El dominio «.es» se frena, con sólo 903 nuevos registros en tres meses

Largo de tramitar, limitado y excesivamente caro, la mayor parte de los españoles optan por el genérico ".com"
Por EROSKI Consumer 27 de agosto de 2002

El dominio «.es» no termina de arrancar. En realidad, desde el momento mismo de su creación, hace seis años, como dominio «de lo español», las autoridades no han terminado de acertar en la reglamentación de lo que debería ser la identidad de España en Internet ante el resto del mundo.

Demasiados requisitos, demasiado tiempo de tramitación y demasiado caro, los españoles optan, cada vez más, por registrarse bajo genéricos como «.com», «.net» o «.org», mucho más baratos y fáciles de conseguir. Ni siquiera el nuevo plan de dominios del Ministerio de Ciencia y Tecnología, cuyo borrador fue anunciado el pasado mes de abril, y que supondrá una actualización de las normas contenidas en la Orden de 21 de marzo de 2000, ha servido para inyectar algo de vigor al «.es».

Así las cosas, desde enero de este año, el número de nuevos dominios «.es» registrados no alcanza siquiera los tres mil. Pero lo peor es el ritmo al que se producen los nuevos registros, un goteo decreciente: en mayo fueron 527, en junio 296 y en julio apenas 80. Es decir, 903 en tres meses.

A la cola

El estancamiento del «.es» ha sido denunciado por la Asociación de Internautas (AI), en cuya página web («www.internautas.org») se analizan las razones que han llevado a esta situación. En total, frente a los casi 21,5 millones de registros «.com», los 5,5 millones de registros alemanes «.de», o los 3,1 millones de «.co.uk» británicos, los «.es» españoles apenas alcanzan los cuarenta mil. Baste con decir que nuestro país ocupa por este concepto el puesto número cuarenta en el mundo, superado con mucho, por ejemplo, por los más de 250.000 registros de Samoa y casi doblado por los 71.000 de Tonga.

Según la Asociación de Internautas, sólo durante el mes de julio «se han registrado más de 100.000 dominios «.com», lo que indica que el interés por el registro de los dominios no decrece pero que las trabas existentes para el registro «.es» hace que muchas empresas y particulares españoles acudan a registrar los dominios «.com», «.net» o «.org».

Los dominios son entidades administrativas cuyo propósito es subdividir la carga de gestión de un administrador central repartiéndola entre distintos subadministradores. Éstos, a su vez, pueden repetir el proceso si el tamaño del dominio a administrar así lo aconseja. De esta forma, se pueden crear distintos niveles de dominios delegados, donde cada administrador asigna nombres concretos a su nivel.

Jerarquía

Tienen la máxima jerarquía los Dominos de Alto Nivel o TLD (Top Level Domains), que son uno por país (dominios de 2 letras correspondientes al código ISO-3166 de cada territorio), más los dominios «especiales» de 3 letras: «edu», «com», «gov», «org», «net», etc. Cada TLD dispone de sus propias normas acerca de quién puede registrar un dominio de segundo nivel, qué dominios están permitidos, qué procedimientos hay que seguir para registrar un dominio de segundo nivel, etc.

El registro del TLD español llegó a costar 18.000 pesetas (108 euros), y su mantenimiento anual 12.000 pesetas (72 euros), con lo que se convirtió en el más caro de todo el mundo. Las campañas de protesta encabezadas por las asociaciones de usuarios consiguieron que se rebajaran estos precios a 12.000 pesetas por registro y 8.000 por mantenimiento anual, que siguen siendo los más altos de Europa. Si a esto se le suma la excesiva lentitud de los trámites (varias semanas en un mundo, el de Internet, en el que todo se mueve a velocidades de vértigo), además del hecho de que sólo empresas o entidades registradas puedan solicitarlo (lo que excluye por completo a los particulares) y se le añade también la imposibilidad de elegir nombres genéricos y la particularidad, única en el mundo, de que el registrador puede subastar los dominios, tendremos un retrato bastante coherente de cuál es el panorama.

El Ministerio de Ciencia y Tecnología deberá encargarse ahora de arreglar la situación y aunque las intenciones parecen buenas (admitir nombres geográficos o genéricos, prohibidos hasta ahora, abrir el acceso a los particulares, etc. El borrador puede consultarse en Internet, en la dirección «www.setsi.mcyt.es/reg_internet/notabplan.htm») muchos dudan que se consigan limar todas las deficiencias que presenta el «.es».

Dominios abandonados

De todos modos, la crisis no afecta únicamente al dominio español, sino que es general. De hecho, decenas de miles de dominios son literalmente abandonados cada día por sus propietarios, que no pagan las tasas correspondientes para su mantenimiento. Cuando esto sucede, el dominio en cuestión es dejado en suspenso durante un corto periodo de tiempo. Si el propietario decide pagar antes de que termine este plazo, recupera su dominio. Si no es así, éste es destruido, borrado del registro general de dominios y vuelve a quedar, por lo tanto, disponible para cualquiera que quiera solicitarlo.

Un simple vistazo a «www.deleteddomains.com», página que recoge, cada día, los dominios en suspenso y los destruidos, basta para darse cuenta de que el fenómeno es mucho más común de lo que parece. Así, el lunes de la semana pasada, día en que se registraron 28.553 nuevos dominios (los datos sólo se refieren a los «.com», «.net» y «.org»), 95.266 pasaron a la situación previa a su borrado (es decir, fueron abandonados por sus propietarios) y 10.609 fueron eliminados completamente al haberse cumplido el plazo para actualizar el pago de mantenimiento. Actualmente, existen en total 16.227.871 dominios destruidos y 852.006 en suspenso.

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