El primer operador que despliegue fibra óptica en un edificio deberá compartir sus recursos

Tendrá además que ofrecer acceso a los elementos de red a precios razonables
Por EROSKI Consumer 4 de noviembre de 2008

El primer operador que despliegue su red de fibra óptica en el interior de un edificio deberá compartir los recursos emplazados para alcanzar las viviendas de los usuarios (cajas terminales, acometidas verticales, etc.) con el resto de operadores que posteriormente quieran acceder a ese edificio y ofrecer servicios FTTH (fibra hasta el hogar).

Ésta es la propuesta de regulación que ha hecho la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) sobre las redes de fibra óptica en los edificios y que será enviada para consulta pública a la Comisión Europea, otras autoridades de regulación, operadores y Ministerio de Industria, Turismo y Comercio antes de su adopción definitiva.

El órgano regulador explica que en España hay un porcentaje muy elevado de edificios que no están equipados con ICTS (infraestructuras comunes de telecomunicaciones), por lo que para instalar nuevas cajas terminales y desplegar acometidas verticales para alcanzar las viviendas, los operadores deben conseguir nuevas autorizaciones de las comunidades de propietarios, así como buscar espacios en garajes, trasteros, patios, fachadas, huecos de ascensor, etc.

Monopolios

Todas estas limitaciones implican que se puedan crear «monopolios locales» en el interior de los edificios, de forma que «el primer operador que culmine el despliegue de fibra óptica, instalando sus elementos de red, sea el único que esté en condiciones de ofertar servicios a través de FTTH a los vecinos del edificio, sin que otros operadores encuentren las condiciones equivalentes para tender su propia red interna», apunta la Comisión.

Por eso, propone imponer las mismas obligaciones a todos los operadores que desplieguen redes ópticas en edificios. En consecuencia, el primer operador que acceda al inmueble deberá atender las solicitudes razonables de acceso a los elementos de su red y equipos situados en el interior del edificio o en las proximidades, y que faciliten la compartición en el último tramo del acceso óptico hasta la vivienda del abonado.

Y todo ello a un «precio razonable». Los precios «no podrán ser excesivos», advierte la CMT. Además, ese primer operador deberá poner a disposición de terceros información suficiente para que el resto de operadores pueda planificar y tramitar sus solicitudes de acceso.

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