Seis consejos para ser ecológico también en verano

La época estival también puede disfrutarse de manera respetuosa con el medio ambiente con varias pautas ecológicas
Por Alex Fernández Muerza 27 de julio de 2016
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Imagen: Subbotina

El verano es tiempo de disfrutar del sol, de los días con más luz, de la naturaleza… pero no debería ser motivo para relajar u olvidar los hábitos ecológicos. Evitar el calor, alimentarse o divertirse en un espacio natural, como la playa o el monte, es posible de manera responsable y respetuosa con el medio ambiente. Este artículo señala seis consejos para ser ecológico también en el periodo estival.

1. Reducir el uso del climatizador

En verano hace calor, y dependiendo de dónde y cuándo se esté, mucho. El empleo de los aparatos de aire acondicionado y climatizadores parece indispensable, pero no siempre tiene que ser así. Con diversos consejos se puede, si no evitar su uso, al menos reducirlo, de manera que el consumo de energía también será menor: utilizar ropa fresca, estar bien hidratado (beber agua y huir de las comidas copiosas), evitar la entrada del calor en casa y hacer circular el aire, usar ventiladores en lugares estratégicos, aislar bien el edificio, apagar los aparatos eléctricos, etc.

2. Alimentarse de forma ecológica, refrescante y saludable

El ecoturismo ofrece una alternativa «verde» a los destinos turísticos convencionales
Otra forma de combatir los calores estivales es mediante una alimentación refrescante. Y para que además sea sana y respetuosa con el medio ambiente, es aconsejable consumir productos locales (de kilómetro cero) y de temporada, como frutas típicas de verano, verduras, etc.; buscar los productos con etiquetado ecológico y de comercio justo; o elegir los alimentos sin empaquetado excesivo, como los comercializados a granel (usando para llevarlas a casa bolsas reutilizables).

El verano es también la estación que más apetece salir fuera y hacer excursiones. Si se pasará todo el día, una cesta de mimbre o una mochila son perfectos compañeros. La comida se puede llevar en tarteras o envases específicos reutilizables y la bebida en termos o bidones de aluminio. Las botellas o las bolsas de plástico tienen un gran impacto ambiental si se abandonan en la naturaleza y, por ello, hay que evitarlos.

Y por supuesto, no despilfarrar la comida: según la Organización de Naciones Unidas (ONU), la tercera parte de los alimentos producidos al año en el mundo para el consumo humano (unos 1.300 millones de toneladas) se pierden o desperdician. Para combatirlo se pueden seguir varias pautas, como estudiar la lista de la compra para no llevarse excesivos productos, organizar en casa los alimentos de manera que se consuman todos o conservar en el congelador los productos perecederos.

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Imagen: Kai Schreiber

3. Ir a espacios naturales sin dañarlos

España posee un gran atractivo turístico en cualquiera de sus facetas naturales: 3.000 playas repartidas de norte a sur, cientos de espacios naturales protegidos -es el país con más reservas de la biosfera del mundo-, la mayor biodiversidad de Europa, etc. Sea cual sea el lugar elegido, es imprescindible comportarse de manera respetuosa con el entorno: no hacer fuego, no arrojar residuos y recogerlos para su reciclaje, no alterar las condiciones del medio, no introducir especies invasoras ni llevarse flora o fauna local, etc. Para llegar a ellos, siempre que se pueda, utilizar transporte público o bicicleta, pero si se va en coche, de forma compartida y practicando una «eco-conducción«: mantener una velocidad adecuada y sin cambios bruscos, frenar con el motor, evitar abrir las ventanillas, llevar bien hinchados los neumáticos, no sobrecargar de peso el vehículo, etc.

4. Evitar un incendio forestal

Los incendios forestales son uno de los protagonistas de los veranos todos los años. Un fuego puede comenzar por una colilla mal apagada o una barbacoa. Por eso, si es posible, se recomienda no fumar o, al menos, preocuparse de que colillas y cenizas no lleguen al entorno; también hacer fuegos solo en espacios habilitados para ello y hacer caso a las indicaciones. En épocas de riesgo de incendio se prohíbe hacer fuego incluso en estos lugares. Aunque los envases de vidrio se pueden reciclar, llevarlos a la naturaleza no es la mejor opción porque pueden romperse y provocar un incendio.

5. Elegir destinos naturales y de ecoturismo

Las vacaciones veraniegas pueden aprovecharse para viajar a un entorno natural. El turismo ecológico, o ecoturismo, ofrece una alternativa «verde» a los destinos turísticos convencionales. Las posibilidades son diversas, desde el senderismo hasta el «birdwatching» u observación de las aves en su hábitat natural. La oferta de hoteles ecológicos todavía es pequeña en España, pero se pueden encontrar algunos con encanto.

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Imagen: Ecoembes

6. Las siete erres del consumidor ecológico también en verano

Las actitudes ecológicas se pueden mantener todo el año independientemente de la fecha o el lugar. Nunca está de más recordar las «siete erres» del consumidor ecológico también en verano: reflexionar antes de consumir algo; rechazar productos o actividades no ecológicas (como los productos de «usar y tirar» o las bolsas de plástico de un solo uso); reducir para emplear solo lo necesario; reutilizar los productos para darles una mayor vida; reciclar para aprovechar los materiales y que no acaben en vertederos; redistribuir los bienes para combatir los desequilibrios; y reclamar a instituciones y empresas actuaciones que mejoren el medio ambiente.

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