Quiero comprar un coche nuevo, ¿en qué fijarme?

Marcarse un presupuesto, visitar varios concesionarios, comparar precios y comprobar el coste de los seguros es clave a la hora de comprar un coche
Por Ana Palomo Trigo 13 de mayo de 2013
Img concesionario

El número de matriculaciones de vehículos ayuda a hacerse una idea de la marcha de la economía. En este sentido, la crisis y la consecuente contracción del consumo motivaron que durante el año pasado se vendieran 699.589 turismos, un 13,4% menos que en 2011 y una cifra muy similar a la que se registró en 1986. Sin embargo, el Plan PIVE-2, que ofrece ayudas a la compra de coches, ha supuesto un estímulo para la reactivación del sector del automóvil: las matriculaciones de turismos crecieron en el mes de abril un 10,8%, rompiendo una racha de ocho meses consecutivos de caída en este mercado. Por ello, si se está pensando en adquirir un vehículo nuevo, conviene tener en cuenta ciertas premisas que se detallan a continuación.

En qué hay que fijarse al comprar un coche nuevo

El Plan PIVE-2 (Programa de Incentivos al Vehículo Eficiente), que se puso en marcha el pasado mes de febrero, parece que ha frenado el retroceso de las matriculaciones, que cerraron el mes de abril con 62.317 unidades, un 10,8 % más que las 56.250 del mismo mes de 2012.

Cuando se piensa hacer muchos kilómetros al vehículo o se pretende utilizar de manera profesional, es preferible comprar uno con motor diésel

El Plan ofrece ayudas para la sustitución de automóviles con una antigüedad de 10 años o más por modelos de alta eficiencia energética. Para ello, concede una subvención de 2.000 euros a la compra de un turismo (el Gobierno aporta 1.000 euros y otros 1.000 son por parte del concesionario y la marca del coche) y de 3.000 euros a las familias numerosas que adquieran un vehículo de seis o más plazas (que se reparten de manera equitativa entre el Gobierno, la marca y el concesionario).

La reactivación de estas ayudas ha supuesto un revulsivo para un sector tan en declive como el del automóvil y, de hecho, ha conseguido que muchas personas se acerquen de nuevo a los concesionarios. De cualquier forma, antes de tomar la decisión de comprar un coche, hay que tener en cuenta ciertas consideraciones.

  1. Marcarse un presupuesto límite:

    El comprador de un vehículo debe valorar su poder adquisitivo, el nivel de endeudamiento al que puede llegar y su capacidad real para devolver el préstamo. Por ello, hay que ser realista y adquirir un coche que se ajuste a un presupuesto fijado de antemano, sin sobrepasarlo.

  2. Encontrar el automóvil que se busca:

    Conviene tener una idea concreta del vehículo que se pretende comprar (marca, modelo, motorización, nivel de equipamiento, opciones y color). Sin embargo, cuanto más flexible se pueda ser en alguna de estas características, antes se encontrará una mayor gama de coches a la venta y se tendrá un poder de negociación adicional. Si solo se quiere un determinado modelo en un color específico, será más difícil llevar a cabo una buena negociación. Además, cuantos más concesionarios tengan un mismo turismo, se estará en una mejor posición para adquirirlo más barato.

    Cuando el comprador ha decidido el modelo de vehículo que quiere, debe concertar un día con el concesionario para hacer una prueba de conducción y conocer la sensación que le produce conducirlo. Lo mejor es elegir un momento en el que haya pocos clientes en el concesionario (es el caso de un día laborable por la mañana).

    Lo más adecuado es anotar en un registro toda la información sobre cada coche que se va localizando, incluyendo el color, las características opcionales y el nombre del concesionario.

  3. Estudiar el precio del vehículo:

    Es importante hacer visitas a varios concesionarios para tratar de negociar con todos ellos. A menudo, estos centros, sobre todo en estos tiempos de crisis, están dispuestos a vender un coche por debajo del «precio recomendado por el fabricante».

    Asimismo, si el automóvil tiene extras o un equipamiento más completo (cambio automático, control de distancia de aparcamiento, control de velocidad, alarma, pintura metalizada, tapicería de cuero, asientos eléctricos, techo solar, etc.), su importe se incrementará de modo considerable. En este sentido, hay que tener en cuenta los extras que se ofrecen y ver si de verdad se necesitan, ya que se añaden al coste inicial.

  4. Elegir el tipo de motorización:

    A menudo, se piensa que al comprar un coche diésel se ahorra dinero, pues el precio del gasóleo es más barato que el de la gasolina y un vehículo diésel consume, en general, menos que otro de igual modelo y potencia de gasolina. Los turismos diésel suelen ser más caros que los de gasolina para el mismo modelo y potencia. Por ello, dependiendo del uso que se le dará al vehículo, del consumo de las versiones diésel y gasolina y de los años que se utilizará, se puede calcular qué motorización resulta más económica.

    • Fiabilidad del motor: la motorización diésel es, en general, más robusta. Se considera que la vida útil de un coche con este motor está entre los 300.000 y los 400.000 kilómetros, mientras que la de un gasolina está entre los 250.000 y los 350.000 kilómetros. Si se pretende hacer muchos kilómetros al vehículo o se empleará de forma profesional, tiene ventaja un motor diésel. Dentro de un mismo modelo de automóvil, las mecánicas diésel se devalúan menos que los motores de gasolina.
    • Preferencias de conducción: un motor de gasolina permite una conducción más «deportiva», mientras que un diésel es más fácil y cómodo de conducir en el día a día. Asimismo, los turismos de gasolina tienen más «salida» desde parado y, en manos de un conductor experto, pueden dar un resultado mucho más eficiente, además de que suelen tener menos peso que los modelos equivalentes en diésel.

    • Seguro: lo normal es que al ser los vehículos diésel más caros que los de gasolina, a igual modelo y potencia, el coste anual de la póliza de su seguro sea también más caro.

    • Ruidos y vibraciones: en general, los automóviles de gasolina son más silenciosos y vibran menos que los diésel.

  5. Tener en cuenta los gastos complementarios:

    Cuando se planifica la adquisición de un coche no solo hay que tomar en consideración su precio, sino el resto de gastos que acarrea la operación, como el seguro obligatorio o el Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM).

    Al comprar un turismo de nueva matriculación, además de tener que abonar el tipo general del 21% de IVA, con el que están gravados todos los bienes de consumo, hay que añadir un porcentaje entre 0 y 14,75%, en concepto de Impuesto de Matriculación, que está basado en las emisiones de CO2 del vehículo.

  6. Intentar dar una entrada para reducir el plazo de amortización:

    Si se necesita financiación para adquirir el automóvil, es conveniente dar una entrada para no tener que financiar el 100% de la compra. Lo más recomendable es intentar reducir el plazo de amortización del crédito para pagar menos intereses y obtener un mejor precio. Entre los requisitos más destacados que solicitan las entidades bancarias para conceder la financiación se encuentran:

    • Tener capacidad para devolver el préstamo: el banco estudia la solvencia del comprador mediante un análisis de sus ingresos periódicos, los bienes y activos que componen su patrimonio, su situación financiera y su historial crediticio.
    • Ser mayor de 18 años, o menor de edad emancipado, para poder firmar un préstamo bancario.

    • No estar incluido en un fichero de morosos: aparecer como moroso en un fichero ASNEF o RAI elimina la posibilidad de acceder a un préstamo.

  7. Revisar y firmar la documentación:

    Una vez que se ha llegado a un acuerdo, hay que leer bien el contrato de compraventa del vehículo antes de firmarlo. Conviene asegurarse de que no se han insertado cargos adicionales y que el precio del coche coincide con el que se estipuló. En cualquier caso, hay que preguntar lo que no se entiende y hacer los trámites sin prisas, ya que comprar un automóvil es un compromiso serio y se debe comprender toda la documentación. Además, hay que confirmar que todos los extras que se han pagado están incluidos. Si falta algún detalle o algo no se ajusta a lo pactado, hay que exigir que lo reparen.

    Por su parte, el concesionario tiene que hacer entrega al comprador del turismo de:

    • La factura completa.
    • La documentación completa del coche: la Tarjeta de Inspección Técnica de Vehículos del Ministerio de Industria, Energía y Turismo, el permiso de circulación del Ministerio del Interior y la Declaración de alta en el Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IMVTM).

    • La garantía del automóvil con sus coberturas, plazo de vigencia, sus limitaciones y sus exclusiones, junto con los datos de contacto del concesionario (a efectos de revisiones oficiales, problemas en el coche, etc.).

    • Los documentos y objetos que acompañan al vehículo en la entrega: el manual del usuario, el libro de revisiones, un juego de herramientas, los juegos de llaves, etc.

Cómo se declara la ayuda del Plan PIVE-2

En la Declaración de la Renta de 2014, correspondiente al ejercicio fiscal 2013, los 1.000 euros de ayuda recibidos por parte del Gobierno en el Plan PIVE-2 (o 1.500 euros en el caso de las familias numerosas) constarán como ganancia patrimonial, por lo que, según la tributación del beneficiario, habrá que devolver una parte a Hacienda.

En cuanto a los 1.000 euros de descuento ofrecidos por la marca del vehículo y el concesionario, no hay ninguna carga tributaria adicional.

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