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Menos incendios, pero más devastadores
Cada año, el fuego deja una marca profunda en los bosques españoles: desde que comenzaron los registros en 1968 se han contabilizado más de 10.000 incendios anuales de media. En 2024 la cifra cayó a algo más de 6.000 siniestros, el nivel más bajo desde 1983, según el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO).
Pero menos incendios no significa menor peligro. Los fuegos son ahora más grandes, destructivos y difíciles de controlar. Los llamados Grandes Incendios Forestales (GIF), que superan las 500 hectáreas, han aumentado un 21 % en la última década. Aunque representan menos del 1 % de los siniestros, implican hasta el 80 % de la superficie quemada.
En 2022 se registraron más de 55 GIF, más del triple de la media de la década anterior. En los primeros meses de 2023 se triplicó la media histórica de incendios de gran magnitud para ese periodo. Y en lo que va de 2025, el fuego ha devastado más de 10.400 hectáreas en 2.001 siniestros, consolidando una tendencia preocupante: menos incendios, pero más destructivos.
Causas de los incendios
Julio y agosto son los meses más críticos para los incendios en España. Las olas de calor, la sequía y la vegetación seca crean el escenario perfecto para que el fuego se propague. Si a esto se suman temperaturas superiores a 30 °C, humedad inferior al 30 % y vientos de más de 30 km/h, se alcanza lo que los expertos llaman la “regla del 30”, una condición de riesgo extremo cada vez más frecuente.
Pero no todo es culpa del clima. El abandono del campo y una gestión forestal deficiente dejan los montes llenos de maleza seca, un combustible idóneo para las llamas. Además, el avance de las urbanizaciones cerca de zonas forestales incrementa el peligro. Y lo más alarmante: entre el 90 % y el 95 % de los incendios tienen origen humano, ya sea por descuidos —como quemas agrícolas o colillas mal apagadas— o por actos intencionados.

Prevenir y actuar: las claves para frenar el avance del fuego
La mejor forma de evitar incendios forestales y reducir sus daños es la prevención. Para conseguirlo, es fundamental combinar distintas acciones:
- Gestión activa del territorio: mantener los montes limpios, eliminar vegetación seca, crear cortafuegos y reforestar con especies resistentes al fuego.
- Detección temprana: torres de vigilancia, cámaras térmicas y patrullas forestales permiten actuar antes de que el fuego se descontrole.
- Regulación de actividades de riesgo: restringir quemas agrícolas, las barbacoas o el trabajo de maquinaria en épocas críticas evita incendios accidentales.
- Concienciación ciudadana: es clave informar a la población sobre hábitos seguros en el monte y de la importancia de alertar sobre cualquier fuego incipiente.
- Respuesta rápida y eficaz: disponer de protocolos bien definidos, medios suficientes y equipos de intervención entrenados permite actuar con rapidez y evitar que un pequeño fuego se convierta en un gran incendio.
Innovaciones tecnológicas para la prevención de incendios
Por fortuna, la tecnología está ayudando en la prevención de incendios forestales, ya que permite una detección más temprana, una gestión más eficiente y una respuesta ágil. Estas son algunas de las herramientas clave que están transformando la lucha contra el fuego:
✅ Drones y vigilancia aérea
Equipados con cámaras térmicas y sensores, los drones permiten vigilar grandes extensiones en tiempo real, incluso con poca visibilidad. También se usan globos aerostáticos para controlar zonas de difícil acceso.
✅ Inteligencia artificial (IA)
Los algoritmos analizan imágenes de satélites, cámaras y sensores para detectar incendios en sus etapas iniciales, ayudando a enviar recursos donde se necesitan.
✅ Sensores ambientales
Redes de sensores miden temperatura, humedad, dióxido de carbono y humo para enviar alertas y gestionar mejor el riesgo de fuego.
✅ Plataformas de gestión
Un software en la nube centraliza la información de todos los dispositivos, permitiendo la coordinación en tiempo real y el envío de alertas automatizadas a los servicios de emergencia.
✅ Realidad virtual y aumentada
Utilizando simulaciones digitales se mejora la formación de los equipos de intervención y, mediante apps y herramientas digitales, la ciudadanía recibe educación para prevenir incendios.
✅ Robots y vehículos autónomos
Estos equipos no tripulados pueden acceder a lugares peligrosos o inaccesibles para ayudar en la extinción y en tareas de prevención.

Proyecto Treeads: gestión forestal para prevenir y recuperar los incendios
El aumento y la gravedad de los incendios forestales exigen soluciones más coordinadas y tecnológicas. En respuesta a este desafío, el Proyecto Treeads, apoyado por el Programa Green Deal de la Unión Europea, reúne a 47 socios de 14 países europeos y Taiwán en el desarrollo de una plataforma integrada que mejora la prevención, detección y recuperación del ecosistema tras un incendio.
Estas son las principales innovaciones del proyecto:
- Cartografía avanzada y modelado 3D: utiliza drones para generar mapas isotérmicos y modelado 3D en tiempo real, facilitando la toma de decisiones de bomberos y gestores forestales.
- Monitoreo y sensores inteligentes: cuenta con dispositivos que miden humedad, temperatura y otros datos ambientales para detectar focos de incendio de forma temprana.
- Drones y sistemas aéreos no tripulados: sirven para detectar focos calientes, aplicar retardantes y dispersar semillas para la restauración ecológica; además, se emplean globos para vigilancia y comunicación en grandes áreas.
- Centro de Comando y Control: esta plataforma que coordina en tiempo real todos los dispositivos y equipos durante una emergencia.
- Inteligencia artificial y análisis de datos: los algoritmos combinan información para predecir riesgos y optimizar la gestión forestal, además de ayudar a elegir las especies vegetales idóneas para replantar en las zonas afectadas por un incendio.
- Formación y realidad virtual: permiten el entrenamiento avanzado a los equipos de intervención y la visualización en tiempo real de sus ubicaciones durante incendios.
- Protección pasiva: incluye el desarrollo de materiales y soluciones para proteger edificios y promover la restauración agroforestal usando vehículos aéreos no tripulados.
- Colaboración internacional y participación de actores locales: expertos forestales, administraciones públicas y equipos de emergencia colaboran en la coordinación y respuesta ante los incendios.


