Muchos menores no pueden vivir sin el móvil. Una encuesta realizada por la asociación «Protégeles» entre chavales de 11 a 17 años demuestra que un 38% siente zozobra o lo pasa «fatal» cuando no tiene su celular entre las manos. Los expertos dicen que no se puede hablar todavía técnicamente de dependencia, pero recomiendan a los padres que controlen el uso de estos aparatos en sus hijos.
La necesidad del móvil entre los jóvenes acarrea además un gasto económico importante. Un 25% de los participantes en el estudio confiesa que el uso del teléfono les ocasiona un desembolso de 20 euros al mes, una factura que casi siempre asumen los padres. Uno de cada cuatro niños ha cambiado además de aparato hasta cuatro veces.
Una vez dada la voz de alarma, los expertos apelan a la responsabilidad de educadores y familias. De acuerdo con los especialistas, el abuso del móvil puede ser tipificado como un «desorden de adicción» que es necesario atajar cuanto antes, con la colaboración de las compañías de telecomunicaciones.
La encuesta, que se ha hecho en la Comunidad de Madrid pero cuyos resultados son extrapolables a toda España, pone de manifiesto que los niños han incorporado el móvil a sus vidas como un instrumento más de ocio. Sin embargo, su uso descontrolado puede acarrear consecuencias indeseables. Así, en un 11% de los casos el chaval ha llegado a engañar, mentir e incluso sustraer dinero a sus padres para abonar el saldo del terminal.
Los expertos sospechan que debe haber un comercio de intercambio de bases de datos de números de móvil a la vista del elevado volumen de mensajes que reciben los menores. De hecho, un 72% sostiene que ha recibido SMS que incitan a participar en apuestas, sorteos y juegos de azar. Asimismo, a un 68% le llegan mensajes no solicitados.
Más que para hablar
El móvil sirve para muchas cosas más que para hablar. No en vano, sólo un 24% de los menores efectúa llamadas a diario, frente al 50% que envía SMS casi cada día. Uno de cada cuatro manda durante el fin de semana entre 10 y 20 mensajes de texto. Un 77% se ha descargado tonos o melodías, un 68% logos y fondos, y un 30% ha adquirido juegos.
Los autores del informe lo enviarán al Ministerio de Industria para demandar la creación de una comisión en la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones que vele por la seguridad de los menores. En su opinión, hay motivos de sobra para exigir un mayor rigor y restricciones al empleo del móvil. Así, un 18% de los menores confiesa que se ha sentido acosado sexualmente a través de su celular. Además, un 9% ha recibido o se ha descargado imágenes pornográficas en su terminal, mientras que un 7% chatea no sólo con amigos, sino también con desconocidos. Otro 19% admite haber enviado mensajes de tono amenazador o insultante.
Para el Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, Pedro Núñez Morgades, es clave que los padres tomen conciencia del problema, como ya han hecho con los riesgos que entraña Internet. Núñez Morgades tiene previsto entrevistarse con los responsables de las compañías de telefonía móvil, con el fin de que discriminen mejor a sus clientes e impongan ciertos filtros, posibilidad que podría aplicar en un año Telefónica Móviles.
