Bruselas ha puesto en marcha una consulta por Internet sobre agricultura biológica, a fin de recoger las opiniones de los ciudadanos sobre asuntos relacionados con ese tipo de producción como, por ejemplo, los apoyos que tendrá en la reforma de la Política Agrícola Común (PAC) o el etiquetado de los productos.
Hasta el próximo 16 de marzo, y a través de la web «www.europa.eu», los ciudadanos europeos podrán expresar sus sugerencias acerca de un documento de trabajo de la Comisión Europea sobre la agricultura y los alimentos biológicos. En este documento, que aparece publicado en la mencionada página web, Bruselas analiza los principales problemas en la producción y en la comercialización.
Posteriormente, en verano, el Ejecutivo de la UE publicará los resultados de la encuesta, que sumados a otras opiniones desde el mismo sector y los Estados miembros, servirá para elaborar una propuesta comunitaria sobre agricultura biológica, que presentará a finales de 2003. «Esta consulta por Internet es otro paso para hacer la PAC más transparente y cercana a los consumidores», señaló el comisario europeo de Agricultura, Franz Fischler. En opinión de Fischler, el sexto Programa de Acción para el Medio Ambiente, así como otras estrategias, como la del Desarrollo Sostenible de la Cumbre de Gotemburgo (2001) o la que integra las preocupaciones ambientales del Consejo de Agricultura de la UE, acentúan la importancia de la agricultura biológica y la necesidad de apoyarla a través de la PAC.
Según el documento, se pretende desarrollar diferentes sistemas para las ventas de productos orgánicos, clasificar las zonas «ambientalmente sensibles» y fomentar el intercambio de información técnica entre los productores. Además, proyecta que las ayudas de la PAC beneficien a la agricultura biológica, reforzar el uso de logotipos para los alimentos biológicos, asegurar el rastreo de estos productos y armonizar métodos de control y acreditación, en cooperación con todos los afectados por las inspecciones.
El documento de trabajo también prevé aplicar procedimientos homologados para asegurar que los productos biológicos importados no suponen competencia desleal con los comunitarios y los compromisos de la UE con los países en desarrollo.
Finalmente, el Ejecutivo comunitario tiene la intención de poner en marcha un organismo para asesorar sobre métodos de producción, sustancias, recogida de datos y nuevos programas de investigación sobre la agricultura biológica.
