El Astra 1K, el mayor satélite civil de comunicaciones jamás construido, partió en la noche de este lunes (24:00 hora española) rumbo al espacio. Un cohete Proton ruso se encargó de ponerlo en órbita desde la veterana base de Baikonur, en Kazajstan (antigua Unión Soviética).
Los españoles serán uno de los grandes beneficiarios del nuevo y ambicioso artificio espacial, que dirigirá uno de sus dos haces exclusivamente al territorio nacional. Con el 1K se logrará, además, el maridaje definitivo entre Internet y el espacio exterior.
La construcción de este satélite de 5,25 toneladas de peso, 37 metros de largo, 6,6 de alto y unas enormes «alas» formadas por seis paneles solares, ha supuesto un gran desembolso de tiempo y dinero. El 1K se contrató con la empresa Alcatel encargada de su desarrollo -en 1998- y aunque su lanzamiento estaba previsto para agosto de este año, finalmente se retrasó hasta noviembre.
En un principio, según explican fuentes de Astra, el ingenio contaba entre sus objetivos primordiales con la ampliación de la cobertura geográfica de su flota de satélites en Europa Central, Europa del Este y en la parte europea de la Comunidad de Estados Independientes (CEI). Pero uno de sus haces iba destinado a cubrir el Reino Unido. La creciente demanda de televisión por satélite en España convenció, sin embargo, a la compañía de que había en nuestro país un mercado digno de explotación, y cambió las islas británicas por la piel de toro y sus archipiélagos.
Antenas menores
Aunque el 1K incorpora avances tecnológicos, donde el usuario notará su presencia será en las antenas necesarias para captar su señal, algo que afecta sobre todo al público canario y al de la zona más costera del sur español. En estas zonas geográficas requieren en la actualidad parabólicas de entre un metro y ochenta centímetros de diámetro. Gracias al haz nacional podrán utilizar antenas de cincuenta o sesenta centímetros.
Además, el nuevo satélite Astra -que sustituirá a los veteranos 1B, 1C y 1D a medida que vayan «muriendo»- permitirá la conexión de alta velocidad a Internet como alternativa al ADSL y al cable. Hasta ahora, existía la posibilidad de acceder a la Red de redes vía satélite, pero el retorno del usuario se hacía a través del teléfono. El nuevo servicio, que aún no se sabe quién ofrecerá en España, es bidireccional, es decir, tanto el acceso como el retorno se realizan a través del satélite, lo que permitirá mayor capacidad de envío al usuario.
