En España hay unos 9 millones de usuarios de Internet, de los cuales entre el 6 y el 9% hacen un uso patológico de la Red, según un estudio elaborado por psiquiatras de varios hospitales españoles. Este porcentaje podría ser superior si se contemplaran los menores de 14 años, que no están incluidos en la cifra de usuarios.
Los afectados por el síndrome de adicción a Internet «suelen tener tiempos de conexión a la Red anormalmente altos, están aislados de su entorno y desatienden sus obligaciones tanto familiares como laborales», advierte el informe.
Los autores desvelan tres grandes tipos de adictos a Internet: los que están interesados en su ordenador y navegan durante horas para encontrar programas e incorporarlos a su equipo, los que aprovechan las horas de conexión para relacionarse con otros internautas y los que realizan un uso patológico específico de Internet.
«Estos últimos son personas que ya padecen alguna patología, como la ludopatía, y tienen en la Red otro medio con el que operar», afirma el doctor José María Otín, coordinador del Hospital de Doña Lluria, en Barcelona, y uno de los autores del trabajo.
En concreto, el perfil del adicto a Internet, según este informe, es una mujer de entre 19 y 26 años, soltera o casada, con un nivel alto de estudios y que pasa más de 30 horas a la semana conectada, principalmente para chatear o jugar.
Válvula de escape
Una de las sorpresas de la investigación fue comprobar que eran las personas casadas y solteras, y no las divorciadas o las separadas, las que más horas dedicaban a navegar por la Red, lo que parece poner en entredicho que Internet sea una válvula de escape para las personas que circunstancialmente se encuentran solas.
Además, es llamativo el hecho de que entre los adictos a Internet se encuentren personas que han desarrollado otro tipo de adicciones a sustancias como el alcohol o el tabaco.
Igualmente, se destaca en el trabajo que mientras los hombres se conectan principalmente a páginas de sexo, compras y banca, las mujeres optan por los chats y los juegos.
Aparte del doctor Otín, en la investigación han participado las psiquiatras Carmen Bayón y Lourdes Estévez, del Hospital La Paz y del Hospital 12 de octubre (Madrid), respectivamente, y el psiquiatra Alberto Fernández, del Hospital Alcalá de Henares, también en la capital.
