Entrevista

Miguel Mejía Castro, productor de muebles de madera ecológica

Un mueble ecológico cuesta un 30% más, pero el esfuerzo merece la pena
Por Alex Fernández Muerza 21 de noviembre de 2009
Img miguelmejia

En la ciudad hondureña de Choloma, la gran mayoría de sus 235.000 habitantes trabajan en multinacionales de la industria textil. Pero Miguel Mejía Castro (San Pedro Sula, Honduras, 1976) quería ser diferente. Desde muy joven se sintió atraído por el oficio de carpintería y ebanistería, y a sus 21 años montó junto a su hermano un taller. Su conciencia por el medio ambiente y el comercio justo le llevó a solicitar el sello internacional FSC, que certifica el origen sostenible de la madera. Mejía, que vende sus muebles en Europa, asegura que el esfuerzo de pagar más por estos merece la pena: el consumidor se asegura de que adquiere un producto ecológico, de calidad y elaborado de forma sostenible y justa para sus fabricantes. El artesano hondureño ha estado en fechas recientes en la Feria de productos ecológicos y consumo responsable Biocultura.

¿Qué cantidad de madera certificada se produce en el mundo?

“Más de 117 millones de hectáreas de bosques de 82 países tienen el certificado FSC”
Según los datos de FSC Internacional, más de 117 millones de hectáreas de bosques de 82 países han sido certificadas según los estándares de FSC. Las ventas de estos productos superan los 13.000 millones de euros.

¿Qué ventajas supone utilizar madera sostenible?

Aparte de la calidad, el beneficio inmediato es la garantía que se le ofrece al comprador de que la madera que adquiere es legal y proviene de un bosque bien gestionado. A medio y largo plazo, lograremos una concienciación no sólo por el consumo de madera procedente de talas controladas, sino por el cuidado de las riquezas naturales de nuestro entorno.

¿Y qué inconvenientes?

“Las ventas de productos FSC superan los 13.000 millones de euros”
En el aspecto legal no hay ningún inconveniente. Pero sí es una realidad que, sobre todo en mi país, aún no hay esa mentalidad que empieza a darse en España. Hay bastante gente que elige los muebles en primer lugar en función del precio. Por eso son tan importantes las campañas de sensibilización, como Madera Justa, y haría falta que se hiciesen en todos los países.

Habla del precio como factor negativo. ¿La madera con certificación ecológica es más cara que la madera convencional? ¿Qué relación de precios se da entre ambos tipos de muebles?

Un comedor de una mesa y cuatro sillas de madera legal, pero no certificada, cuesta unos 265-300 euros. Si la madera es certificada, costaría un 30% más, unos 400 euros. El precio se reduce cuanto mayor sea el volumen del pedido.

¿No cree que es demasiada diferencia?

“Aparte de la calidad, el sello FSC garantiza que la madera es legal y proviene de un bosque bien gestionado”
No la considero una barrera enorme, pero sí es representativa para una parte de la clientela. Nuestros clientes locales son de clase media y media alta, pero también comparan precios.

¿Cómo convencería a un consumidor español para que haga ese esfuerzo económico y utilice este tipo de productos?

Le explicaría que es la mejor forma de asegurarse que la madera que compra no procede de talas ilegales, sino de bosques gestionados de forma racional, donde se promueve la mejora social y el aumento de la calidad de vida de las poblaciones locales, así como la conservación de la biodiversidad. Además, es una forma de cuidar los bosques y los derechos de quienes estamos y trabajamos allí, y es un modo de contribuir a que nuestros hijos y nietos disfruten de las riquezas naturales de nuestro país.

¿Qué tipo de muebles se pueden hacer con madera certificada?

“El precio de un mueble ecológico se reduce cuanto mayor sea el volumen del pedido”
Hacemos puertas en diferentes modelos, de una y dos hojas, closets (armarios), muebles de cocina y baño, muebles para salas, dormitorios, oficinas, barandales de gradas, enchapados de piso (tarima o parqué de madera para el suelo), rodapiés, enchapados de paredes (revestimiento de madera), objetos pequeños para oficina o para cocinas (cucharones, rodillos, tablas de cortar).

¿Cómo se pueden comprar en España este tipo de productos de madera certificada? No parece sencillo conseguirlos.

La Fundación Copade comercializa muebles procedentes de mi taller y de otros talleres hondureños, certificados en cadena de custodia dentro de la Asociación de Procesadores de la Madera y Artesanos de Honduras (Apromah). Además, en la página web de FSC España y FSC Internacional hay un listado con todas las empresas con certificación forestal FSC y una descripción de los productos que distribuyen.

¿Qué habría que hacer para que aumentara su uso?

“El sello FSC permite el aumento de la calidad de vida de las poblaciones locales y la conservación de la biodiversidad”
Sensibilización a ciudadanos, empresas y gobiernos a través de campañas como Madera Justa, no sólo en los países con mayor poder adquisitivo, sino también en los países en desarrollo.

¿Y qué pueden hacer los consumidores?

Además de comprar esta madera siempre que sea posible, preguntar por el origen de este material, cerciorarse de dónde viene.

¿Por qué se decidió a poner en marcha su iniciativa de un taller con madera sostenible?

Ya contaba con un taller desde el que hacíamos trabajos en madera para encargos locales y en el que llegamos a trabajar hasta 14 personas. Vendíamos muebles por catálogo a empresas y a particulares. El taller se constituyó como empresa en 2004. Más o menos por las mismas fechas, la Fundación Copade se puso en contacto con nosotros y, tras un periodo de capacitación en seguridad laboral, administración, contabilidad, sostenibilidad, manejo de materiales, aislamiento de la madera, empaques, etc., logramos la certificación FSC en cadena de custodia. Compramos madera certificada de las especies Varillo, Rosita, San Juan Rojo y Cedrillo a Cótala, que gestiona de forma responsable un bosque certificado de La Ceiba.

¿Cuánto le costó lograr la certificación?

“Los consumidores deben preguntar por el origen de la madera, cerciorarse de dónde viene”
El proceso fue largo y trabajoso, pero ha merecido la pena porque nos ha permitido exportar nuestros muebles a Europa y trabajar bajo los criterios del comercio justo. Copade cubrió una parte del pago de la certificación en cadena de custodia (unos 3.000 euros), en el marco de uno de sus proyectos de desarrollo.

¿Conoce alguna iniciativa similar a la suya?

No del tamaño de mi empresa ni en la región en la que nos encontramos, aparte del trabajo de Apromah, asociación de la que soy presidente.

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