Tres meriendas creativas para niños

Cambiar la presentación de los alimentos, con nuevas formas y colores, resulta muy atractivo para los pequeños y permite ofrecerles más alimentos saludables
Por Peio Gartzia 8 de septiembre de 2015
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Imagen: Nastya22

La merienda es una parte importante del menú diario de los niños, sobre todo en época de colegio. El desayuno ha sido muy temprano, han comido hace ya cuatro horas y no han parado de moverse en todo el día, por lo que salen de clase con un hambre atroz y con ganas de comer su merienda favorita. Es también el momento que tienen sus padres de recibirles, y si se les sorprende de vez en cuando con una merienda creativa, seguro que lo agradecerán. A continuación se dan algunas ideas para alegrar las meriendas de los pequeños.

Meriendas muy divertidas

A los niños les encanta jugar y, a menudo, viven el momento de la merienda como una interrupción de su entretenimiento que preferirían evitar. Por eso, una de las alternativas es lograr que la merienda también tenga su toque de diversión. Pero, ¿qué quiere decir una merienda creativa para los peques? Pues, muy sencillo: sorprenderles un día a la semana, por ejemplo, con un sándwich o un bocadillo con forma de su personaje de dibujos favorito o presentarles en un bol unos palillos con diferentes frutas ensartadas o un tarro con un yogur y con frutas frescas y de temporada.

Estas meriendas requieren un poco más de trabajo y sacrificio por parte de quien las prepara, pero los resultados -y la cara de gratitud de los hijos- seguro que lo compensan. En el caso de los niños, pocas frases son tan ciertas como la de que «la comida entra por los ojos»: un plato con una presentación colorida y con formas divertidas es un estímulo a su curiosidad y a sus ganas para probar ese alimento.

Con unos pequeños detalles propios de cualquier cocina, como unos cortapastas de formas diferentes, unas brochetas de colores o un par de fiambreras coloridas para llevar la merienda, es posible conseguirlo. Se necesitará una correcta planificación, en la que se tendrá en cuenta la compra de alimentos con los que se preparará la merienda, para que no falte ningún detalle en el momento de montar las diferentes partes de la propuesta gastronómica. Tampoco es cuestión de estar todos los días haciendo manualidades con la comida, pero sí de vez en cuando -el día en que se tenga un poco de tiempo libre o que se quiera hacer algo especial- se puede sorprenderles con una merienda original en cuanto a su presentación.

Sándwiches, bocadillos y bizcochos para merendar

Las recetas que tengan pan de molde, ya sean sándwiches, tostadas de desayuno o un simple canapé, quedan más vistosas, si se utiliza un cortapastas, dando así a las rebanadas diversas formas que hay en el mercado: en redondo, como un corazón, en forma de árbol, de animales, personajes de dibujos animados… Será una base diferente en la que, con un poco de salsa de tomate (y un poco de arte), se puede dar un toque de color y dibujar una sonrisa o una figurita infantil.

Con los postres también es posible jugar. Se le da forma a los bizcochos con los cortapastas y luego se bañan en chocolate, con la forma cortada. Y en casa se pueden hacer muñecos de nieve con dos bolas de helado. Será una manera muy sencilla de alegrar un poco más los platos de los hijos.

Tres ejemplos de meriendas creativas para niños

Ideas hay muchas, más y menos complejas. Lo importante es aportar un poco de variedad e imaginación. Así, de vez en cuando, se conseguirá hacerles más atractivas las meriendas y, sobre todo, darle todo el protagonismo a la fruta fresca y de temporada.

  • Sándwiches rellenos de paté de atún, recortados en forma de pez, junto con un táper de frutas cortadas con cortapastas de corazones y un batido de chocolate.
  • Pan de molde tostado con forma de búho relleno de jamón de pavo, queso en loncha y un poco de mayonesa, decorado con unos trocitos de huevo cocido como los ojos; un smoothie de manzana, fresa y yogur elaborado en casa; y un par de galletas con formas de dinosaurios caseras.
  • En un táper o fiambrera, se coloca una base de frutas variadas y multicolores y sobre ella una pera con pinchitos de palillos a los que se les ensartan unas uvas, como si fuese un erizo. Se le añade un bizcocho casero cortado con un cortapastas, decorado con perlitas de colores, y un yogur con sus cereales favoritos.

Cómo incluir de forma divertida la fruta en las meriendas

Una de las partes de la merienda que menos les gusta a los niños es la fruta. Y a veces esta es la única ingesta de fruta fresca que hacen en todo el día. Con la importancia que tiene en la dieta, es el momento en el que hay que echar el resto para que se coman toda la fruta.

Una de las maneras de conseguirlo es a través de los cortes de las piezas de fruta y las posibles combinaciones. Es mucho más atractivo para el niño, y acrecentará sus ganas de comer, recibir una fuente multicolor, con trozos de fresa, manzana, naranja, melocotón y kiwi cortados en tamaños y formas similares, que una sola fruta entera. Otra alternativa es presentar los pedazos de fruta en un palillo de madera, a modo de brocheta.

Combinar las frutas con otros productos también resulta. Un buen recurso es incluir trozos de fruta en leche o yogur natural (hasta las empresas de productos lácteos comercializan desde hace tiempo este tipo de combinaciones). La manzana y algunos quesos, como el brie, dan también muy buenos resultados combinados y cortados con cortapastas. Con ellos se pueden hacer figuras como ratoncitos, flores, ositos, etc.

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