Un nuevo dispositivo ofrece terapias personalizadas para dejar de fumar

Se llama Nicostopper y controla el número de cigarrillos consumidos
Por EROSKI Consumer 16 de noviembre de 2006

El nuevo método para dejar de fumar suelta frases como «relájate, el deseo de fumar desaparece en 1 minuto», «no aceptes tabaco de los demás» o «sé realista, fumar te perjudica». Se trata de un dispositivo electrónico denominado Nicostopper que ofrece terapias individualizadas que pueden durar desde una a siete semanas, dependiendo de la concienciación y la fuerza de voluntad del fumador.

«Es como un psicólogo electrónico personal, que adecúa la terapia a las necesidades de cada persona, dependiendo de su nivel de consumo de tabaco y de su grado de ansiedad», explica Alberto Ahedo, responsable del producto, que acaba de salir a la venta en toda España a un precio de 299 euros.

Nicostopper, desarrollado por Fagor Electrodomésticos a partir del trabajo de dos psicólogos especializados en tabaquismo, permite al fumador elegir entre cuatro terapias diferentes, tres de ellas para abandonar definitivamente el hábito y otra para «autocontrolarse».»Cada una de ellas, sin embargo, -puntualiza Ahedo- se adapta a cada usuario. Ni la duración de la terapia, ni el nivel de consumo, ni nada es igual. El aparato te llama por tu nombre, se trata de que el ‘interface’ (la relación) entre máquina y usuario sea buena, se cree un vínculo lo suficientemente potente como para que el fumador no se eche para atrás».

En la práctica, la terapia consiste en reducir paulatinamente el número de cigarros diarios. Cada usuario, tras responder a un cuestionario sobre sus hábitos tabáquicos, elige su terapia. Un programa «fijo» que determina cuántos y cuándo se puede fumar, otro «flexible» que limita el número de cigarros pero deja libertad para fumarlos cuando se desee y otro «intensivo» que «obliga» a dejar el hábito en tan sólo una semana.

Tres fases

En cualquiera de las terapias, el dispositivo establece tres fases diferentes para conseguir el mayor nivel de éxito posible. «Se empieza por una fase de concienciación, en la que juegas con la máquina y te vas concienciando de los beneficios para la salud y para el bolsillo que conlleva dejar de fumar; se sigue por la terapia elegida, con una duración media de cuatro a siete semanas, y finaliza con una fase de mantenimiento (que debe durar un mínimo de siete días) en los que Nicostopper continúa facilitando datos e informaciones para evitar la recaída», explica Ahedo.

Para quienes sólo deseen reducir su consumo diario, Nicostopper dispone de un programa de autocontrol «con una duración indefinida, en el que el usuario decide la cantidad de cigarrillos, la frecuencia de consumo y el plazo del proceso terapéutico», indica Ahedo.

Un cigarro cada 20 minutos es la frecuencia mínima que permite el dispositivo, que cuenta con un cargador de 10 pitillos, que no debe abrirse para lograr más cigarros si el fumador no quiere recibir una reprimenda en forma de mensaje. «La persona está en constante ‘feed-back’ con el instrumento terapéutico, lo que disminuye el riesgo de descontrol y permite en situaciones ‘críticas’ pedir ayuda para no romper el tratamiento», señala Ahedo, que asegura que el éxito de la terapia es de un 70%.

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