Confitura casera, ¿cómo se hace?

Este tipo de conservas son un dulce de consistencia espesa que se obtiene de frutas enteras o troceadas
Por EROSKI Consumer 12 de noviembre de 2008
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Imagen: olhaafanasieva

Las confituras pueden elaborarse de forma sencilla en el hogar. Para ello, se usa como base una solución azucarada y piezas de fruta partidas de forma irregular. Su alto contenido en azúcares es lo que les otorga un carácter particular y lo que las distingue de las mermeladas, además de su textura. Otra de las características de las confituras es su larga conservación, que se debe sobre todo a la acción del azúcar, presente en un 60% del preparado final y que actúa de agente conservante. También ayuda en esta acción conservadora el punto de acidez de la fruta. A continuación, se explica cómo hacer confituras de frutas en casa.

Hacer confituras de varios sabores

Confituras de moras, arándanos, frambuesas y cerezas. Estas son las variedades que gozan de mayor aceptación, aunque no hay que menospreciar las confituras de ciruelas, albaricoque y fresa y, por qué no, la de tomate. Utilizadas sobre todo en preparaciones de pastelería, las confituras son también muy adecuadas para tomar en desayunos y meriendas.

En líneas generales, toda confitura contiene trozos de fruta que se han cocido en un almíbar en una proporción de un cuarto de litro de agua por kilo de azúcar. La cocción es más corta que en las mermeladas para evitar que la fruta se deshaga.

Si bien la cantidad mínima de una confitura es de 350 gramos, lo normal es que las elaboradas en casa lleven 450 gramos de fruta por kilo de peso. En cualquiera de los casos, la fruta se deja entera o se corta en trozos grandes y se cuece en agua con azúcar gelatinizante.

Confituras caseras, paso a paso

La cocción de la confitura es más corta que la de las mermeladas para que no se deshaga la fruta

Para preparar una confitura deben seguirse unas pautas generales: limpiar la fruta, pelarla, retirar las partes «tocadas», quitar las semillas y trocearla en trozos grandes.

Después de preparar la fruta, se coloca en un recipiente la misma cantidad en peso de azúcar que de fruta, si no está madura. Por el contrario, se echa un poco menos de azúcar que de fruta, si está muy madura o dulce. Se va colocando por capas y se deja macerar durante 24 horas en el frigorífico, removiendo de vez en cuando.

Una vez transcurrido el reposo, este preparado se pone en una cazuela de acero inoxidable, se le da un hervor fuerte para que comience a hervir rápido, se desespuma la superficie y se baja la intensidad del fuego para que la cocción se haga de manera lenta durante una hora.

En el proceso de cocción se agrega el zumo de un limón para que actúe como antioxidante y dé un punto de acidez como contraste a la gran cantidad de azúcar. En unos minutos, la confitura ya está elaborada y puede empezarse a colocar en botes.

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