recomienda alentar la gratuidad de la enseñanza pública en los países en desarrollo; subvencionar la asistencia de las niñas, y formar maestras para alentar su confianza en el medio escolar.

España, con una tasa de escolarización femenina del 98%, presenta como «puntos negros» algunos colectivos de inmigrantes y minorías étnicas.

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