Una sentencia obliga al BSCH a asumir el coste de un fraude realizado a través de Internet a un comercio de San Sebastián

Considera que el banco debe responsabilizarse de que los sistemas de comercio que facilita "funcionen correctamente"
Por EROSKI Consumer 10 de noviembre de 2004

Una sentencia de un juzgado de primera instancia de la ciudad de San Sebastián ha condenado al Banco Santander Central Hispano (BSCH) a devolver a un comercio de la capital guipuzcoana los nueve millones de pesetas que le fueron abonados en un pago por Internet con una tarjeta de crédito cuyo pago anuló su legítimo titular con posterioridad puesto que él no había efectuado la operación.

Según informó la Asociación de Usuarios de Servicios Bancarios (Ausbanc), la sentencia establece que el banco debe hacerse responsable de que los sistemas de comercio que facilita, en este caso para operar a través de la Red, «funcionen correctamente» y de asumir el coste de la utilización fraudulenta de las tarjetas.

Los hechos a los que se refiere el fallo judicial tuvieron lugar entre los años 2000 y 2002, cuando una tienda de material informático de San Sebastián contactó a través de Internet con un comprador de Costa de Marfil, con quien cerró diversas operaciones por un valor total de nueve millones de pesetas.

Al pagar, el comprador facilitó los datos de una tarjeta de crédito que, según Ausbanc, recibió la conformidad del BSCH al contar con fondos para hacer frente a la operación, por lo que el comercio envió la mercancía vendida. Posteriormente, el titular legítimo de la tarjeta, un ciudadano inglés, anuló la operación dado que él no había efectuado compra alguna al comercio donostiarra, motivo por el cual el BSCH descontó los nueve millones ingresados con anterioridad en la cuenta del cliente vendedor.

Ausbanc apunta que la sentencia señala que el comerciante creía en la seguridad del sistema de cobro por Internet habilitado por la entidad de crédito, así como en el visto bueno dado por el banco a la transacción, por lo que «de ninguna manera» sospechó que iba a quedarse sin mercancía y sin dinero.

Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube