La tasa rosa: ¿por qué las mujeres pagan más por lo mismo?

Las mujeres denuncian que un producto se encarece hasta el 30% si está dirigido a ellas, pero los fabricantes señalan que los precios responden a la ley de la oferta y la demanda
Por Blanca Álvarez Barco 24 de diciembre de 2015
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Imagen: CandyBoxImages

¿Por qué unas cuchillas de afeitar rosas cuestan más que las azules y encima traen menos unidades? ¿El correpasillos rosa lleva algún material especial para tener un coste casi 15 euros superior al del vecino, de la misma marca y comprado en el mismo establecimiento? Las mujeres han dado la voz de alarma ante la llamada tasa rosa, cobrar un precio más caro por el mismo producto solo por estar dirigido al secotr femenino. ¿Ley de la oferta y la demanda o tasa discriminatoria? El tema suscita controversia y en este artículo se trata de aclarar todas las dudas.

¿Qué es la tasa rosa?

Las mujeres cobran salarios un 24% inferiores a los de los hombres por hacer el mismo trabajo, según el Informe de Desarrollo Humano 2015 de Naciones Unidas (en España la brecha salarial es del 17%). Además, ocupan solo el 25% de los puestos directivos, tienen menos tiempo para dedicar a su vida social… ¡y pagan más por los mismos productos! La llamada woman tax, pink tax o tasa rosa es, en opinión de algunos movimientos y colectivos sociales, una manera más de discriminar a las mujeres, ya que consiste en un «impuesto oculto» que les hace pagar un poco más por el mismo producto.

Un estudio de la Universidad de California (EE.UU.) de hace ya 20 años reveló que las mujeres americanas pagaban hasta 1.351 dólares más al año por la versión femenina de productos similares masculinos. En Europa, ha tomado las riendas de esta comprobación el colectivo francés Georgette Sand. Tras demostrar la existencia de diferencias, las ha denunciado de manera vehemente y ha logrado que el Gobierno galo tome el asunto en serio e investigue si existe la tasa rosa y si es discriminatoria.

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Imagen: Daniel Riquelme

El mismo producto hasta un 30% más caro para ellas

Hay productos casi iguales a los de los hombres «que por el hecho de ser para ellas, el fabricante les cambia el color y el packaging y les aumentan de media un 20% o 30% más», reconoce Gemma Cernuda-Canelles, especialista en marcas y comunicación en femenino y creadora del blog Ellas Deciden. Y como muestra, un botón: perfumes con incrementos del 40%, desodorantes, espuma de afeitar o cera para depilar con diferencias del 25% y cortes de pelo con subidas del 80% en algunas peluquerías ¡incluso si ellos llevan pelo largo y ellas corto!

Pero existen cientos de ejemplos, que se pueden consultar en el tumblr The Woman Tax creado por el colectivo Georgette Sand. Este sitio lo actualizan a diario con imágenes que demuestran esta discriminación económica, incluso en productos escolares e infantiles como calculadoras, típex, calendarios de adviento…

Tasa rosa, ¿discriminación o ley de la oferta y la demanda?

La existencia de precios superiores en algunos artículos por ir dirigidos de manera específica a las mujeres es un tema que genera controversia.

Los fabricantes señalan que los importes responden a la ley de la oferta y la demanda y añaden que si algo se vende más, se encarece; y si se vende menos, se abarata. Además, apuntan que, en el caso de artículos de cosmética, hay más demanda femenina y las empresas aprovechan el tirón, en una estrategia legítima. Indican también que, a veces, los productos femeninos son más caros porque el diseño o cualquier otro factor es diferente y eso otorga a la empresa la posibilidad de comercializarlos con importes más altos.

Pero estas afirmaciones no convencen a los colectivos de mujeres. La experta en branding lo tiene claro y, en su opinión, «la diferencia de precio es discriminatoria porque no hay ningún ingrediente o extra justificable para este aumento».

Desde el mundo del marketing argumentan que, en realidad, es más una «tasa de marketing» que una «tasa de género». Y explican que la diferencia de costes también se da en algunos productos masculinos, que son más caros que los femeninos, porque ellos están también más predispuestos a pagar lo que sea por conseguirlos.

¿Podemos evitar la tasa rosa?

Las mujeres tienen un enorme poder de consumo y toman “el 80% de las decisiones de compra”, reconoce Gemma Cernuda-Canelles. Además, ejercen una increíble influencia social al recomendar productos y pueden cambiar la percepción de una marca. Conviene tener en cuenta este aspecto y, si se desea variar la situación, se pueden seguir algunos consejos:

  • 1. Ser conscientes de dónde está el incremento de precio y localizar los productos que son más caros solo por ser para mujeres.

  • 2. No comprar los productos pink, si son más caros y casi iguales a su versión en otro color o destinatario.

  • 3. Ir directamente a la sección de hombres en según qué categoría de productos, y no pagar un peaje por ser mujeres.

  • 4.Denunciar la diferencia de precios para productos exactos en las redes sociales con una foto y el hashtag #pinktax.

  • 5. Celebrar el importe unisex y dar publicidad entre amigos y en las redes a las marcas que lo aplican.

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