Preparar un viaje largo por carretera
Informarse sobre el estado de las carreteras y descansar antes de la salida son las claves para evitar imprevistos
- Autor: Por Azucena García
- Fecha de publicación: lunes 8 agosto de 2005
Planificar el trayecto
Antes de cualquier salida, hay que pasar siempre por el taller para revisar el vehículo y ponerlo a punto, pero familiarizarse con el recorrido y conocer las alternativas del mismo, también ayuda a evitar sorpresas.
Lo primero es elegir el destino, decidir sobre un mapa de carreteras el camino que mejor se adapte a nuestras necesidades y comprobar que la vía está en buenas condiciones
Una vez escogida la carretera, y sobre todo si el recorrido es muy largo, lo podemos dividir en varias etapas o paradas de descanso y prever lo que necesitaremos en cada una de ellas, como la cantidad de combustible, de acuerdo a la distancia que tengamos que recorrer, gafas de sol o bebidas frescas con temperaturas elevadas, o abrigos, en el caso de que atravesemos zonas menos cálidas.
En cuanto a las fechas, iniciar el viaje en un día de diario y que no coincida con principios o finales de mes es un punto a favor para evitar caravanas y densidad de tráfico, aunque si lo que se quiere es aprovechar los días libres al máximo y disfrutar de las vacaciones desde el primer minuto, un buen consejo es armarse de paciencia y no estar pendiente del reloj. Lo importante es llegar al destino, no hacerlo en un tiempo récord. “Hay que olvidarse del reloj, pensar que estamos de vacaciones, que tenemos que disfrutar y ser conscientes de que los atascos son una posibilidad que ofrece la carretera”, afirma De la Peña.
Por su parte, quien vaya a afrontar varias horas de conducción al volante, deberá estar descansado, dormir lo suficiente la noche anterior e iniciar el trayecto a primera hora del día. No obstante, si se tuviera que viajar por la tarde, hay que evitar las comidas copiosas, ya que producen digestiones pesadas y somnolencia, y no consumir nada de alcohol, puesto que reduce el campo visual, disminuye los reflejos y produce agresividad, entre otros efectos. Desde la DGT aconsejan evitar conducir de noche porque la conducción nocturna produce fatiga y somnolencia, a pesar de que hay conductores que lo prefieren por la inexistencia de caravanas y la tranquilidad que da viajar en silencio, sobre todo si el viaje se realiza con niños, que se suelen quedar dormidos.
Además, hay que vestirse con ropa y calzado cómodos, tener a mano los objetos personales que se pudieran necesitar durante el trayecto, si se utilizan gafas graduadas llevar un par de repuesto y hacer una parada cada dos horas, para estirar las piernas y airearse.
De esta manera, se llegará al destino deseado en buenas condiciones y a tiempo de disfrutar lo que resta de vacaciones, aunque también allí se deberán extremar las precauciones y mantener las medidas de seguridad en los trayectos cortos, ya que es precisamente en estos donde el conductor se relaja y olvida las normas, “sobre todo, el uso del cinturón”, confirma De la Peña.