La posibilidad de encontrar artículos interesantes, de forma cómoda y a precios atractivos, es algo que no se debe desaprovechar.
Las ofertas más interesantes que pueden encontrarse habitualmente están en:
– Las subastas «online»: donde el sistema de adquisición es la puja por el artículo por parte de los potenciales compradores interesados. El precio del artículo será la mejor puja recibida en el período de subasta, y el comprador será la persona que la haya hecho.
– Los «market-place»: son lugares donde confluyen compradores y vendedores, creando con ello un «mercado». A diferencia de las subastas aquí el vendedor fija el precio que desea y el comprador compra o no si es de su interés. Los principales market-place son los mercados de segunda mano.
En ambos casos, quién provee la web donde contactan y se ponen de acuerdo compradores y vendedores es un intermediario, que cobrará un importe fijo o un porcentaje en función de la venta realizada, al vendedor.
Cada vez son más las ventas que se realizan de esta manera. Sin embargo, dado que la compra se hace a un tercero (desconocido) se deben tomar una serie de precauciones para evitar ser víctimas de algún fraude. A continuación se detallan las principales:
– Tanto compradores como vendedores deben registrar sus datos en la web. Hay que asegurarse de saber los datos personales del vendedor. (Pudieran ser falsos pero que al menos existan).
– Asegurarse de no comprar a vendedores «noveles». Esto es, las webs que se dedican a este tipo de ventas suelen tener datos históricos de aquellos clientes que han realizado ventas con anterioridad y dan la opinión favorable o desfavorable de aquellos que ya les han comprado.
– Nunca se debe pagar directamente al vendedor antes de recibir el artículo. Lo mejor es el «contra reembolso». Algunos compradores han sido defraudados por que se les ha obligado a hacer una transferencia a una cuenta antes de recibir el artículo.
– Las empresas intermediarias proveedoras de la web, a veces también son intermediarias en el pago, por ello solicitan el pago a través de VISA, etc. Si la empresa inspira confianza, es un sistema de mayor garantía pues se puede reclamar a la empresa el objeto pagado, en vez de al vendedor.
Ejemplos de «market-place» y subastas «online»:
