La nueva compañía aérea de bajo coste creada por Iberia, Cobra, Iberostar, Quercus y Nefinsa utilizará en un primer momento aviones que han sido explotados durante los últimos años por la aerolínea española. Aprovechando la renovación de la flota de corto y medio radio emprendida por Iberia el pasado año, la nueva sociedad alquilará en el mercado, después de que la primera se desprenda de ellos, cinco antiguos aviones A-320 con los que comenzará a volar el próximo otoño.
A 31 de diciembre pasado, Iberia contaba con una flota de 60 aviones A-320, de los cuales diez eran en propiedad, otros diez en arrendamiento financiero y 40 en régimen de alquiler. Los vencimientos de los contratos de arrendamiento operativo previstos para 2006 contemplan precisamente la retirada de cuatro unidades a mediados de año, según consta en la memoria del ejercicio correspondiente a 2005.
Pese a este planteamiento de no incurrir en excesivos costes financieros durante la fase de lanzamiento al mercado, lo cierto es que la nueva sociedad creada el pasado 25 de abril ya ha comenzado a abordar con Airbus y Boeing la composición de su futura flota, que estará integrada por cerca de 30 aeronaves a finales de 2008. Teniendo en cuenta que la nueva compañía cubrirá rutas europeas de corto y medio radio, las opciones se restringen a dos modelos: el citado A-320 y el Boeing 737. El fabricante europeo parte con una cierta ventaja derivada de la amplia experiencia que Iberia ha desarrollado con el A-320 y del ahorro de costes de explotación que supondría operar una flota con un único modelo.
Contratación de pilotos
Junto a la composición de la flota, la nueva «low cost» deberá afrontar otro reto no menos importante: la contratación de segundos y comandantes en el mercado europeo, desligados laboralmente de Iberia para no incurrir en posibles conflictos con el SEPLA, el sindicato mayoritario de pilotos. Este colectivo ya ha advertido que no admitirá el trasvase de profesionales de Iberia a la nueva compañía bajo la amenaza de emprender duras actuaciones.
Con una flota inicial de cinco aeronaves, el índice de tripulación requerido oscilará entre las cuatro y cinco tripulaciones que como media utilizan las compañías de bajo coste. Es decir, que la nueva «low cost» necesitará contratar por cada avión a dos pilotos y cuatro azafatas, de forma que la plantilla inicial estará formada por cerca de 50 profesionales y alrededor de 100 tripulantes de cabina.
