¡Me aburro! Diez juegos para no escuchar esta frase en Navidad

Tener en Navidad algunas propuestas lúdicas preparadas para los niños les entretiene y permite pasar muy buenos momentos
Por Cristian Vázquez 26 de diciembre de 2012
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Imagen: Viviane Stonoga

Los juegos caseros divierten y entretienen a los niños en Navidad. Son una herramienta casi infalible para no escuchar las dos palabras más temidas en boca de los niños: “Me aburro”. Para ello, es bueno tener algunas ideas listas para usar. A continuación se describe una decena de juegos para las vacaciones y reuniones navideñas: desde la búsqueda del tesoro, el cuento encadenado y los dibujos a ciegas hasta algunas manualidades.

No todo en Navidad es estupendo. No falta el momento en el que los niños pronuncian las temidas dos palabras: «Me aburro». ¿Qué hacer entonces? El frío, la lluvia o la nieve de estas fechas obliga a permanecer en espacios cerrados dentro la mayor parte del día. Por ello, conviene armarse con una buena batería de juegos. A continuación se explican propuestas para disfrutar un solo niño, pero también cuando hay varios en casa.

1. El juego de la búsqueda del tesoro

El juego de la búsqueda del tesoro con pistas es un clásico que no falla en Navidad
Es un auténtico clásico y siempre resulta muy divertido. Exige una cierta preparación, según el grado de dificultad que se quiera dar y la propia creatividad.

El juego consiste en ocultar un tesoro en algún rincón de la casa. Puede ser un juguete, una caja con chucherías o cualquier otro regalo que se quiera dar al niño.

Hay que esconder, también, diversas pistas y ayudas. Estas deben conducir unas hasta las otras y, así, hasta llegar al tesoro final. Las pistas pueden incluir adivinanzas (como «para encontrar el tesoro tendrás que buscar en la parte más fría de la casa», en alusión al frigorífico) y pruebas que debe superar («cuando resuelvas este puzle, alguien te dirá la siguiente pista»).

Este juego no solo divierte y hace pasar un rato agradable, también estimula la curiosidad y el afán aventurero de los pequeños.

2. Contar un cuento entre todos en Navidad

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Imagen: hoyasmeg

La propuesta es formar un cuento entre varios niños. Los mayores también pueden participar. Conviene que un adulto oficie de coordinador, para agilizar el juego cuando los pequeños no sepan cómo seguir, la trama se enrede o se tuerza tanto que se haga difícil continuar.

El mayor comienza la narración, que puede ser de temática navideña. En un momento determinado, preguntará a uno de los niños cómo seguir. El pequeño contará lo que le parezca mejor y, después, el adulto retoma el relato.

Los niños de más edad encontrarán un incentivo adicional en dejárselo difícil al adulto y ver cómo se las arregla para continuar la historia.

3. Un gran dibujo colectivo

Es una especie de variante gráfica del juego anterior. Pero en este caso no hace falta que un adulto coordine.

Uno de los niños empieza con algunos trazos sobre una hoja de papel. Lo más apropiado es un papel grande, colgado en la pared o de una pizarra. El siguiente participante continúa el dibujo. Y así, uno tras otro. Los niños se divertirán mucho al ver qué dibujan sus amigos sobre el dibujo empezado por otros.

4.

El juego de dibujar a ciegas

Cada niño cuenta con papeles y herramientas propias para dibujar: lápices, rotuladores, bolígrafos, etc. Pero tendrá los ojos vendados. Un adulto les hace propuestas sobre qué dibujar. En este caso, puede incluir las propuestas navideñas, como un árbol de Navidad o el trineo de Papá Noel. Los pequeños hacen sus intentos a ciegas.

Al final se quitan las vendas y se muestran los dibujos. Se reirán mucho de sus peculiares obras de arte.

5. Adivina qué hay en la bolsa

Este juego puede ser muy divertido y exige poca preparación. Hay que buscar objetos con diferentes texturas y meterlos en una bolsa. Los niños no los verán, solo podrán introducir un brazo, tocarlos y, según lo que sientan, tratar de descubrir de qué se trata.

Para darle un toque navideño al juego, los objetos de la bolsa pueden ser calcetines o gorros de Papá Noel, bolas o estrellas del árbol de Navidad, etc.

6. El gato y el ratón

Los juegos en grupo entretienen a los pequeños y fortalecen sus lazos sociales
Para este juego hace falta una buena cantidad de niños, al menos seis o siete. La idea es que se sienten en corro y con dos balones. Una de las pelotas será el gato y la otra, el ratón.

Los pequeños deben pasar el balón a quien esté a su derecha lo más rápido que puedan. El objetivo es que la pelota gato alcance a la pelota ratón. El niño en cuyas manos esté el ratón en ese momento pierde y podrá cumplir alguna tarea que los demás decidan. También perderá el niño a quien el balón se le escape de las manos durante el juego.

7. El globo volador navideño

También es más divertido si hay unos cuantos niños. Sentados en corro, se le asigna un número a cada uno. Si no son muchos, se les puede señalar un nombre navideño (Papá Noel, Melchor, Gaspar, Baltasar, etc.).

Uno de ellos comienza, de pie, en el centro. Arroja un globo hacia arriba y pronuncia un número o nombre navideño. El niño al que se le haya llamado debe levantarse, dejando su lugar al que estaba de pie, golpear el globo para mantenerlo en el aire y decir, a su vez, el nombre de otro. Así hasta que el globo toque el suelo.

Como en el juego anterior, se puede organizar que el niño al que más veces se le caiga el globo deba cumplir con alguna tarea.

8. Videojuegos en familia

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Imagen: Charli White

Las consolas de videojuegos ofrecen una alternativa para divertirse en casa. Siempre se debe tener cuidado de que no se conviertan en causa del aislamiento del niño y que el pequeño no pase demasiado tiempo frente a la pantalla.

Los mejores videojuegos -sobre todo para estas fechas- son los que se pueden jugar en grupo y en familia; ss decir, los que no resulten difíciles de entender ni de manejar y que permitan la interacción de muchos participantes.

9. Crear tarjetas navideñas con los niños

El uso posterior de las tarjetas y adornos hechos por los niños alimenta su autoestima
Las manualidades consistentes en dibujar, pintar, pegar, colorear o hacer collages siempre son muy atractivas para los niños. Al hacer tarjetas navideñas, se cumple un doble objetivo: el entretenimiento de los pequeños y la confección de tarjetas para regalar a familiares y amigos.

El uso posterior de las tarjetas alimenta de una forma muy positiva la autoestima de los niños. Además, los adultos pueden elaborar tarjetas junto a los pequeños. Y sorprenderlos con tarjetas de tipo pop-up (desplegables), squash (con dobleces) e hinchables.

10. Fabricar adornos para el árbol de Navidad

Al igual que en el caso de las tarjetas, construir adornos navideños infantiles puede ser muy animado para los pequeños. Tendrán que utilizar distintos materiales, cortar, pegar, pintar, etc.

Este tipo de creaciones tiene una utilidad posterior. Además de para el árbol, se pueden crear adornos con los niños para otros lugares de la casa. Guirnaldas para las paredes, muñecos, figuras para estantes y los imanes para el frigorífico son solo algunas posibilidades.

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