Viajar en autocaravana

A diferencia de otros países europeos, en España es relativamente reciente la importancia de este tipo de turismo
Por EROSKI Consumer 17 de junio de 2005

La práctica del autocaravanismo se ha extendido por toda Europa desde los años 50. En esta época aparecieron los primeros modelos de furgones de tamaño mediano utilizados como base de montaje de la autocaravana. Técnicamente, la autocaravana está compuesta de un chasis de furgón con cabina sobre el que se instala el caparazón, generalmente con estructura de madera y metal, para acomodar los servicios de la vivienda.

En cuanto a las características como vehículo automóvil, hay que mencionar que están perfectamente preparadas para soportar grandes cargas. Sin embargo, su peso es muy ligero debido a los materiales especiales que emplean en su construcción. Por esta razón, la conducción no se hace pesada y permite alcanzar velocidades medias de 120 km/hora.

Otro aspecto a tener en cuenta es la cantidad de combustible que consumen las autocaravanas, ya que será el principal gasto en este tipo de viajes. Habitualmente, el motor de una autocaravana es diésel y el consumo normal alcanza unos 10 litros de gasoil por cada 100 kms. Esto supone un gasto sensiblemente inferior al de un automóvil de gasolina de cilindrada media-alta.

Hoy en día, hay gran variedad de autocaravanas que evolucionan básicamente en el diseño interior procurando que el viajero disponga de más prestaciones y una mayor comodidad. Pero, en realidad, las personas que se decantan por este tipo de turismo lo hacen por la autonomía y libertad de movimientos que proporciona este vehículo autosuficiente.

Por otra parte, existen infinidad de rutas conocidas para caravanas, además de las que cada usuario va inventando y descubriendo sobre la marcha. Algunos clubes de autocaravanistas publican guías de viaje con multitud de destinos. Entre ellos destacan la Ruta de los Castillos (Escocia), Ruta de Loira (Francia), Cabo Norte y Fiordos (Noruega), Sahara (Marruecos), Ruta de Carlos V (Alemania) etc.

Las caravanas están pensadas principalmente para su estancia en camping, donde además de estar permanentemente enganchadas a la red eléctrica, se encuentran más protegidas de los elementos externos. Un camping es un buen lugar para pernoctar y hacer una etapa.

Pero a la hora de realizar estos viajes es conveniente diferenciar varios conceptos como estacionamiento y acampada y, por otro lado, la pernocta. Con respecto al estacionamiento, éste esta permitido prácticamente en todos los núcleos de población a lo largo y ancho de Europa, exceptuando algunas ciudades muy turísticas como París, donde hay zonas especiales para aparcar el vehículo-vivienda.

En el Código de la Circulación no existe una definición exacta de cuando una autocaravana está estacionada o acampada. Por tanto, si la autocaravana se encuentra acampada está sometida a las leyes propias que cada comunidad autónoma tiene sobre la acampada itinerante y con las mismas limitaciones que el resto de los albergues móviles. Sin embargo, como automóvil puede estacionar en las vías públicas de forma legal sin desplegar elementos de acampada, ya que se considera estacionada aunque esté habitada y estará regulada exclusivamente por la leyes de tráfico.

Con respecto a la pernocta, cada país tiene sus propios servicios, aunque España carece de infraestructuras suficientes para el aprovisionamiento y no cuenta con lugares especiales para pasar la noche en autocaravana. Únicamente será necesario tomar una serie de precauciones de seguridad antes de elegir un lugar donde pasar la noche y constatar que no hay ninguna ley que obligue a pernoctar en un camping.

Después de tomar esta serie de medidas elegiremos el lugar de pernoctaje de forma más o menos libre. No obstante, en algunas poblaciones costeras que soportan una fuerte presión turística es relativamente frecuente encontrar prohibiciones para pernoctar e incluso para estacionar.

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