Guía para regalar una cámara de fotos en Navidad

La elección tiene que venir determinada por las necesidades y usos más habituales del destinatario del regalo
Por Antonio Delgado 16 de diciembre de 2013
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Imagen: Sarah Penge

En el momento de elegir una cámara de fotos para regalar en Navidad, hay que considerar qué usos más habituales le dará la persona a la que se le obsequia este dispositivo. No por adquirir una cámara más cara se tendrán mejores imágenes, ya que un coste elevado no determina la calidad del fotógrafo y su trabajo. Hoy en día, podemos encontrar en el mercado cámaras de fotos desde 60 euros hasta los más de 6.000 euros de algunos modelos profesionales. Por lo tanto, disponemos de cientos de cámaras que pueden adaptarse a las necesidades y gustos de cada usuario. Este artículo ofrece algunos consejos que deben tenerse en cuenta a la hora de regalar una cámara de fotos en función de precios y capacidades, pero también de empleos prácticos como utilizarla en viajes, actividades al aire libre o para hacer retratos.

Imagen: Sarah Penge

Existen cientos de modelos de cámaras de fotos que pueden adaptarse a las necesidades y gustos de cada usuario

En primer lugar, es necesario conocer algunos parámetros básicos de las cámaras de fotos para entender qué requerimientos que hay que ponderar en cada una de ellas. En la actualidad, ya no importan tanto los megapíxeles como otros aspectos: el ISO o sensibilidad del sensor, la apertura de diafragma o la luminosidad que permite capturar la lente; también el tamaño del sensor, la estabilización de imagen mediante software o las capacidades del modo vídeo.

La ligereza, importante

Para un empleo general, es decir, tanto para eventos familiares como para realizar fotografías de los platos de la comida, lo importante es que se regale una cámara de fotos que el usuario siempre pueda llevar encima. De nada sirve disponer de un equipo caro, si luego las posibilidades de traslado están limitadas en un uso cotidiano.

Lo importante es que la cámara de fotos que se regale siempre pueda llevarse encima

Por este motivo, una cámara compacta, una compacta avanzada o una cámara sin espejo o EVIL son las soluciones más apropiadas para todos los bolsillos, dado que, sin disparar sus precios, tienen modelos ligeros con capacidades de otros dispositivos del rango profesional.

¿Cámara o móvil?

Una cámara compacta supone, junto con un teléfono móvil, una buena opción para hacer fotos. Uno de los grandes problemas de los smartphones actuales es que, a pesar de su calidad suficiente para la toma de imágenes en el día a día, pierden a la hora de querer utilizar otras características como el zoom óptico, contar con un potente flash LED o realizar fotos con poca luz.

Por el precio de un smartphone existen cámaras de cuatro tercios muy superiores en prestaciones

Los modelos de móviles de gama alta, como el iPhone 5S, el Samsung Galaxy S4 Zoom o el Nokia Lumia 1020, con su sensor de imagen de 41 megapíxeles, están entre los mejores teléfonos para usar como cámara fotográfica. A ellos se puede añadir el Sony Xperia ZT e, incluso, el HTC One en menor medida, ya que ofrecen todos ellos unos excelentes resultados tanto en óptica como en software. Sin embargo, si el empleo principal de estos móviles será hacer fotografías, por el coste que tienen, alrededor de 700 euros, existen cámaras de cuatro tercios muy superiores en prestaciones.

Otra opción es adquirir una lente para el teléfono que permita nuevos usos de la cámara. Sin embargo, la calidad nunca será superior a una cámara con zoom óptico.

Para llevar a esquiar y otras actividades al aire libre

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Imagen: Pentax

Las cámaras compactas todoterreno resultan una solución idónea para usuarios que quieran realizar fotos en cualquier momento y lugar, sin temor a que las condiciones ambientales puedan poner en peligro la integridad del aparato. Son modelos que cuentan con diferentes tipos de escenas, orientadas a la toma de imágenes bajo el agua (cada una tiene un número de metros máximo de profundidad) o en situaciones de sol y nieve. Muchos jóvenes practican skate, surf, esquí o snowboard, por lo que este tipo de cámaras pueden ser un acierto como regalo.

En el caso de disponer de una cámara compacta tradicional, existen algunas soluciones como fundas y carcasas para poder utilizarla en estos ambientes.

Para viajes y turismo

A la hora de afrontar un viaje o hacer turismo, y según a que zonas del mundo se desplace el usuario, una cámara sin espejo puede ser una opción. Son cámaras de fotos con una calidad similar o superior a una réflex, pero con un tamaño más reducido. Ello posibilita que pueda llevarse encima sin llamar la atención en determinados lugares, donde no es aconsejable hacer ostentación de dispositivos electrónicos por seguridad.

En este sentido, las llamadas cámaras híbridas, a medio camino entre una compacta y una réflex, también son una alternativa muy interesante.

Para hacer retratos

Para realizar retratos semiprofesionales o profesionales, lo más recomendable es disponer de una cámara réflex

Para realizar retratos semiprofesionales o profesionales, lo más recomendable es disponer de una cámara réflex con un objetivo entre 50 y 85 mm de profundidad de campo, con una luminosidad inferior a f2 para evitar distorsiones en el rostro, como que la nariz aparezca más grande que las orejas.

También es aconsejable contar con un equipo adicional compuesto por un trípode, un juego de luces fijas, filtros ópticos y flashes. En este tipo de fotografía, a nivel doméstico es mucho más importante la iluminación de la escena y el tipo de lente utilizada que el cuerpo de la cámara.

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