Desde hoy los trenes que recorren la línea de alta velocidad Madrid-Zaragoza-Lérida circulan a una velocidad punta de 250 kilómetros por hora. Después de más de dos años con el límite en los 200 km/h, la entrada en funcionamiento de la primera fase del nuevo sistema de señalización y emergencia ERTMS permite una velocidad similar a la del primer AVE, el Madrid-Sevilla.
El ahorro de tiempo es de 19 minutos en el primer tramo (Madrid-Zaragoza) y de 28 minutos en el segundo (Zaragoza-Lérida). En el resto de trayectos, la ventaja es proporcional: 25 minutos para circular entre Madrid y Guadalajara; 45 minutos hasta Calatayud; dos horas y 17 minutos a Tardienta, y dos horas y cuarto hasta Huesca. Estas nuevas relaciones han obligado a modificar los horarios de los convoyes que circulan por el corredor.
La mejora en el servicio no va acompañada, por el momento, de un incremento de las tarifas. Los usuarios pagarán lo mismo que en la actualidad al menos hasta dentro de tres meses, cuando Renfe tiene previsto estudiar una eventual subida de precios. La política tarifaria del corredor generó una gran polémica a finales del pasado año, cuando varias asociaciones de usuarios reclamaron y consiguieron una rebaja en base a la menor velocidad de los trenes.
El ERTMS (European Rail Traffic Management System) es un novedoso sistema que distribuye información entre la vía y los trenes y que hasta ahora había dado muchos problemas. El despliegue de dobles balizas en los tramos de vía en los que el flujo de información no era el idóneo ha permitido certificar el nuevo límite.
La ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, se ha comprometido a que en 2007, cuando el AVE llegue a Barcelona, lo haga a 300 ó 320 km/h.