Agua de coco para deportistas

El sabor dulce de esta bebida estimula su consumo, que redunda en una mayor hidratación, esencial para el rendimiento físico y la recuperación muscular
Por Maite Zudaire 25 de junio de 2010
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Imagen: Death Poodle

El agua de coco se ha convertido en una alternativa saludable a las bebidas refrescantes y, en particular, en un sustituto o complemento de las bebidas específicas para deportistas. En Estados Unidos, los entusiastas del fitness la toman por su bajo contenido en calorías y su aporte natural de agua y electrolitos.

Bebida hidratante y para deportistas

El agua de coco es el líquido que se encuentra en el interior del fruto. Cuanto más verde está éste, es más abundante y rica en nutrientes. Se contempla como bebida idónea para calmar la sed, en particular en los países tropicales donde crecen las palmeras cocoteras y donde los lugareños acostumbran a extraer el líquido directamente del fruto. Por su composición, el agua de coco se ha convertido en una alternativa a los refrescos, las bebidas energéticas y las específicas para deportistas.

La restauración completa de líquidos y electrolitos tras la práctica deportiva constituye una parte elemental del rendimiento físico y de la recuperación del tono muscular. Si el ejercicio es poco duradero (menos de una hora) o no es muy intenso y las condiciones de temperatura y humedad no son extremas, es suficiente con beber agua antes, durante y después del esfuerzo para conseguir una correcta hidratación. En caso de una mayor exigencia física, será preciso recurrir a las bebidas isotónicas, con una composición en electrolitos equivalente a la de los líquidos perdidos por el sudor y la evaporación.

La Federación Española de Medicina del Deporte (FEMEDE) publicó en 2009 el documento «Consenso sobre bebidas para el deportista. Composición y pautas de reposición de líquidos». En él se indica la composición idónea de este tipo de bebidas para compensar las pérdidas derivadas del esfuerzo realizado, ante el gran abanico de productos que se comercializan para tal fin y la variable composición entre ellos.

El ligero sabor dulce favorece que se tolere bien y no provoque sensación de estómago lleno tras su ingesta

Los escasos estudios que se han realizado en el ámbito deportivo con el empleo de agua de coco como bebida hidratante, muestran similitud en los resultados, en cuanto a reposición hidroelectrolítica, en comparación con bebidas específicas. En general, el agua de coco contiene sodio, potasio y cloro, como electrolitos principales, además de glucosa. Algunos autores destacan la riqueza en potasio de esta bebida y sugieren el enriquecimiento en sodio para conseguir una semejanza en composición isotónica con los líquidos corporales.

La palatabilidad de la bebida es esencial para asegurar que el deportista bebe la cantidad de líquidos y al ritmo que le conviene. Según los resultados de los estudios, el agua de coco, por su suave sabor dulce, se tolera bien y no provoca náuseas ni sensación de estómago lleno tras su ingesta. Estas características la convierten en un producto óptimo para la reposición de líquidos tras el ejercicio físico, por lo que se propone como una alternativa a las bebidas para deportistas. Incluso en el caso del agua de coco natural, cuya concentración de glucosa y sodio es menor que en las bebidas isotónicas y resulta menos efectiva para conseguir una rehidratación óptima, los expertos que han analizado su empleo afirman que, al ser gustosa, estimula una mayor ingesta, de manera que al beber más cantidad se compensa la diferencia de estos nutrientes.

Productos derivados

El coco es una fruta tropical muy aprovechable. Se conocen aplicaciones del coco, tanto de la fruta como de las hojas y de la palmera, en distintos ámbitos, desde la industria ganadera a la cosmética, la farmacéutica o la medicinal, por su potencial acción antiséptica y diurética.

La industria alimentaria produce la copra, la carne seca y deshidratada del coco desmenuzada o molida, a partir de la cual se obtiene el aceite de coco. Éste se emplea tanto para alimentación e higiene corporal y cosmética, como para la elaboración de productos de repostería y pastelería industrial. No obstante, aunque su producción y venta supone un importante impulso económico, su uso en alimentación disminuye la calidad de los productos al ser rico en grasas saturadas, cuyo exceso se asocia a problemas cardiovasculares debido al aumento de las tasas de colesterol.

EL COCO EN LA COCINA

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El equipo de cocina de EROSKI CONSUMER sugiere aprovechar la temporada de verano para refrescarse con agua de coco y leche de coco, y aprovechar la fruta fresca o desecada para elaborar sabrosas recetas. Los postres son la especialidad para trabajar con el coco rallado, como el flan de coco solo o con almendras, deliciosas bolitas de zanahoria y coco con piñones o vistosas tartaletas de merengue con canela y coco.

La leche de coco, poco conocida en la gastronomía occidental, es un ingrediente muy recurrido en la cocina asiática. Como bebida es refrescante y nutritiva y se obtiene al exprimir la pulpa del coco una vez triturada y tras la adición posterior de agua. Se toma como refresco o se añade a batidos de frutas y sirve de base para elaborar salsas dulzonas que combinan con pasta, arroz, ensaladas o verduras escaldadas e, incluso, pescados y mariscos. Otra propuesta es la receta de alcachofas rebozadas con guisantes en leche de coco.

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