Economía cifra en 38 millones el impacto de la estafa Madoff en aseguradoras y fondos de pensiones en España

Considera que se trata de un nuevo fenómeno que demuestra que el sistema está fallando en algunos países
Por EROSKI Consumer 16 de diciembre de 2008

El impacto de la estafa Madoff en aseguradoras y fondos de pensiones en España se eleva a 38 millones de euros, según afirmó ayer el vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, quien consideró que se trata de una cantidad pequeña en comparación con el dinero que mueve la economía española.

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Imagen: CONSUMER EROSKI

Durante una rueda de prensa conjunta con el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, y el director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, tras celebrar un encuentro en la sede del Banco de España, Solbes explicó que las consecuencias del fraude en nuestro país «no es un tema preocupante» porque las cifras que se manejan no son muy elevadas.

El vicepresidente explicó que de los 38 millones, dos millones corresponden a las inversiones de un total de tres compañías de seguros y 36 a nueve fondos de pensiones, por lo que representan sólo el 0,04% de la cifra total de los fondos de pensiones.

El caso Madoff es, a juicio de Solbes, un nuevo fenómeno que demuestra que el sistema está fallando en algunos países, sobre todo en lo que se refiere a la supervisión y al control que se debe aplicar a ciertas operaciones, y advirtió de que daña la confianza de los agentes económicos en el mismo.

Solbes explicó que las consecuencias del fraude en nuestro país «no es un tema preocupante»

El ministro de Economía no supo cuantificar el impacto de la estafa en los ciudadanos, pero sí avanzó que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) está llevando a cabo una investigación al respecto.

Entidades afectadas

El BBVA explicó ayer que la estafa piramidal podría repercutir en sus cuentas con una pérdida máxima de 300 millones de euros, si el valor de los fondos implicados resultara finalmente nulo. La razón es que actuó como agente para otras entidades financieras e inversiones institucionales de productos referenciados a fondos de terceros que confiaron en Madoff y esa cifra responde a la correspondiente cobertura.

La entidad presidida por Francisco González aclaró que no ha comercializado productos gestionados o depositados en Madoff Investment Securities entre sus clientes minoristas ni de banca privada en España. En su red internacional, la suma de la inversión de clientes en estos fondos se situó en torno a los 30 millones de euros, reconoció la entidad. El banco dijo estar en contacto con asesores legales externos para determinar las «posibles acciones a emprender en defensa de sus intereses».

Un día antes, el domingo, el Grupo Santander dio a conocer el impacto de la estafa entre sus clientes. La exposición total de esta entidad se eleva a 2.330 millones de euros, pero sólo 320 millones corresponden a la cartera de inversión de los clientes de banca privada del grupo en España. El banco reconoció además tener una posición comprometida propia de 17 millones de euros.

Al menos cinco entidades financieras españolas se han visto afectadas por el caso Madoff

Banesto también reconoció haberse visto afectada por la estafa de Madoff, aunque calificó su exposición de «irrelevante», de unos dos millones de euros. En parecidos términos se expresó Caja Madrid. Fuentes de esta entidad informaron que la posición indirecta en fondos Madoff fue siempre muy reducida y se empezó a deshacer años atrás. Quedarían tan sólo elementos residuales, cuantificados en torno a 2,3 millones de euros.

Banca March, por su parte, remitió un comunicado dando a conocer que sólo se ha visto afectada porque un activo de una de sus instituciones de inversión colectiva es un fondo, administrado por UBS, que tiene como agente a Madoff Securities.

Claves de la estafa

– Los “hedge founds” o fondos libres, principal producto de Madoff. En España se optó por llamar así a los “hedge founds” para no denominarlos fondos de alto riesgo. Su regulación llevó tiempo, y durante ese proceso quedó claro que el principio básico para su comercialización entre los inversores debía ser el conocimiento y asunción por el cliente del elevado riesgo asumido. Cuando se propone el contrato de un fondo libre, el suscriptor acepta que ganará mucho, a cambio de poder perderlo todo.

La mayoría de los afectados son ricos. La banca privada, que atiende a los clientes de rentas más altas y, sobre todo, a grandes fortunas y cuantiosos patrimonios, suele ofrecer a sus clientes productos sofisticados de alta rentabilidad, para que completen con ellos sus carteras de inversión.

– Algunas entidades nacionales, las que tienen mayor volumen de negocio, se han visto afectadas al ofrecer a sus principales clientes en España, y a través de su red internacional, productos de la marca Madoff. Pero también algunas sociedades patrimoniales, constituidas por inversores privados, han invertido en estos fondos, así como un número muy limitado de fondos de pensiones y productos de seguros.

– El impacto económico es diferente para unas y otras entidades porque algunas se han limitado a colocar los productos como simples intermediarios, sin asunción de riesgo. Son las que ahora se desentienden de la pérdida de los clientes, por entender que -en un caso de estafa- la responsabilidad no les corresponde directamente. Luego hay entidades que han proporcionado cobertura al riesgo del contrato llevado a cabo por terceros. Las coberturas constituyen una garantía que recorta el riesgo final a cambio de la correspondiente comisión. Finalmente, hay un tercer tipo de afectados, las instituciones que han invertido directamente fondos de su patrimonio y han perdido dinero por el engaño.

Fallos de supervisión. Este escándalo ha dejado en evidencia a las autoridades norteamericanas encargadas de vigilar este tipo de actividades. La Comisión de Valores de Estados Unidos (SEC) no atendió las solicitudes de investigación sobre Madoff ante la imposibilidad de que fueran legítimos los elevados índices de rentabilidad que ofrecía.

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