11 errores que explican por qué hay tantos incendios en España

Expertos forestales señalan qué se hace mal en nuestro país para que haya crecido el número de incendios
Por Alex Fernández Muerza 2 de noviembre de 2017
Img incendio forestal portada
Imagen: Diego Escares

Todavía está muy reciente la catástrofe forestal sucedida en Galicia, Asturias y Portugal, pero no hay que olvidar que el número de incendios en España ha aumentado en los últimos años. En concreto ha crecido un 22,78% en 2017 respecto a la media del decenio 2007-2016, como también lo ha hecho un 55,87% la cifra de hectáreas de superficie arbolada quemada o un 29,41% la de grandes fuegos forestales (superiores a 500 hectáreas), según fuentes oficiales. Varios expertos señalan en este artículo 11 errores que habría que solucionar para reducir al máximo estos datos y las consecuencias de los incendios forestales en nuestro país.

Error 1. Ausencia de gestión sostenible de bosques

«El mayor error que explica el gran número de incendios forestales en España es la ausencia de una gestión forestal sostenible. Solo el 13% de los montes de nuestro país cuentan con un instrumento de planificación aprobado, y no significa que esté ejecutándose», advierte Raúl de la Calle, secretario general del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural (COITF).

La reducción de las inversiones en prevención y extinción de incendios forestales es «drástica y alarmante»
«Apenas se extrae el 30% de los recursos forestales, de manera que hay altas tasas de combustible en los bosques», añade Lourdes Hernández, experta en bosques, incendios y desarrollo rural de WWF España. Esto significa, como subraya De la Calle, que «nuestros montes son un polvorín». Este hecho, además, supone una oportunidad perdida, como recuerda este experto: «La madera o la biomasa forestal podrían generar miles de empleos, reducir la factura exterior energética española y producir energía limpia y renovable que nos ayudaría a cumplir nuestros compromisos contra el cambio climático».

«No se puede jugar a la ‘lotería del riesgo’ con la esperanza de que no toque, porque aplaza y agrava las consecuencias. Es necesaria una reflexión profunda y sincera sobre las políticas de gestión, así como explorar otros horizontes en concienciación y educación ambiental, con la participación de todos», sentencia Jaime Senabre, director de Simposio Nacional sobre Incendios Forestales (SINIF), psicólogo, investigador de la Universidad de Alicante y con 20 años de experiencia como jefe de unidad en un cuerpo de bomberos forestales autonómico.

Error 2. Despoblamiento rural y abandono de los usos tradicionales

El despoblamiento rural y la alteración del paisaje es otro factor grave de riesgo. «En Galicia hace 30 años había huertos, pastos, zonas de monte que se han perdido, lo que hace que ahora no haya protecciones naturales y el fuego llegue a las viviendas», explica la experta de WWF España.

Esta crisis comporta, además, la pérdida de la capacidad de detección y extinción inmediata por parte de la población, de caminos rurales, de conocimiento del territorio o la acumulación de biomasa combustible en muchas áreas, añade el secretario general del Colegio de Ingenieros Técnicos Forestales.

Error 3. Prácticas agrícolas y ganaderas incontroladas

De la Calle recuerda que en el arco noroeste de España (Asturias, Cantabria, Galicia, País Vasco y provincias de León y Zamora) se produce el 55% de los fuegos forestales y que el 34% de los incendios de origen humano tienen su inicio en el empleo del fuego en prácticas agrícolas y un 20% en prácticas ganaderas.

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Imagen: Contando Estrelas

Error 4. Reducción drástica de las inversiones, sobre todo en prevención

La reducción de las inversiones en prevención y extinción en los últimos años en todas las comunidades autónomas es «drástica y alarmante», asegura el secretario general del COITF. Esta disminución afecta al número de profesionales, el material adecuado o el mantenimiento de los equipos y la actividad investigadora.

No obstante, De la Calle destaca el aspecto de la prevención: «Caemos en el grave error de tratar el problema solamente bajo el punto de vista de la extinción, pero, por muy sofisticados que sean los medios de extinción, un fuego puede avanzar de forma brutal sin que podamos hacer demasiado».

Error 5. Creer que es un problema de delincuencia

Senabre afirma que «la detención de una persona que ha ocasionado negligentemente un incendio de una hectárea escasa o caer en la tentadora idea de la ‘fantasía del bombero pirómano’ ofrece una visión sensacionalista y reduccionista del problema y distrae la atención social, evitando poner el foco en las verdaderas carencias».

De la Calle reconoce que, como en todo colectivo profesional, hay «garbanzos negros», pero, según las estadísticas oficiales, el 5% de los incendios forestales son causados por pirómanos y el 0,04% corresponde a incendios causados por el colectivo de profesionales que se dedican a la extinción de incendios. Senabre explica la diferencia entre los tres tipos de causante de un fuego forestal:

  • Imprudente: la negligencia causa el incendio sin intencionalidad.
  • Pirómano: enfermo mental que no controla sus impulsos y que en la mayoría de los casos no ha recibido tratamiento.
  • Incendiario: delincuente que comete un delito grave porque hay intencionalidad, causada por diversas motivaciones.

Error 6. No se combate el cambio climático

El cambio climático es real y viene a empeorar aun más si cabe la situación. «La oleada de incendios en Galicia no es nueva, es algo cíclico. Lo que sí es nuevo es que suceda en pleno octubre. Confirma que el cambio climático altera enormemente el régimen de los incendios», afirma la experta de WWF España.

Error 7. Mucha presión del hombre en el bosque

De la Calle destaca que la elevada presión de las actividades humanas, junto al cambio climático, «están modificando la frecuencia, intensidad y tamaño de los incendios forestales. De los aproximadamente 15.000 de media anuales, el 95% son causados por el ser humano (intencionados y negligencias), y de ellos, el 54% son intencionados (en Galicia el 80%)».

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Imagen: APAM CLM

Error 8. No se aborda como un problema de seguridad nacional

Hernández reclama que los fuegos no deben verse solo como un problema rural o ambiental, sino como un problema de seguridad nacional: «Lo que ha pasado en Portugal, con más de 100 muertos civiles, se nos puede venir encima en España».

Error 9. No se investiga lo suficiente su origen

Senabre recuerda que en el 36% de los casos supuestamente intencionados se desconocen las motivaciones. «Por ello se hace necesaria la investigación precisa de las causas», insiste.

Error 10. Los incendios no se ven como algo estructural

De la Calle considera que «no se cuenta de partida que, dada la situación geográfica de España, los incendios forestales se presentan de forma sistemática, sean cuales sean sus causas».

Error 11. Leyes autonómicas que empeoran el problema

Hernández señala el caso de Asturias, donde el porcentaje de intencionalidad relacionado con las quemas ganaderas es «altísimo», en torno al 80%. La experta de WWF España explica que el Principado modificó su ley de montes: «Hasta el año pasado -al igual que la ley nacional-, tras un incendio se impedía la realización de actividades incompatibles con la regeneración natural, como el pastoreo. Pero la ley ha eliminado el acotamiento al ganado, lo que significa que tras un incendio pueden pastar vacas o lo que sea con consiguientes daños al suelo. Por ello, lejos de resolver el conflicto, les da más argumentos para que sigan quemando».

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