El ácido levofolínico es más efectivo para las embarazadas que el ácido fólico, según una investigación

Ambos preparados evitan la malformación conocida como espina bífida
Por EROSKI Consumer 3 de octubre de 2003

Según un estudio presentado en el marco del XIX Congreso de Medicina Perinatal, que se celebra en San Sebastián, un suplemento de ácido levofolínico a la dieta de las mujeres embarazadas induce un descenso más rápido e intenso de la homocisteína plasmática total que las mismas dosis del ácido fólico.

Los expertos apuntan que la homocisteína elevada es un factor de riesgo importante para el embarazo y la salud del feto que puede originar malformaciones congénitas del tubo neural (espina bífida) y que también está implicada en el aborto de repetición, el desprendimiento de placenta o la preeclampsia.

El citado estudio fue diseñado para comparar el efecto reductor de la homocisteínemia tras la suplementación oral con ácido fólico, ácido levofolínico y ácido fólico más vitamina B12 en mujeres sanas en edad reproductiva.

Debido a que la dieta no aporta la cantidad necesaria de folatos, los expertos consideran necesario complementarla con preparados farmacológicos que reducen el riesgo de malformaciones en el tubo neural.

Según los especialistas, la suplementación con folatos debe comenzar «al menos un mes antes de la concepción y continuar durante las primeras 12 semanas de gestación» cuando ya se ha completado la formación del tubo neural.

Sin embargo, en el caso de que la mujer inicie la toma de folatos una vez que conoce su embarazo, «probablemente sería más adecuado el empleo de un preparado que reduzca de forma precoz e intensa los niveles de homocisteína», destacan.

En este sentido, consideran que el ácido levofolínico sería el folato más adecuado ya que induce un descenso de la homocisteína más intenso y precoz que el ácido fólico «tanto se tome sólo como asociado a la vitamina B12», concluyen los médicos.

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