Actividades y juegos para el verano

Propuestas para pasar unas vacaciones divertidas y entretenidas con los niños al aire libre
Por Marta Vázquez-Reina 25 de julio de 2010
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Imagen: morca

Verano y juegos son dos términos inseparables. Después del duro año académico los niños aprovechan el tiempo libre que les proporciona las vacaciones estivales para realizar múltiples actividades lúdicas que durante el invierno han quedado arrinconadas. La playa, las piscinas y la naturaleza procuran un entorno idóneo para que los pequeños se diviertan con sus amigos o, por qué no, también con los adultos.

Deben considerar la adecuación del juego a la edad del niño y a sus capacidades motrices

Las propuestas para jugar en verano son numerosas. Las familias tan sólo tienen que tener en cuenta algunos aspectos fundamentales para elegirlas. Por una parte, deben considerar la adecuación del juego a la edad del niño y a sus capacidades motrices para evitar cualquier situación de riesgo, sobre todo si la actividad se desarrolla en el agua. También es importante atender a las preferencias y gustos del pequeño, cuanto más atractivo sea el juego para él, más motivado estará para participar.

Cuando se organizan juegos en grupo, es fundamental que un adulto se encargue de supervisarlo, de explicar de forma clara la dinámica y las normas y vigilar que se cumplan. Si hay que dividirse por equipos, hay que cuidar que el reparto de los componentes sea equitativo, para que todos los grupos tengan la oportunidad de ganar.

En la piscina

La piscina les divierte, pero también les ayuda a desarrollar la motricidad y otras habilidades
En cuanto los niños son capaces de nadar y desenvolverse con soltura en el medio acuático, no hay quien los saque del agua. La piscina les divierte, pero también les ayuda a desarrollar la motricidad y otras habilidades físicas que no pueden ejercitar en otros entornos. Con el fin de evitar posibles riesgos, antes de organizar cualquier juego en una piscina hay que asegurarse de que todos los participantes nadan y están capacitados para bucear y permanecer a flote durante un tiempo prolongado. Por otra parte, si la piscina donde se quieren poner en marcha los juegos es pública, hay que cuidar que se respeten las normas establecidas para los bañistas.

A continuación se muestran diferentes juegos:

  • Juego de relevos: se forman parejas o equipos y cada miembro se coloca a un lado de la piscina. Cuando suena la señal, los de un frente se lanzan al agua y nadan hasta la posición de su compañero, cuando le toque, éste se podrá lanzar al agua para alcanzar la posición en la que se encontraba su pareja al principio.
  • Tiburón: uno de los jugadores tiene el papel de «tiburón» y debe tocar en el agua al resto de compañeros, el participante que sea «pillado» adquiere de forma inmediata el rol de cazador.
  • El tesoro: se colocan varios objetos en el fondo de la piscina y en el momento de la señal todos los jugadores se lanzan a la captura. Gana el participante que logre recolectar más tesoros.
  • Carreras de caballos: los «churros» de espuma son un elemento ideal para organizar carreras entre bañistas. Montados sobre ellos, los participantes deben alcanzar la meta lo más rápido posible.
  • Juegos de salto: se coloca un «churro» o un flotador en un lugar alejado del borde de la piscina y los participantes deben saltar para sobrepasarlo. El obstáculo se aleja a medida que avanza el juego para incrementar su dificultad.

    En la playa

    La arena, un cubo, un rastrillo y una pala son muchas veces suficientes para que un niño pase una jornada de playa entretenida y divertida a la vez. Castillos, carreteras, pozos y surcos por donde corre el agua del mar son algunas de las «obras» más comunes. Para algunas necesitará la ayuda de un adulto, pero otras, según la edad, son fáciles de construir por sí mismos.

    Estos juegos, además de estimular la creatividad de los pequeños, favorecen su habilidad manual

    Estos juegos, además de estimular la creatividad de los pequeños, favorecen su habilidad manual, la coordinación motora y el trabajo en grupo. Por otra parte, son tareas que exigen concentración y constancia. Desarrollar estas dos aptitudes les ayudará en otras actividades externas al ámbito lúdico.

    Construir barreras de arena para evitar que las alcance la marea, enterrarse a sí mismo o a un compañero en la arena, organizar búsqueda de conchas o piedras, pescar cangrejos y otros moluscos o jugar a seguir las huellas en la arena son algunas propuestas entretenidas para pasar un divertido día de playa.

    En el jardín o en el campo

    El propio jardín y otros entornos en la naturaleza son propicios para desarrollar numerosas actividades lúdicas

    Para pasar un buen verano no es imprescindible que el elemento acuático esté presente en los juegos. El propio jardín y otros entornos en la naturaleza son propicios para desarrollar numerosas actividades lúdicas que además tienen un componente didáctico para los niños. Sólo es necesario formar un pequeño grupo y animarlo a ponerse en movimiento con algunas de estas ideas:

  • Búsqueda del tesoro: por equipos o de forma individual, los niños deben encontrar pequeños objetos escondidos de modo previo por un adulto. El que consiga recopilar un mayor número de «tesoros» será el ganador. También se puede jugar a localizar elementos que se integran en la naturaleza, buscar 5 piñas, 10 hormigas u otros insectos, una flor de un color determinado o piedras con una forma concreta, entre otros.
  • Carreras de carretillas: los niños se agrupan por parejas. Uno de ellos agarra los pies del otro y comienza una carrera en la que el compañero se desplaza sobre el suelo con las palmas de las manos hasta un punto marcado. Al llegar a la señal, se invierten los papeles y se vuelve hasta el lugar de salida. El equipo ganador será el que alcance antes la meta.
  • El pañuelito: se forman dos equipos de niños y a cada uno se le asigna un número o un color que tendrá su correspondiente en el grupo contrincante. Se sitúan en línea un grupo frente a otro y en medio se coloca el árbitro con un pañuelo alzado en la mano. Cuando éste nombre un número o color, los jugadores de cada equipo correrán para alcanzar el pañuelo y llevarlo a su línea. Si lo consigue, el jugador contrario será eliminado, pero si éste le alcanza antes de llegar será él el excluido. El juego finaliza cuando uno de los grupos se queda sin jugadores.
  • Pollito inglés: uno de los jugadores se coloca de cara a un muro o pared y el resto se sitúa en una línea de salida. De espaldas al grupo el niño del muro dirá: «un, dos, tres, pollito inglés, que no se muevan ni manos ni pies» y se vuelve de cara al grupo. Mientras está de espaldas, los participantes deben avanzar todo lo posible hacia la pared y quedarse inmóviles cuando el figurante se vuelva hacia ellos. Si éste los ve en movimiento, los elimina. Gana el jugador que consigue alcanzar el muro sin ser visto.
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