Contrabando de madera en España

España no es ajena al tráfico internacional de madera, que amenaza el futuro de los bosques y las especies exóticas
Por Alex Fernández Muerza 2 de mayo de 2013
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Imagen: Gabr Br

El tráfico ilegal de árboles pone en peligro el futuro de los bosques y, en especial, de las especies en peligro de extinción utilizadas como maderas exóticas. Este artículo explica cómo es el tráfico ilegal de madera en España y ofrece consejos para combatirlo, y en concreto se apuntan varias recomendaciones para los consumidores, cuya implicación es esencial.

Tráfico ilegal de madera en España

El contrabando de madera es un problema mundial y España no es ajena al mismo. Raúl de la Calle, secretario general del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales (COITF), asegura que «España, al igual que el resto de países europeos, ha estado involucrada en el tráfico ilegal de árboles, sobre todo en la época del ‘boom’ de la construcción, cuando el uso de materias primas era superior al actual».

«España ha estado involucrada en el tráfico ilegal de árboles, sobre todo en la época del ‘boom’ de la construcción», destaca un experto forestal
Como en cualquier otra actividad ilegal, no hay datos para cuantificar su alcance real, pero sí se tienen estimaciones. Elena Domínguez, técnica de Sensibilización de Mercados de WWF España, considera que un 10% de la madera que importa España proviene de países donde la tala ilegal es un problema reconocido. Ahora bien, matiza que todo no tiene por qué ser de origen ilegal, aunque hay un riesgo elevado.

Las unidades especiales en delitos ambientales de la Guardia Civil, el Seprona y la Unidad Central Operativa (UCO) detectan algunos de los casos. Sin embargo, Miguel Ángel Soto, responsable de la campaña de Bosques en Greenpeace España, sostiene que este trabajo no es suficiente, como dejaba en evidencia un informe de su ONG, que analizaba varios casos de importación o posesión irregular de maderas de variedades incluidas en la Convención sobre el comercio internacional de especies amenazadas de fauna y flora silvestres (CITES). Greenpeace se presentó como acusación popular en los procedimientos abiertos, pero no lograron que se sancionara ningún caso: «Se pusieron de manifiesto las graves carencias del sistema de aplicación y control, la descoordinación, responsabilidad e inacción de las diferentes autoridades implicadas y en definitiva, el incumplimiento de los compromisos de España en esta materia».

Elena Domínguez recuerda, además, que el 3 de marzo se aprobaba el Reglamento de la Madera de la UE (EUTR), con el objetivo de frenar el comercio de madera ilegal. A pesar de ello, la experta de WWF destaca que no se ha desarrollado una legislación nacional al respecto ni se ha establecido cómo se asegurará su correcta aplicación.

Cómo luchar en España contra el contrabando de madera

  • Dar a conocer y aprovechar el Sistema de Diligencia Debida

    Una de las consecuencias del EUTR es la aplicación obligatoria de este sistema. Su objetivo es garantizar la legalidad en origen de la materia prima comercializada en la UE. Para ello, las empresas importadoras deben informar sobre las características de la madera, país de aprovechamiento, datos del proveedor, etc. Con los datos obtenidos, se evalúa el riesgo de que haya madera ilegal en la cadena de suministro. Cuando se detecte esta posibilidad, se solicita al proveedor comprobaciones e informaciones adicionales.

    El secretario general del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales afirma que el tráfico ilegal de madera es uno de los más complicados de rastrear, debido a la variabilidad de sus mercados y, por ello, considera fundamental el Sistema de Diligencia Debida. De la Calle señala que las regulaciones realizadas por la UE en el sector deberían alcanzar a más de 20 millones de metros cúbicos de madera en España: cerca de 30.000 empresas tendrán que aplicarlo o acogerse a uno establecido por una Entidad de Supervisión.

  • Hacer cumplir la ley y cerrar las puertas del mercado a la madera ilegal

    Elena Domínguez subraya que las instituciones deben incorporar toda la legislación, como el reciente EUTR, y asumir las medidas necesarias para su cumplimiento. De la Calle añade que la UE ha iniciado varias medidas legales, de colaboración con los productores de madera y la industria forestal, para impedir el paso de árboles de contrabando.

  • Reforzar el compromiso del sector forestal

    La apuesta voluntaria por la gestión forestal sostenible y la implantación de cadenas de custodia aumenta cada año, según el secretario general del COITF.

  • Perseguir el delito de manera efectiva

    Soto subraya que, sin la implicación de la Autoridad Administrativa CITES, el tráfico ilícito de madera de árboles en peligro seguirá impune. Este experto de Greenpeace asegura que el cumplimiento del Convenio CITES en España «deja mucho que desear», tanto por la falta de implicación de la propia institución de CITES, dependiente del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, como por la complicidad del Servicio de Aduanas con los infractores y la falta de interés del Ministerio por solucionar los expedientes administrativos y sancionar las infracciones. Por ello reconoce que «los numerosos casos comprobados de contrabando de caoba, afrormosia, palosanto, etc. han acabado perdidos en los juzgados, absueltos sus culpables o sin sanción».

El importante papel de los consumidores

Los consumidores pueden realizar diversas acciones importantes para luchar contra el tráfico ilegal de madera. En primer lugar, según la experta de WWF, concienciarse de que los productos forestales se obtienen con bajo coste energético, son naturales, renovables, reciclables, reutilizables, revalorizables energéticamente al final de su ciclo de vida y actúan como almacén de CO2. Si se han extraído de forma racional, son los materiales más ecológicos que se pueden utilizar.

Para elegir un producto forestal sostenible, es recomendable no consumir maderas recogidas en el Convenio CITES y utilizar madera local, según Soto. Los productos con algún certificado ambiental son también una clave para evitar la madera ilegal. Raúl de la Calle recomienda la madera con la licencia europea FLEGT (Forest Law Enforcement, Governance and Trade), y Elena Domínguez el sello FSC.

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