Software de segunda mano

La venta de licencias ya utilizadas de software puede suponer un ahorro de entre el 20% y el 50% respecto a su precio original
Por Antonio Delgado 22 de junio de 2011
Img soft2mano portada
Imagen: Adrián Santos

La venta de programas usados se ha convertido en una forma de obtener software legal a un precio inferior al del mercado. Diferentes empresas se encargan de este negocio, que en los últimos años ha acumulado miles de clientes en Europa. En principio, esta compraventa no está orientada a usuarios finales o particulares, sino a empresas, debido a la naturaleza de las licencias de uso que se compran a través de estas compañías.

Las empresas del ramo realizan una reventa de licencias, compran a empresas e instituciones licencias de uso de programas informáticos que no se han utilizado y las revenden a terceras empresas con grandes descuentos frente al precio original del producto nuevo. En la compraventa se utiliza en general una certificación notarial para dejar por escrito quién es el nuevo propietario de uso de las licencias adquiridas en esta transacción. De esta forma, se garantiza la seguridad jurídica al realizar la transmisión. En ella, el propietario original certifica que es el propietario de las licencias, que ha borrado todas las instalaciones realizadas del producto en sus ordenadores y que no las utilizará en el futuro.

Un mercado regulado

Estas licencias se venden por volumen y, a menudo, proceden de empresas que han cambiado sus sistemas informáticos y utilizan nuevo software. También de empresas que han cerrado o se han declarado en quiebra en un proceso de liquidación. De esta forma, se pueden conseguir ingresos de un producto adquirido antes y que no se va a volver a utilizar.

El negocio está en la compraventa de licencias, no del propio software, que el comprador debe conseguir por otros canales

El negocio está en la compraventa de licencias, no del propio software, que el comprador debe conseguir por otros canales. Una situación común en muchas empresas es disponer de una copia previa de la aplicación y validarla mediante la adquisición de licencias de segunda mano, ya sea por encontrarse antes en situación ilegal o por la necesidad de instalar los programas en más ordenadores de los que permitía la antigua licencia. Otra opción también común es descargar el software desde la web del fabricante y validar después la copia con una de estas licencias.

Una de las ventajas de la compra de estas licencias es que las aplicaciones no pierden funcionalidades o tienen el desgaste por uso, como ocurre en la compraventa de bienes físicos como vehículos o ropa. Además, permite a las empresas adquirir licencias de aplicaciones que ya no estén en el mercado por ser obsoletas, pero que aún son útiles para cierto tipo de procesos. Además, este tipo de decisiones, la compra de software antiguo en buen estado, conlleva no tener que adquirir un nuevo equipamiento informático con procesadores con capacidad para ejecutar las últimas versiones. Por tanto, el ahorro no solo se registra en el software, sino también en el hardware.

Desagrado entre los fabricantes

Los fabricantes de aplicaciones informáticas no están demasiado contentos con esta nueva modalidad de negocio y se enfrentan en los tribunales a estas empresas por considerar que hacen un negocio ilícito con sus productos y con las marcas y derechos de autor de las mismas. Empresas como Microsofthan publicado notas de prensa con recomendaciones para adquirir estas licencias. Según Microsoft, la transferencia de licencias solo es posible cuando dos empresas se fusionan o cuando se dividen en varias.

Un fabricante no puede prohibir la venta de un producto una vez que este se haya vendido por primera vez

Sin embargo, esta no es la lectura que hacen los tribunales: el pasado mes de mayo, la empresa suiza usedSoft, una de las principales del sector con ocho años en el mercado, obtuvo una victoria en una corte suiza frente a la empresa Adobe, al rechazarse una solicitud para que la primera dejara de vender licencias de los productos de la segunda.

Según la sentencia, a partir de una directiva de la Unión Europea a la que se adhirió Suiza, un fabricante no puede prohibir la venta de un producto una vez que este se haya vendido por primera vez. Este fallo del tribunal está argumentado según el «principio de agotamiento del derecho». Ahora se espera que la decisión del tribunal suizo tenga un efecto impulsor sobre otros casos similares en la Unión Europea en favor de la compraventa de software de segunda mano. Otra empresa del sector,Softbrocker, anuncia en su página web que el pasado mes de marzo interpuso en España una denuncia ante la Comisión Nacional para la Defensa de la Competencia contra Microsoft. De momento, la Comisión aún no ha publicado una resolución.

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