La fusión entre las compañías aéreas estadounidenses United Airlines y Continental Airlines ha recibido la autorización sin condiciones de la Comisión Europea (CE). La operación, valorada en 3.000 millones de euros, dará lugar al grupo aéreo más grande del mundo, con un total de 370 destinos.
Bruselas constató que la operación no tendrá un impacto negativo sobre la competencia en el mercado europeo. La investigación del Ejecutivo comunitario puso de relieve que las actividades de las dos aerolíneas se solapan en la prestación de servicios de transporte de pasajeros y de mercancías entre la Unión Europea (UE) y Estados Unidos.
La fusión tendrá un impacto muy limitado sobre el transporte de mercancías por la limitada presencia de las partes en este mercado. Por lo que se refiere al transporte de pasajeros, las redes de United Airlines y Continental Airlines son complementarias porque estas aerolíneas tienen su base en ciudades diferentes de Estados Unidos. Por ello, la fusión sólo provocará un pequeño aumento de su cuota de mercado. La investigación de la CE confirmó el carácter complementario de ambas redes en las rutas transatlánticas y constató que su combinación no provocará problemas de competencia en ninguna ruta.
Ambas aerolíneas son miembros de la alianza Star Alliance y cooperan ampliamente con Lufthansa y Air Canada a través de la empresa conjunta A++. La investigación de Bruselas se centró en el impacto de la fusión entre United y Continental y no prejuzga el resultado del examen paralelo que el Ejecutivo comunitario realiza sobre A++.
