La construcción de fachadas que se limpien por sí mismas sólo con la acción de la luz solar y la humedad ambiental es el objetivo de un proyecto de investigación en el que participa el Instituto de Tecnología de los Materiales (ITM) de la Universidad Politécnica de Valencia.
Este proyecto, que se encuentra en su segundo año de ejecución, va dirigido fundamentalmente a desarrollar recubrimientos para materiales con usos exteriores, como productos cerámicos (tejas y baldosas), piedra natural, madera y morteros, que están sometidos a altos niveles de contaminación.
Los materiales de construcción sufren un envejecimiento prematuro debido a la suciedad de origen orgánico que se adhiere a su superficie, lo que obliga a realizar tareas de limpieza y reparación frecuentes para que recuperen sus propiedades originales, indicaron los investigadores. Así, la incorporación de materiales nanoestructurados permitirá obtener recubrimientos que, además de proteger frente a colonizaciones bacterianas, contribuirán a destruir la materia orgánica que se deposita en la superficie y que acelera el deterioro de la misma. De este modo, disminuirá considerablemente la necesidad de mantenimientos costosos, argumentaron los promotores de este proyecto. Dióxido de titanio
Existen diversos materiales semiconductores que pueden utilizarse como fotocatalizadores, si bien el dióxido de titanio es el más empleado gracias a su no toxicidad y mayor estabilidad en disolución acuosa. Este material produce una oxidación que destruye la materia orgánica en contacto con la superficie y da lugar a la reducción del ángulo de contacto del agua con ésta, de modo que en lugar de gotas, el agua forma una lámina, lo que facilita la limpieza y evita el ensuciamiento.
El tamaño de las partículas de dióxido de titanio para los recubrimientos en los que están trabajando no debe superar unos pocos nanómetros, ya que por encima de este umbral puede incidir sobre la dispersión de la luz y modificar la estética del sustrato.
Para aplicar estos recubrimientos los investigadores del proyecto han desarrollado una suspensión que se pulveriza a modo de spray sobre el sustrato en cuestión.