Los marcos digitales, la evolución de los marcos fotográficos de toda la vida, suponen uno de los regalos tecnológicos más originales que se pueden realizar. Estos aparatos, que aúnan en una pantalla TFT todas las ventajas de la fotografía digital, resultan una buena idea para enseñar fotografías a los allegados y para decorar las casas de forma diferente, por unos precios que pueden oscilar entre los 70 euros y los 300 euros.
Externamente, un marco digital es casi idéntico a uno tradicional. Las únicas diferencias estéticas se encuentran en que una pequeña pantalla TFT sustituye al papel, lo que le confiere un mayor fondo y peso al marco, y que presentan un cable de conexión eléctrica, aunque también haya modelos que usen pilas o baterías.
En cambio, los bordes cumplen la misma función decorativa y pueden ser transparentes, metálicos, de madera, etc., e incluso se pueden intercambiar, como sucede con las carcasas de algunos teléfonos móviles.
Los marcos digitales suelen disponer de una pantalla de pocas pulgadas, que simula el tamaño de una foto estándar, y su precio aumenta conforme lo hace el tamaño de este elemento
La pantalla es el elemento más importante del marco. De hecho, estos aparatos son realmente minipantallas decoradas, con capacidad de leer imágenes. Por esta razón, en la elección de un marco digital se deben considerar los mismos aspectos que cuando se adquiere un monitor.
Los marcos digitales suelen disponer de una pantalla de pocas pulgadas, que simula el tamaño de una foto estándar (en un abanico que oscila entre las 7 pulgadas y 10 pulgadas, aproximadamente) y su precio aumenta conforme lo hace el tamaño de este elemento.
La resolución de la pantalla supone un factor relevante de la calidad de las imágenes que mostrará el marco. Cuanto más alto sea el valor, mayor calidad ofrecerá.
El ángulo de visión que presente la pantalla TFT del marco también se debe tener en cuenta. Con este parámetro se determina la visibilidad de la pantalla cuando se mira el marco desde los lados o desde posiciones superiores o inferiores respecto al propio aparato. Cuánto más grande sea su ángulo, mejor se verá en estas situaciones.
Presentación o foto estática
Los marcos pueden contar con memoria interna (no muy grande, aunque ya comienzan a aparecer modelos con más de 500 Megabytes) o depender detarjetas de memoria, similares a las que utilizan las cámaras digitales.
Imagen: CONSUMER EROSKICada aparato presenta distintas alternativas para introducir las fotografías en el marco. Resultan habituales los lectores de tarjetas, con capacidad para leer las más populares, como las Secure Digital, o una salida para conectar memorias USB.
Por otro lado, también hay modelos, más caros, que incorporan la recepción inalámbrica, mediante la tecnología Bluetootho mediante wifi. De esta manera, se agiliza el envío de fotografías desde los teléfonos móviles actuales y desde los ordenadores de la casa.
Mayor flexibilidad
Un marco digital muestra las fotografías con mayor flexibilidad que su alternativa analógica. Así, se puede reproducir una presentación de fotografías, incluso con cortinillas de transición, al estilo de las que se contemplan en los ordenadores; o fijar una imagen, en una imitación del comportamiento del marco tradicional.
Imagen: CONSUMER EROSKIAdemás, cada modelo suele ofrecer características que lo diferencian de la competencia: por ejemplo, incorporar mando a distancia, que permite controlar las imágenes que se enseñan.
También puede tener altavoces, que sirven para reproducir los sonidos asociados a una foto, una posibilidad que brindan muchas cámaras digitales, o para ambientar musicalmente cada imagen.
También existen modelos que reproducen vídeos, con lo cual se amplían las posibilidades de estos equipos, o que cuentan con salida de televisión para poder contemplar las fotos a mayor tamaño.
Vida efímera
De momento, los marcos digitales cuentan con una gran desventaja respecto a los marcos tradicionales de toda la vida: son mucho más efímeros. Mientras estos últimos pueden aguantar con la imagen intacta decenas de años, los marcos digitales duran lo mismo que su pantalla TFT.
La vida real de estos dispositivos oscila entre los tres y los cuatro años
La vida real de estos dispositivos oscila entre los tres y los cuatro años, aunque los fabricantes han diseñado sistemas para intentar reducir el tiempo que permanecen encendidos y que permiten al usuario programar los momentos en que se encienden y se apagan.
