Aerotaxis low cost

Su coste ronda 450 euros, aunque todavía son pocas las compañías aéreas que los comercializan
Por Carlos Astorelli 27 de enero de 2011
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Imagen: Steven Damron

La denominada aeronavegación ejecutiva -transporte aéreo en jets privados propios o de alquiler- ha experimentado un crecimiento tecnológico que le ha permitido adecuar sus precios a los consumidores con menor poder adquisitivo. Hoy es posible alquilar aerotaxis de cuatro plazas por algo más de 400 euros por hora de vuelo y persona, en una modalidad de transporte que ha dejado de ser exclusiva para altos ejecutivos y millonarios. La oferta incluye más de 2.000 destinos en Europa y norte de África, aunque está disponible en una cantidad limitada de aeropuertos españoles. Con un ahorro significativo de tiempo total de viaje, junto con el confort y el lujo como principales fortalezas, el servicio tiene todavía limitaciones en cuanto a disponibilidad de horarios, capacidad de carga y cobertura territorial en los despegues.

Abordaje inmediato. Tiempo de espera en el aeropuerto casi nulo. Posibilidad de operar en aeropuertos pequeños que permiten elegir el punto de aterrizaje más cercano al destino final del cliente. Precios un 40% más económicos que la aeronavegación privada y muy cercanos a los costes de las clases «bussines» de las aerolíneas comerciales. Son las principales ventajas de los aerotaxis low cost: una modalidad de transporte que dio sus primeros pasos en España en 2006. En estos momentos, tras el parón significativo que le impuso la crisis tras un crecimiento sostenido y promisorio, el servicio de aerotaxis muestra síntomas de recuperación y ha despegado con un objetivo claro: brindar su servicio a un público amplio.

En la actualidad, hay alrededor de 180 naves de alquiler. La contratación del servicio se realiza por medio de intermediarios, como agencias o brokers de viajes, o en las oficinas que algunas empresas tienen en los principales aeropuertos donde funcionan. La oferta de vuelos incluye más de 2.000 puntos de Europa y norte de África. Pero la verdadera revolución de este tipo de transporte ha llegado con las compañías low cost de aerotaxis, que empiezan a pisar fuerte en el mercado español.

Innovación tecnológica y precios

Desde 2006, cuando comenzó a extenderse el uso de los aviones de alquiler, las casi 180 naves afectadas al servicio de aerotaxis podían alquilarse por un precio medio de 7.000 euros la hora. Desde el inicio de este negocio, AENA indica que en España tres aeropuertos concentran la práctica totalidad de las operaciones de aerotaxi. El primero es Torrejón, con el 50% de los vuelos, seguido de El Prat de Barcelona, con el 25%, y Son Sant Joan, en Palma de Mallorca, que concentra el 20% de la oferta.

Pero la llegada de los servicios low cost en la aeronavegación privada de alquiler ha sido posible gracias al desarrollo de los «very ligths jets», entre los que destaca el Eclipse, el más utilizado en España: un jet de cuatro plazas capaz de volar tres horas a 12.000 metros de altitud y 700 kilómetros por hora, que solo requiere una pista pequeña para aterrizar, lo que amplía sus posibilidades de operación en pequeños aeropuertos o clubs de vuelos privado. El interior de estos aviones es similar a un coche de gama alta o media. El de Eclipse ha sido desarrollado por BMW.

Las compañías proponen gestionar el alquiler compartido para reducir el coste de la contratación si se viaja solo

La llegada de estos aviones al mercado, con un coste de 1,9 millones de euros, permite un precio de alquiler por debajo del cobrado por los aerotaxis en sus inicios: entre 1.650 y 1.850 euros por hora. Este importe, dividido entre cuatro plazas, arroja un coste por pasajero/hora de 450 euros. Las compañías ofrecen, además, gestionar el alquiler compartido de la nave, lo que hace más accesible la contratación si se viaja solo.

No obstante, son pocas las compañías que se han lanzado al mercado low cost de aerotaxis, aunque con resultados positivos: una de las más pujantes del sector ha cerrado sus primeros seis meses de actividad con un total de 371 horas de vuelo, con el norte de África, Inglaterra y Francia como los principales destinos extranjeros, y con la mayor parte de operaciones en el interior de España, correspondientes a viajes que requerían distintas escalas en el mismo día.

¿Accesible para todos los públicos?

Los principales clientes de las empresas de aerotaxis low cost son, según las propias compañías, ejecutivos de pequeñas y medianas empresas, profesionales independientes y, en menor medida, familias. El lema de estas empresas es «democratizar la aviación privada» y en buena parte lo han logrado. Se calcula que el coste final de este transporte es un 40% menor que el importe que debería pagarse por tener un jet propio. Además, aunque las clases business de la aeronavegación comercial le sacan ventaja, un jet privado supone prestaciones particulares, como los casi nulos tiempos de preembarque, el lujo y prestigio asociado, y las comodidades de las naves, que para determinadas necesidades pueden compensar.

No obstante, aunque este modo de transporte sea una innovadora oferta en el sector de la aviación privada, aún no parece ser una opción viable para el público común. Con las compañías comerciales low cost, un viaje desde Barcelona hasta París puede adquirirse por 100 euros.

En viajes de negocios, con agendas de actividades apretadas y en distancias cortas, por el contrario, los aerotaxis logran poco a poco imponerse. Su principal ventaja es el tiempo que se ahorra en todo el traslado. Por una parte, tiempo de embarque: basta con estar 15 minutos antes de la hora de despegue en el aeropuerto. Por otro lado, el tiempo total del viaje, ya que por las características de las aeronaves -de pequeño tamaño-, los aerotaxis pueden operar en pequeños aeropuertos, lo que aumenta la oferta de destinos y permite elegir el punto de aterrizaje más cercano al destino final del cliente.

Oferta limitada

Una de las principales desventajas de este servicio es la escasa oferta en despegues. Además de limitar su uso a las regiones donde operan, complica la reserva y contratación, ya que la antelación es la clave más preciada. Dos de las compañías visibles del sector operan en apenas cinco aeropuertos españoles: una de ellas en Barcelona, Valencia, Torrejón y Vigo; la otra solo en Sabadell.

Las reservas deben hacerse con 30 días de antelación y, a menudo, están sujetas a un sobrecargo si el vuelo se efectúa en hora punta

Ahora bien, la escasa disponibilidad y las propias características de los aviones determinan algunas desventajas en la operatoria de contratación, que además de ajustar los tiempos de reserva pueden incidir en el precio final del viaje. En lo referente al tipo de avión, el empleo de estas máquinas debe ser ajustado en cuanto al peso: en la mayoría de las empresas se considera pasajero a una persona de 78 kg que no puede llevar más de 15 kilos de peso. Las reservas deben hacerse con 30 días de antelación y, a menudo, están sujetas a un sobrecargo si el vuelo se efectúa en hora punta (de 7:00 a 10:00 horas y de 14:00 a 16:00) y días concretos (jueves o viernes), cuando puede alcanzar 200 euros. En algunas compañías se aceptan reservas con un día de antelación al vuelo, pero se cobra por ello un extra de 400 euros.

Lo más recomendable es aprovechar las ofertas de paquetes de horas de algunas compañías. Se compran de manera anticipada horas de vuelo, lo que brinda prioridad en antelación de reservas, tarifas sin recargo por hora o día pico, y otros beneficios que redundan en ahorro y agilidad en el uso del servicio. La compra de un paquete de 20 horas de vuelo puede suponer un descuento del 2,5%, mientras que con 100 horas asciende a un 10%.

El desarrollo y extensión de esta modalidad de transporte podría poner al alcance de los consumidores una serie de servicios asociados, que hasta el momento estaban limitados a los propietarios de un avión o con posibilidades de alquilarlo a precios exorbitantes. Con la extensión de los aerotaxis, se cuenta con una nueva vía de comercialización de servicios que pueden extenderse al gran público mediante precios más asequibles. La publicidad aérea, el patrullaje marítimo y la observación forestal, la posibilidad de acceso a la fotografía y filmación aéreas para fotógrafos y profesionales de la imagen o paseos turísticos para conocer desde el aire la zona que se visita podrían ser algunos de ellos.

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