Entrevista

Carles Riba Romeva, director del CDEI-UPC

Algunas de las reservas mundiales de petróleo, gas y carbón están sobrevaloradas y pronto entrarán en franco declive
Por Alex Fernández Muerza 19 de noviembre de 2011
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Imagen: CDEI-UPC

Las reservas mundiales de petróleo inician su declive y, junto con las de gas natural, carbón y uranio, experimentarán un agotamiento total en 2060 si se continúa el crecimiento como hasta el inicio de la crisis. Así lo señala en un estudio Carles Riba Romeva, director del Centro de Diseño de Equipos Industriales de la Universidad Politécnica de Cataluña (CDEI-UPC), que asegura que algunos de los responsables de estos yacimientos sobrevaloran las reservas reales. Para llegar a esta conclusión, Riba se basa en datos del Departamento de Energía del Gobierno de Estados Unidos (EE.UU.). La única alternativa a esta dramática situación, según este ingeniero catalán, son las energías renovables y evitar los consumos innecesarios y el derroche. Cuanto antes se haga, señala, mejor será también para el medio ambiente, y en particular, para controlar el cambio climático. En este cambio de modelo, los consumidores pueden hacer muchas cosas.

Usted afirma en un trabajo de investigación que las reservas de petróleo, gas natural, carbón y uranio se agotarán en 2060. ¿Cómo ha llegado a esta conclusión?

“Se producirá un agotamiento abrupto del conjunto de energías no renovables en 2060”
He correlacionado los consumos con el conjunto de las reservas reconocidas por la EIA (Energy Information Administration) del Departamento de Energía del Gobierno de EE.UU. También he partido de la hipótesis de la EIA de un crecimiento continuo del consumo de energía (aproximadamente el 1,31% anual). Con todo ello, llego a la conclusión de que se producirá un agotamiento abrupto del conjunto de energías no renovables en 2060.

Sin embargo, los defensores de estas energías sostienen que todavía les queda mucho tiempo, gracias a las nuevas tecnologías y a la explotación de nuevos yacimientos.

Es evidente que se harán nuevos descubrimientos de reservas de petróleo y gas, pero poco significativas a nivel mundial. Las gráficas muestran unos máximos de 1950 a 1970 y hoy están en franco declive. Además, hay múltiples indicios de sobrevaloraciones en algunas de las reservas actuales.

¿Cómo cuáles?

“Hay múltiples indicios de sobrevaloraciones en algunas de las reservas actuales”
Los países de la OPEP revisaron al alza en unos 300 miles de millones de barriles de petróleo (sobre unas reservas actuales mundiales de 1.300) en los años 1987 a 1990, sin registro de nuevos descubrimientos, cuando limitaron las producciones para mantener altos los precios y decidieron repartirlo en función de las “reservas”. El carbón también está sobredimensionado: sus valores consignados disminuyen desde 1992 a un ritmo de más del doble de lo que correspondería por el consumo mundial. De 1965 a 1980, años de gran producción de uranio en EE.UU., se consignaron reservas originales (la suma de lo extraído y por extraer) de hasta tres veces las reservas originales actuales, con la producción ya en fase de declive.

Los anuncios de algunos de estos nuevos yacimientos señalan una gran cantidad de combustible, al menos según sus responsables.

Cuando se contextualizan a escala mundial, poco añaden al escenario de agotamiento anterior. El gran yacimiento de petróleo submarino de Tupí (en Brasil, con ocho mil millones de barriles) representa tres meses de consumo mundial de petróleo. El gran yacimiento de gas natural de Repsol en Venezuela representa el consumo mundial de quince días de gas natural. Las mejores expectativas de reservas de petróleo o gas natural en el Ártico representarían unos dos años y medio. Con el descubrimiento de nuevos grandes yacimientos, lo que no tiene solución es el medio ambiente y el cambio climático: a más reservas, peor clima. Y viceversa.

¿Qué opina del nuevo yacimiento de petróleo que ha encontrado Repsol en Argentina?

Son hidrocarburos no convencionales. El petróleo de esquistos o de pizarra es el menos rentable de todos y aún no se ha explotado comercialmente para su transformación en petróleo líquido. En cuanto al volumen, se acerca a un millar de millones de barriles, que representan el consumo mundial de menos de un mes. Además, son recursos y no reservas, y antes deben certificarse. Sin embargo, Repsol se beneficia de este anuncio y sus acciones suben.

Se ha hablado mucho del pico del petróleo. Algunos expertos dicen que es inminente, otros que no.

“Con el descubrimiento de nuevos grandes yacimientos, lo que no tiene solución es el medio ambiente”
En 1956, Marion King Hubber, geofísico y consultor de la petrolera Shell, señaló que la producción de petróleo (u otro recurso análogo) sigue una evolución en forma de campana simétrica, en la que su máximo tiene lugar cuando se ha agotado la mitad del recurso. Sus predicciones se cumplieron para EE.UU. con el pico de producción en 1970 y el declive posterior. Este país, en su día principal productor mundial de petróleo, importa hoy día más de la mitad. Pues bien, todo parece indicar que ahora transitamos el pico mundial de producción de petróleo y que en la actual década se iniciará su declive. Tendrá unos efectos enormes en nuestras vidas y a nivel mundial, en especial en el transporte. Probablemente, la actual crisis económica es su prolegómeno.

Un político anunciaba recientemente la posibilidad de extraer nuevas reservas de gas natural en Euskadi mediante una técnica que sus detractores señalan como perjudicial para el medio ambiente y la salud.

Por las informaciones que he leído en la prensa, su producción requiere la técnica de la “hydraulic fracturing” o fracturación hidráulica, que consiste en crear impactos de presión en el subsuelo del terreno con agua mezclada con arena para fraccionar las rocas y permitir que el gas fluya por el propio pozo de inyección. Estos pozos se agotan rápidamente y hay que crear continuamente más a poca distancia para nuevas extracciones. En general, tiene una afectación en superficie importante y, a menudo, comporta contaminación en aguas subterráneas. En todo caso, es un yacimiento mucho menor que el de Venezuela. Resulta muy atractivo para sus propietarios, pero su aportación es prácticamente imperceptible a escala mundial (no llegaría a un día).

¿La energía nuclear podría ser la solución, al menos en parte, al agotamiento de los combustibles fósiles?

“En la actual década se iniciará el declive del petróleo y probablemente la actual crisis es su prolegómeno”
Las reservas de uranio son muy escasas (el 6,68% de las reservas mundiales de energías no renovables) y su producción actual es del 5,08% de la energía total. Cualquier incremento significativo comportaría un agotamiento muy rápido. Además, estas centrales son muy pelilgrosas y generan residuos que mantendrán altos niveles de radiactividad durante cientos de generaciones futuras sin ningún beneficio a cambio.

¿Y la tecnología de fusión nuclear?

Está en fase de investigación en el marco del proyecto multinacional ITER. Las mejores previsiones de la propia organización no prevén el inicio de su implantación efectiva hasta más allá de 2040, cuando los efectos del declive de los combustibles fósiles (y en especial del petróleo) serán ya irreversibles.

Autores como Jeremy Rifkin confían en el hidrógeno como el sistema energético del futuro.

“Las reservas de uranio son muy escasas, cualquier incremento significativo comportaría un agotamiento muy rápido”
El hidrógeno no es una fuente de energía primaria: se obtiene fundamentalmente de la transformación del gas natural o por electrólisis del agua. En ambos procesos se pierde energía y se producen mayores emisiones que con las fuentes originales. Además, es un gas muy difícil de transportar por el inmenso volumen que ocupa, incluso licuado.

¿Qué medidas son necesarias para evitar que nos quedemos sin energía?

Fundamentalmente, pasarnos a las energías renovables, menos intensas y menos disponibles. Pero sobre todo, hay que hacer los sistemas más eficientes, lograr un uso menor y más adecuado de la energía.

¿Son las energías renovables la esperanza de la humanidad?

“Los consumidores pueden hacer mucho en el camino de la sostenibilidad”

Las renovables, en sus múltiples versiones (hidráulica, eólica, fotovoltaica, solar térmica, geotérmica, olas, corrientes y mareas, y también la biomasa y la energía animal), serán las únicas energías disponibles y la gran esperanza del futuro, como lo fueron en épocas preindustriales.

Sin embargo, son menos intensas que los combustibles fósiles y la naturaleza establece sus flujos (lluvias, vientos, irradiación solar, olas, corrientes, flujos geotérmicos, etc.). Debemos reaprender a gestionar estos recursos, pero estamos en mejores condiciones gracias a los conocimientos y tecnologías desarrolladas en los últimos tiempos.

¿Cuál sería la fórmula para producir energía con el menor impacto ambiental posible?

El problema no radica solo en el impacto ambiental, sino también en el agotamiento de los recursos no renovables en los que se basa el 84% de nuestros consumos. Combustibles fósiles y cambio climático forman parte de una misma ecuación. Necesitamos un cambio del modo de vida. Solo con tecnología no basta. El decrecimiento energético no es una opción, así que, o hacemos guerras por conseguir los últimos recursos, o cooperamos para adecuar nuestras vidas a la nueva situación.

¿Qué pueden hacer los consumidores?

“Hay que hacer los sistemas más eficientes, lograr un uso menor y más adecuado de la energía”
Los consumidores pueden hacer mucho en el camino de la sostenibilidad. Por un lado, pueden tomar conciencia con información veraz de la nueva situación en la que entramos. Por otro lado, pueden adecuar sus comportamientos a la situación de declive de los recursos no renovables.

¿Cómo?

Pueden asumir varias acciones:


  • No consumir alimentos fuera de temporada.

  • Consumir menos carne y pescado, ya que tienen enormes repercusiones energéticas.

  • Evitar el “todo eléctrico” (calefacción, cocina, agua caliente, etc.). La mayor parte de la electricidad se produce a partir de energías no renovables, con unos rendimientos del 35% y enormes emisiones de dióxido de carbono (CO2).

  • Disminuir el transporte individual: un automóvil medio europeo con un solo viajero tiene un rendimiento del 1%, entre el pozo de petróleo y el viajero.

Asimismo, las grandes superficies comerciales pueden cooperar mucho en esta dirección.

¿De qué manera?

“Las renovables serán las únicas energías disponibles y la gran esperanza del futuro”
Sus responsables pueden:


  • Informar a los consumidores sobre las procedencias, orígenes, consumos de aparatos, etc.

  • Ofrecer productos de bajo impacto energético y ambiental.

  • Facilitar los mercados de proximidad.

  • Evitar envases innecesarios y fomentar los envases simples, normalizados y retornables.

  • Colaborar con las administraciones y las universidades para analizar los impactos actuales de los productos de consumo diario y realizar proyectos para crear alternativas menos consumidoras de energía y con menores impactos ambientales.

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