La Unión Europea (UE) ha limitado el gasto del móvil en el extranjero a 50 euros como medida para prevenir «gastos desmesurados». Estas nuevas normas obligarán a cortar de forma automática el gasto del teléfono una vez que se alcance esta cifra, aunque se enviará un aviso vía SMS o correo electrónico cuando se haya alcanzado el 80% del total. No obstante, esta limitación podrá ampliarse por los propios usuarios, que deberán contactar con la operadora para cambiar la opción predeterminada.
También se contempla la obligación para las operadoras de enviar detalles de las tarifas de «roaming» (llamadas en itinerancia) con la entrada a cada país europeo y la bajada en la tarifa máxima para las llamadas -de 43 a 39 céntimos el minuto-. Además, el coste de las llamadas entrantes cae de 19 a 15 céntimos el minuto.
La comisaria europea de Sociedad de la Información, Neelie Kroes, celebró esta medida, que «acabará con las facturas chocantes que recibían algunos usuarios europeos durante sus vacaciones simplemente por navegar con teléfonos inteligentes u ordenadores portátiles».
La UE ha registrado casos de usuarios alarmados tras recibir la factura del móvil después de un viaje, sobre todo, por la descarga de vídeos y música. Entre los casos más llamativos, un ciudadano alemán recibió una factura de 46.000 euros por la descarga de una película durante su estancia en Francia, mientras que un estudiante británico tuvo que pagar una factura de 9.000 euros por un mes en el extranjero.